BOJAN: UN SEGUNDO DE MÁS PARA ALLEGRI

Por eumd.

Ya bastante arrinconado en el papel de suplente una vez asentado el tridente atacante titular formado por El Shaarawy, Pazzini y Niang, ahora vuelve a Italia Mario Balotelli para ponerle las cosas aún más complicadas a Bojan. Para la Champions, y ante el Barça, no obstante, el delantero de Linyola puede tener reservado un inesperado papel protagonista. Puede ser el arma escondida de Massimiliano Allegri.

El Milan ya no es aquel equipo pesado y veterano, a medio camino entre una clínica de recuperación y un cementerio de elefantes. El Milan actual corre. La renovación generacional está ahí, aunque el nivel no haya subido precisamente. Esto, que por lo general podría considerarse como algo positivo, en la eliminatoria que lo enfrentará al Barça quizá no lo sea tanto.
Para empezar, porqué atrás no estarán ni Thiago Silva ni un Nesta que resurgió empujado por el peso de la estrella sobre el escudo. El año pasado los italianos sobrevivieron milagrosamente prácticamente colgados del travesaño, y ese gen rossonero –italiano si se quiere- tan vinculado a la mística de un pasado glorioso, este Milan no lo tiene más allá de un Ambrosini que tampoco es un fijo. Nesta estaba para poco o nada, pero con el himno de la Champions de fondo, recordaba al que fue. Seguramente por eso, en este mercado de invierno el Milan ha incorporado a otro veterano internacional, Cristian Zaccardo. En principio lateral derecho, la no-salida de Abate abre la posibilidad de que lo veamos haciendo pareja con Mexès.
Así pues, el Milan difícilmente aspirará a defender su área 180 minutos. Tendrá que salir. La transición ofensiva la define el joven El Shaarawy, para bien y para mal.  Esto es, una verticalidad acentuada y mucha velocidad. El Milan corre mucho…pero nunca se detiene. Ya no está Ibrahimovic y como si tampoco estuviera Robinho. Los italianos sólo miran al frente y no le dan tiempo a llegar a nadie más que no sea los delanteros. La defensa no sale y los medios no llegan. La primera víctima ha sido Nocerino, sin nadie que le ponga pausa al balón de poco sirve su intimidante llegada. Y poco le ha faltado también a Boateng. El Milan ha perdido más que a Ibra y Robinho.
Ante el Barça, el conjunto rossonero necesitará pisar la bola unos segundos. Si no ya para que la segunda línea amenace, sí para que la defensa salga y los azulgranas no enfrenten siempre una zaga en la frontal y un equipo partido. Bojan, salvo milagroso regreso de Robinho, es el único que puede. Lo hizo en el Barça, en la Roma y lo ha hecho en el Milan. Va en su fútbol. Más o menos acertado, Bojan siente el pisarla, buscar al compañero próximo o devolverla atrás. Una jugada que dura sólo un segundo pero que es suficiente para que los centrales den dos pasos al frente, el lateral arrastre una marca o Boateng llegue al área. Sólo Bojan puede darle ese segundo de más a Allegri.