Aunque la marcha de Thiago nos pillase a los aficionados casi de improviso, lo cierto es que en el Barça nadie se sorprendió. Llevaba tiempo fraguándose y nadie intentó convencer al jugador de que no abandonase el club, conscientes de que partían en clara desventaja respecto a lo que se le ofrecía desde Munich.

Hace unos días, Zubizarreta declaraba en rueda de prensa que el club apostaba por Sergi Roberto. Pese a que las situaciones dadas en el último año en lo que a la gestión de cantera se refiere no nos dejen ser muy optimistas, el director deportivo estaba en lo cierto esta vez. No son pocas las ofertas que han llegado por Roberto durante esta última temporada, pero sin embargo tanto el club como el jugador han rechazado todas y cada una ellas. Nadie se ha planteado dejarle salir del Barça. Con Thiago o sin él, Sergi tenía asegurada la ficha del primer equipo.

TRAYECTORIA

El futbolista de Reus lleva un tercio de su vida (7 años) en el club culé, al que llegó casi por casualidad. Cuando Sergi jugaba en el Nàstic de Tarragona (tras comenzar su formación futbolística en el Santes Creus), a Albert Benaiges se le encargó ir a ojear a un jugador (Tristany Piqué), pero no quiso saber su dorsal y se enamoró del número 6 (Sergi Roberto). Así que aunque fue en busca de un futbolista en concreto, se trajo a otro diferente del que le habían encomendado.

Sergi recaló entonces en el Cadete B y año a año fue saltando de categoría, siempre por delante del resto de jugadores de su edad. En la temporada 2009/10 le dieron ficha del Juvenil A, pero sólo llegó a jugar tres partidos allí, pues Luis Enrique en el filial tenía otros planes para él: Thiago se había lesionado y contaba con Sergi para completar el equipo. Lo que parecía ser una sustitución puntual, pronto acabó convirtiéndose en una de las claves del centro del campo de uno de los filiales más atractivos que se recuerdan.

Después de cuatro campañas en el Barça B y tras muchas inclusiones en convocatorias del primer equipo, parece que de una vez por todas le ha llegado el momento de dar el salto definitivo.

El de Reus es un futbolista precoz pero muy paciente y con un entorno inmejorable. Hace ya dos veranos que le quisieron incorporar al primer equipo, pero él prefirió seguir formándose en el Barça B. Su intención no era pasar por el Camp Nou, si no quedarse allí. “Quiero seguir formándome porque el día que llegue al primer equipo, si es que llego, ese día quiero poder quedarme de verdad. No tengo prisa”, admitía el jugador en una entrevista para Martí Perarnau.

Sergi ha visto a muchos compañeros pasar por el primer equipo sin pena ni gloria y no quiere ser uno más. Con la llegada de Cesc al Barça, decidió aguantar un año más en el Miniestadi, aunque desgraciadamente no puede decirse que fuese una determinación demasiado beneficiosa para él. La última temporada ha resultado ser bastante caótica para el futbolista de Reus: Tito lo quiso incorporar a la disciplina del primer equipo a lo largo del curso, pero estaban convencidos de que sus reincidentes lesiones podían deberse a la diferente metodología del equipo B respecto al A, por lo que en muchas ocasiones prefirieron no convocarlo para no agravar la situación.

En el filial, Sergi no ha hecho una temporada buena, pero sin embargo en el Camp Nou no se le recuerda ni un solo partido malo. En el equipo de Eusebio, el canterano reusense no ha estado recibiendo en las mismas condiciones y a menudo ni siquiera llegaba a recibir. La cifra de balones que han pasado por sus pies en cada partido es tristemente baja y al futbolista le costó mucho adaptarse al rol que se le exigía. Desafortunadamente, cuando parecía que lo estaba consiguiendo y tras un par de partidos notables, se lesionó y poco más pudo demostrar.

PERFIL

Sin ser ningún portento físico, es fuerte y sabe sacarle partido a sus recursos, pero aunque en el último año lo ha trabajado bien, aún tiene que ganar musculatura y solidez corporal. Pese a todo, es rápido tanto en la ejecución como en la carrera y va sobrado de resistencia. Antes solía desequilibrarse mucho en el choque cuerpo a cuerpo y perder, pero ha aprendido a utilizar muy bien el tronco y los brazos para protegerse mejor. Es un futbolista muy dinámico y móvil, y la agilidad de piernas le permite salir airoso de las situaciones más críticas. Cuando pierde, tarda milésimas de segundo en reactivarse y está presente en cualquier sitio en el que se le necesite.

Su posición es la de interior derecho, pero puede jugar también en la izquierda. En categorías inferiores llegó a desempeñarse como delantero centro y en ambos extremos, y de la misma manera que Luis Enrique le utilizó en alguna ocasión como mediocentro defensivo, Eusebio le ha utilizado como falso 9. Quizá por esta permuta de roles se ha convertido en un jugador muy ordenado y limpio tácticamente. Es inteligentísimo y sabe situarse en el lugar correcto en cada acción para no desperdiciar esfuerzos. No le cuesta lo más mínimo correr hacia atrás y acepta de buena gana sacrificarse en tareas defensivas, de hecho se divierte dominando muchos metros de terreno y yendo de área a área. En sus inicios en el fútbol profesional, una de las claves del Barça Atlètic era la presencia de Sergi en las acciones de contraataque para darle una salida rápida al balón. Es especialista en amontonar a su alrededor a los jugadores rivales y en reunir a los propios en campo enemigo.

No tiene la chispa de Thiago, pero tampoco carece de técnica. Posee un muy buen toque en corto y control del balón. No se pierde en florituras, es práctico, directo y cuando más se gusta es conduciendo y dando el último pase. Es un buen recuperador de balones, pero donde realmente disfruta es distribuyéndolos, pues tiene una visión privilegiada y lee a la perfección el juego en cada etapa del partido. Cuando era más joven llegaba al gol con cierta facilidad, pero fue perdiendo esta habilidad a medida que escalaba categorías. Pese a todo, aún es un buen rematador a distancia.

Este año, siempre y cuando el nuevo entrenador no demande un fichaje para su posición, puede ser un hombre importante para el equipo, más de lo que fueron sus compañeros Bartra o Montoya la campaña pasada. El Tata Martino cuenta con cuatro jugadores para dos posiciones y es esperable que los que más minutos tengan sean Iniesta y Cesc, con Xavi dosificándose mejor que esta última campaña. Así pues, aunque veremos a Sergi habitualmente en el banquillo, tendrá muchos más minutos de los que tendría con Thiago en la plantilla.

A día de hoy, con la venta del hispano-brasileño aún caliente, no sabemos si el Barça, el Bayern o el propio Thiago han acertado, pero lo que está claro es que el gran beneficiado ha sido Sergi Roberto. Si él lo aprovecha, será el Barça quien salga ganando.