EL COLCHÓN DEL FAQUIR

Los faquires indudablemente no son personas normales. Mientras el resto de los mortales viven en la intranquilidad del día a día, ellos se presentan otros retos de un mayor esfuerzo mental y físico que les permiten obtener un grado de concentración y serenidad que es inalcanzable para el resto del mundo. Símbolo de esto es su colchón de clavos. 

Esta superficie puntiaguda, que haría sangrar a cualquiera de nosotros, le otorga a estos ascetas confort y relajación, amén de favorecer su estado físico. La clave de esto, dicen, reside en el perfecto equilibrio que hay que poseer para poder ponerse sobre estos clavos sin que ninguno te pinche. Sin este equilibrio, que reparte el peso del cuerpo de forma equitativa sobre cada clavo, estos atravesarían tu cuerpo. Como digo, inalcanzable para el resto de mortales.
Algo de esto hay en el Fútbol Club Barcelona. No se parece a los faquires en su pobreza, pero si que está en una posición inalcanzable para casi el resto de sus competidores. Y desde luego duerme en un colchón de clavos. Un colchón estupendo, de 8 puntos de ventaja, que le ha dado al club y al equipo el tiempo y la tranquilidad que a priori, tras la marcha de Pep y la derrota en la Súpercopa, no tendría. Sin embargo, no es un colchón confortable, sino que como en el del faquir, son necesarios demasiados condicionantes para que pueda ser aprovechado. Condicionantes tan extraordinarios como conseguir hazañas nunca alcanzadas por el club hasta este momento. Porque la realidad es que hasta el momento el equipo lleva mas puntos y victorias, que sensaciones, y lo que es peor, que merecimientos. Y el domingo, ante la visita del actual campeón, el Real Madrid, puede que lo visto hasta ahora no sea suficiente.
Porque lo visto hasta ahora nos muestra varios problemas, que de momento no fueron especialmente graves, pero que amenazan con llegar a serlo. Problemas tanto estructurales, como físicos en forma de lesiones, de rendimiento de jugadores e incluso como planteamientos desde el entrenador, Tito Vilanova.
Para empezar, Victor Valdés. El que es el mejor portero de la historia del club catalán lleva más de un año desconocido. Impreciso, a veces nervioso y sin esa parada salvadora que ayudó a conseguir títulos de todos los niveles. Esta temporada, a este nivel en su faceta de portero hay que añadirle su descenso de nivel en su faceta de jugador. A causa de su error contra Di María, más posiblemente por indicaciones del entrenador, por un descenso en su confianza, o como conjunto de todo lo anterior, la realidad es que Valdés no está sumando como en él es habitual en la construcción del juego. Primero porque la mayoría de sus saques son en largo, lo que no es mala idea ya que tiene un golpeo lejano bastante bueno, pero limita la construcción desde atrás. Segundo, porque el equipo de Tito es menos mascado y elaborado que el de Pep (aunque en Champions si se asemejen más). Esto se traduce en un descenso notable de pases hacia atrás para asegurar la posesión, lo que repercute directamente en que el de L’Hospitalet toque menos el balón y participe menos. Además su gestión del área está siendo bastante pobre para lo que nos tiene acostumbrados, siendo directamente una debilidad en balones parados colgados al área pequeña o a la zona entre esta y el punto de penalti. En definitiva, el portero no está como debería y está repercutiendo al equipo en niveles de juego y confianza.
La línea de los defensas tampoco están ayudando. En honor a la verdad aquí los cuatro titulares han estado o están lesionados y eso ha afectado a la coordinación entre ellos y a una valoración mas profunda ya que sus suplentes no han mantenido el nivel. Sea como fuere, para el clásico la línea apunta a estar formada por Alves, Song, Mascherano y Alba/Adriano que a efectos de análisis poca diferencia otorga. Nos encontramos con una línea que directamente no da vivido como defensa posicional. En ellos el mejor es Alves, ya que Alba e incluso Adriano le fallan algunos conceptos como cerrar el 2º palo que muestran que no son laterales de base. Los centrales en realidad no lo son, lo que hace que cuanto mas se acerque la defensa al área y mas tengan que actuar como centrales mayores fallos cometerán en la toma de decisiones. Si al final se recupera Piqué las prestaciones subirían bastante, y no hay que descartar alguna variación o sorpresa táctica aquí que serán valoradas y analizadas a lo largo de la semana. Por otro lado, los laterales no están pesando. Daniel Alves directamente no está. Su gestión de la segunda jugada y del sentido del rechazo, que es Top, está brillando por su ausencia en este comienzo de año. Defensivamente está muy frágil y en muchas ocasiones se encuentra desubicado, entre dos aguas, entre el me quedo o subo que, sumado a la fragilidad que él sabe que existirá a su espalda lo difumina. 
Alba/Adriano tienen más problemas por otra naturaleza. No son defensores, lo que en caso del brasileño es mas duro porque directamente no es élite. Alba si lo es, pero a las dificultades que tiene para leer algunas situaciones tácticas hay que añadirle su esfuerzo físico para retornar, el cual es muy bueno en distancia larga gracias a su velocidad, pero en distancia corta, marcando a un extremo y arrancando con él, nota que le falta potencia en su primera zancada, algo que no ocurría con el añorado Abidal, lo que lo convertía en imprescindible. A esto hay que sumar que los dos extremos de Tito son muy abiertos, lo que impide que los dos laterales puedan brillar en lo que mas les gusta, ocupar posiciones ofensivas, llegar al espacio en transición y dominar en posicional. A comienzos de año, contra Real Madrid en la ida de la Súpercopa y contra la Real Sociedad, parecía que no sería así, teniendo los defensores laterales una tendencia interior en ataque, pero no se continuó por este camino. Sea como fuere, esto también ha provocado que el equipo no tenga una salida tan fluída al perder los laterales preponderancia en zona lateral de medios.
En el centro del campo es donde se encuentra la gran novedad del nuevo esquema de Tito Vilanova: el doble pivote. Este, colocado como un elemento eminentemente ofensivo para garantizar una salida limpia trae dos consecuencias: la primera y negativa es el desplazamiento de Busquets hacia la izquierda lo que lo aleja de su principal virtud, la presión agresiva tras pérdida y el impedir que el contrario salga con una salida limpia. La segunda es la ocupación del carril central y retrasado de Xavi, lo que produce varias situaciones: por un lado asegura esa mencionada posesión en un primer nivel, pero sin ser Xavi el generador que era antaño, sino simplemente un primer foco; por otro lado, la endeblez defensiva del propio jugador de Terrassa sumado al desplazamiento ya anunciado de Busquets provocan que el equipo transite muy mal defensivamente, en un fallo estructural que no es arreglado por la línea de 4 defensiva. Además, como decimos, esta creación de la jugada de Xavi no avasalla, no provoca que el equipo se establezca en campo contrario de forma sostenida y con posiciones aseguradas detrás del balón en caso de pérdida, lo que si ocurría con Guardiola, por lo que el equipo aún se resiente más.
Una vez descrito el doble pivote hay que decir que es una zona donde Tito más experimentó: 1º con una base rotacional donde Cesc, Busquets, Xavi y Messi (o Iniesta cuando jugaba) ocupaban el primer escalón. 2º, con una base fija central que es Xavi y que es el paradigma fue lo anteriormente descrito. 3º, y este es el elemento más importante de cara al partido contra el Real Madrid: un doble pivote solo nominal, muy fluido y que se convierte en un centro del campo triangular de base 1+2 (un MC y dos interiores). Esto lo hemos visto ya en el partido del Getafe, contra el Sevilla en sus primeros 20’ y contra el Benfica en la 2ª parte. Este es un movimiento que contra el Real Madrid pasa a ser directamente ganador ya que el conjunto blanco va a establecer dos líneas de presión muy agresivas sobre el portador del balón, algo que el 4-2-2-2 de Tito favorece, sobre todo cuando Messi baje a la base a recibir. Sin embargo, con esta nueva disposición en la que Busquets es un primer foco, aunque con poco peso, lo realmente interesante es juntar a Messi, con un Xavi que se descuelga hasta la frontal y con Cesc/Iniesta a la espalda de la línea de mediocentros rivales. Esto provocaría que una primera línea de presión quede directamente abortada por sistema, obligándose a ajustes con un requerimiento técnico mas avanzado para cubrir su propia espalda en lugar de una simple presión avanzada. Además, en este caso los extremos abiertos (o la ocupación de ese rol por parte de los laterales) si sería beneficiosa ya que daría espacio a los interiores para percutir y asistir a Messi contra los centrales.
Por último en la línea ofensiva nos encontramos las otras grandes variantes vilanovianas, y porque no decirlo, las que menos resultado le están dando al equipo. Por un lado están los extremos abiertos, que castigan el rol de los delanteros que ocupan dicha demarcación: ni Villa, ni Alexis, ni Pedro son jugadores para ese rol, aunque el canario por sacrificio, profundidad y adecuación a Messi sobreviva. En ese sentido Tello ganó minutos de calidad muy por encima de los que debería ocupar un jugador de su nivel en esta plantilla y con estos objetivos. Contra el Real Madrid este problema es incluso más sangrante por las ventajas tácticas que le da a su rival y por contar este con Pepe. Todo equipo del mundo debe responder una pregunta antes de jugar en el Camp Nou: ¿paro al Barça o paro a Messi?, no se puede escoger las dos, no hay opción. Y Mourinho con mucho tino decidió ya hace varios encuentros que parando a Messi era como mas se minimizaba al Barça. 
Los antiMessi ya los conocemos: Pepe de MC, defensa flotante, presión de los centrales, presión de los MC+defensa flotante… todo fueron ajuntes según la situación a los que Pep también respondía: Messi a la derecha, Alexis para darle espacio entre centrales, mayor peso de Iniesta… esa era la batalla. El resultado final, más allá de la mayor o menor incidencia del argentino en el partido era la liberación de los demás jugadores blaugrana que encontraban huecos para el gol, y en más de una ocasión. El asunto, es que con esta nueva disposición de los extremos, estos solo tienen la misión de estirar la lona, nunca de pisar área ni de estar cerca del gol, por lo tanto su desmarque de ruptura para aprovechar el hueco creado por la presión a Messi no existe. Además, Arbeloa en la derecha y ya sea Marcelo con su capacidad de sufrimiento en el uno contra uno o Coentrao con su capacidad de adecuación a la táctica defensiva en la izquierda, estarían deseando dos extremos fijos que intelectualmente les exijan poco y no les obliguen a mas recorrido.
Por esto mismo es de pensar que Tito no cometerá el error que cometió en la Súpercopa y buscará una tendencia mas interior de sus extremos, mas asociativa, mas sorpresiva (con dos salidas en vez de una) y mayor ocupación del área. De hecho esto ya lo hemos visto en los últimos partidos en el costado izquierdo, con un Alexis mas liberado lo que provocó que jugase su mejor partido contra el Benfica. También en la derecha hay mas libertad, aunque en un grado menor, ya que sigue siendo la banda escogida para estirar la lona. Además esto permitiría a los laterales tener una mayor proyección ofensiva. Sea como sea, esta matización que está llevando a cabo en sus extremos, recordando mas a los de Pep que a los de comienzos de esta temporada parecen imprescindibles para poder superar el clásico que ya se avecina.
El otro aspecto novedoso en la delantera y último en este análisis del equipo es Leo Messi. Este año ha avanzado en su evolución en su juego siendo un nuevo foco en el inicio de la jugada, algo que lleva haciendo todo el año. Ni Xavi, ni Cesc ni Thiago de momento han evitado que el argentino baje hasta incluso mas allá de la cal a por el balón. Lo que en principio no parece una mala idea, ya que por ejemplo contra la Real Sociedad fue un detalle muy favorable al conseguir ser dos focos (uno en salida, otro en referencia en la frontal) acabó convirtiéndose casi en parodia: Messi no está siendo 9, ni falso 9, ni casi MP. Está bajando demasiado a iniciar una circulación de balón que con los nuevos ajustes no tiene aún la salida asentada. Además al no estar él arriba, el equipo contrario puede salir más con los centrales, quedándose 2 líneas de presión delante del argentino que se encuentra con pocos apoyos para combinar (nominalmente tiene a Xavi, Pedro, en menor medida Alves y en mucha menor medida Busquets y el interior izquierdo), lo que provoca que la incidencia de Messi en el partido sea muy difusa. 
Todo esto hace que pierda presencia, que el equipo se encuentre mas desordenado y la calidad de pérdida sea de nivel bajo. La buena noticia, es que en los últimos partidos Messi, aunque no abandona la base, si ha vuelto a aumentar su presencia en la frontal, de la mano de su asociación con Cesc y por el establecimiento de estos dos y Xavi por detrás de los mediocentros contrarios ya mencionado anteriormente. Este es el camino que Tito debe seguir frente al Real Madrid, pero potenciándolo, impidiendo que Messi baje en la base salvo en contadas ocasiones, ya que este movimiento es hoy por hoy un regalo para los rivales, y lo seguirá siendo hasta que el equipo aplique otros ajustes en la salida y en la posición.
Acabamos de ver todo lo que ha sido el F.C.B. desde que ha empezado la temporada y la realidad es que en ocasiones ha dejado malas sensaciones. Como hemos empezado diciendo, esto no es una contradicción respecto a su posición en la tabla o un exceso de exigencia por nuestra parte: Pamplona, Valencia, Spartak de Moscú y Sevilla son partidos en los que se podía haber pinchado y que demuestran que el equipo requiere de ajustes estructurales de cierta importancia. Sin embargo, también es cierto que el equipo tiene puntos a favor y que nadie le ha regalado nada: ha conseguido crédito y ha recuperado el hambre y las ganas de volver al que sienten su lugar, lo que suele ser determinante en un campeonato y fundamental en este tipo de partidos. A esto hay que añadir el excelso punto de acierto técnico en el que se encuentran sus jugadores en estos momentos, lo cual para el fútbol que desarrollan los blaugrana es fundamental ya que es la clave principal del juego de posición y posesión que practican. De hecho, si ellos están acertados en su grado máximo, ni sistemas propios ni extraños pueden detenerlos, si limitarlos, pero nunca detenerlos, y eso es lo fundamental.
A partir de ahí, y sabiendo que esto es un deporte donde lo fundamental son los jugadores y el domingo juegan varios de los mejores del mundo, Tito también tendrá algo que decir. Su cometido es conseguir que el equipo sea mucho mas fluido en el centro del campo, lo que conseguirá escalonado ahí las posiciones y rompiendo ese doble pivote paralelo, además de la inclusión de Iniesta en el once, mientras que arriba debe buscar que Messi vuelva a intimidar y a partir de él activar a los otros elementos ofensivos, como hemos ido describiendo. En definitiva, ha de conseguir que el Barça deje de dormir en el colchón de un faquir para hacerlo en una cama de agua.