Más allá del resultado, el partido del Alavés nos deja una lectura positiva: Thiago ha vuelto bien de su lesión. La verdad es que el hispano-brasileño no ha tenido suerte esta temporada, cuando debería ser, en un principio, el momento definitivo para explotar. Thiago debe ser y será importante.

El abanico de posibilidades de Tito Vilanova es muy extenso. El centro del campo cuenta con Xavi, Iniesta, Cesc, el mencionado Thiago y lo que pueda tener Sergi Roberto. En la posición de mediocentro, Sergio es el titular indiscutible, Song el suplente y Jonathan Dos Santos espera su oportunidad. Hay mucha materia prima y en este tiempo en que el ‘11’ ha estado lesionado, Tito parece que ha encontrado la fórmula para jugar con Xavi, Iniesta y Cesc en un mismo once.
Si finalmente se acaba confirmando lo que hemos ido viendo en los últimos partidos, Thiago tendrá un papel importante. No empezará de titular, pero sí será el primer cambio de Xavi o Cesc en el once, incluso de Iniesta si Tito opta por hacerle jugar de falso extremo izquierdo, una posición en la que ya fue probado en el Mundial de Clubes, por ejemplo, y con buenos resultados.
Ante el Alavés, Thiago empezó de falso ‘9’. Aun contando con la presencia de Sergi Roberto, el hispano-brasileño no acabó de cuajar en esa posición, reservada para el más grande de todos los tiempos. Igualmente, su polivalencia puede darle esos minutos que probablemente se le privarán en el centro del campo.
Y es que Thiago es un futbolista íntimamente relacionado con la base de la jugada. En su día lo comentamos, necesita de mucho balón para sentirse partícipe del juego, el amo y señor marcando los tiempos, el interior jefe. Debe mejorar su recepción a la espalda de la línea de presión, pero el juego de posición, en este caso, puede llegar a ir un poco en contra de sus cualidades futbolísticas, tan brasileñas.
Eso sí, empezó de falso ‘9’ y acabó como mediocentro. De ‘4’ su gesto técnico es indefendible, elimina rivales pero aún no sabe administrar la ventaja con serenidad. Partiendo de ahí, Thiago aprovecha sus condiciones y es en estas circunstancias dónde también luce su talento defensivo, que lo tiene, y bastante.
Algunos, sin embargo, le quieren ver por la izquierda. No mentiremos en esto: si a alguien nos recuerda es a Ronaldinho en su gesto técnico, en su mimo al balón con el exterior del pie derecho, su golpeo. Partir de la banda mejora su recepción de manera automática, ya que orientarse de cara es más fácil que en los pasillos interiores. Tanto es así que Guardiola ya optó por abrirle cuando jugaba de interior para paliar su déficit en el juego sin balón.  
No es para menos. Thiago ha vuelto, y el Camp Nou ya lo sabe.