EL DÍA DE LA FINAL

Me levanto. 7:30. Neblina de sensaciones, ojos semipegados, deseo irremediable de dormir más.

Me incorporo, sentado, en la cama. En seguida me viene a la cabeza el día que es: el día de la Final de Roma. Sólo eso hace que de repente me ponga a dar volteretas hasta llegar al baño. Se me quita repentinamente el sueño y las ganas de seguir durmiendo. Miro el reloj: aun faltan 15 horas para la Final.

Me ducho pensando en que quiero recordar paso a paso todo lo que haga en este día. Gallumbos pa dentro, vaqueros y la camisola del Barça. Hoy es un día especial.

Me voy al curro. En el coche pongo la radio buscando información del partido. Todas las cadenas rezuman comentarios y conexiones en directo con Roma. Me salto un semáforo en rojo sin querer. Un guardia local que ordena los atascos de los papás con sus nenes en busca del cole me mira con cara de multa pero en cuanto me ve la elástica con el escudo del Barça sonríe y me dice que siga. Tomo la circunvalación, paso los túneles (se pierde la señal de radio y además justo en el punto momento en el que están diciendo la posible alineación del partido) y 5 kilómetros después llego al curro.

Todos sonriendo, algunos me miran con cara de «menudo friki», otros se suman a la causa y me piden que les preste un momento la camiseta (alguno de ellos, mechero en mano). Hacemos la porra para el partido. Más de 50 leuros de bote. No está mal. Voy de acá para allá, exhortando a los madridistas a apoyar más que nunca al Barça. Llamo a mi padre. Se ha comprado el Sport, el Mundo Deportivo, el AS, el MARCA, el Periódico y hasta una copia del Estatut Catalá. Se los está estudiando y me dice que no le distraiga, que le falta mucha info por absorber.

Mientras curro un poco (de los días que menos, por supuesto), ejerzo Fuerza/Superficie sobre la tecla F5 con Foros AS en una ventana del Fairfox y Futbolitis en otra. Los nervios empiezan a aumentar. Ya son casi las 14h. Menos de 7 horas para el partido. Hoy me voy antes. Me dicen que «haya suerte» y voy a casa. Hoy me trago de rodillas todo tipo de información deportiva vía TV mientras me hago una ensalada y unos canelones, pa no tardar mucho. Más nervios. De repente, se me cruza un canelón en el gaznate. Ha salido en pantalla el gol de Scholes del año pasado. Y un video con las mejores jugadas de los Red Devils. Como por arte de magia, repentinamente Cristiano me parece imparable. Rooney un ciclón. Tévez un indio Apache pero con carcaj y todo. Van der Sar un muro de hormigón armado, Ferdinand y Vidic las Dos Torres de los de Frodo & Company… uffff….

Miedo.

Siesta. Imposible. Nervios. Llamadas a colegas. Comparto temores. Me tranquilizan. Messi, Iniesta, Henry, Eto’o, Xavi, Puyol… e incluso Valdés. Escucho con morbo Radio Marca para comprobar que están debatiendo acerca de la posible vuelta al ring de Poli Díaz. Me equivoco. Hablan… de Florentino Pérez. Apenas comentan nada de la Final. Me alegra.


18h. Imposible hacer algo que no sea esperar a que empiece el partido. Me visto para comprar unas cosillas en el súper o algún medicamento para la alergia… pero nada, me vuelvo a desvestir, me meto en el foro de nuevo, repaso las páginas deportivas, veo algún video de yutub para animarme, como el gol de Iniesta… ufff, menos mal que juega esta noche, pienso. Las 18:30, coño, que no pasa el tiempo. Más llamadas a colegas. Ahora en Radio Marca se dignan a decir algo. Empiezan a llegarme mensajes de móvil. La mayoría de madridistas convertidos en unas horas al manchestertismo. De hecho me dicen que luego se van a ir de copas con Ferguson para celebrarlo (que sabe de garitos donde ponen un buen garrafón). Las 19h, sigo sin poder hacer nada que no sea esperar que llegue el partido.

19:30h, nervios, más nervios. Empiezan a filtrarse alineaciones. Touré central, Keita lateral izquierdo. Morituri te salutant. Empiezo a ver algunas imágenes en directo. DIOS, que me da algo.



20h, me enchufo la radio con los cascos. Sintonizo la SER. Escucho el «Hola hola!!!» y me da el primer subidonazo de un día histórico. Cojo la bandera, la bufanda y la camiseta y me largo a casa de mi padre. Un culé con sangre de los Gamper (por lo menos). Es mi religión. Y uno ha de ir a misa bien preparado.

20:30h. Alineaciones confirmadas. Campo a rebosar. Casi nadie en la calle exceptuando algún madridista con las palas de pádel en mano, dándole la espalda al mundo. Mi padre y yo nos miramos. Sabemos que vamos a ser testigos de un acontecimiento sin igual. De un partido histórico. Y soltamos casi al unísono un «VAMOS BARÇAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!»……

20:45h. Llegó el momento. Ha empezado el Barça – Manchester. La Final de la Champions League. El Mundo se me reduce automáticamente a 32 pulgadas de pantalla plana.


Barcelonista Neutral



Un poco más abajo, la previa más completa. Los 4 videos que analizan en profundidad lo que será la final. ¿quieres saber por qué lado saldrá Ronaldo en sus regates?