Un gélido escalofrió recorrió la espalda de más de un culé cuando, a la ya conocida baja de Leo, se sumaba la de nuestro Messi con guantes; Víctor Valdés. Mes y medio sin los dos puntales del equipo, sin las dos áreas, se podían hacer interminables y esa eternidad comenzaba hoy, ante el Granada de Alcaraz y en el Camp Nou. Aparentemente no había envite más sencillo, oasis más cristalino, con el que atravesar ese desierto de seis semanas. Por todo ello, los once jugadores que hoy comenzaban el partido, tenían ante sí un reto claro: intentar burocratizar el partido. Y se consiguió, vaya si se consiguió.

De entrada jugaban los once mejores, teniendo en cuenta las bajas ya mencionadas a las que se sumaban las de Alves y Xavi. Cuatro, tres, tres. Con Montoya y Adriano en los laterales. Bartra en el perfil derecho del central y Piqué en el izquierdo. El eterno Busquets de mediocentro, los dos interiores llamados a ser los interiores post Xavi: Cesc e Iniesta. Y arriba se resolvía la duda de quién ejercería de falso nueve, sería el jugador técnicamente más dotado: Neymar. Con Pedro en el perfil izquierdo y Alexis en el derecho.

Hasta ahí todo normal. Y ahora entremos en los detalles. El Barcelona vive de crear superioridades en cada una de sus líneas y hoy por hoy, el jugador que entiende y lee el fútbol como pocos, Cesc Fàbregas, es el jugador más indicado para ejercer de “cuarto hombre” en cada línea. No solo tiene lectura del juego sino que tiene la capacidad para llegar y ejecutar el apoyo, ya sea en el eje horizontal que domina como pocos, o en ruptura. Y de esta manera hoy se ha impuesto desde la base hasta la llegada. Es el jugador que cuando está bien, adquiere protagonismo y te permite “jugar con doce”. Sin más.

Mientras tanto en el eje de la zaga, Marc Bartra sigue sumando minutos de calidad. Hoy sin ir más lejos, permitió que el partido discreto del lateral derecho, Montoya, no se notara en exceso. Laterales con una gran proyección ofensiva en la salida y un Busquets que bajaba a la base de la jugada en una agresiva lavolpiana cuando el Granada presionaba arriba.

Presión que precisamente hoy volvía al Camp Nou en forma de un tridente de ataque hiperactivo en esa faceta y dado que el Granada se empeñaba una y otra vez en realizar una salida ordenada y sin saltarse jugadores en el pase, arriba se producían muchos robos a cual más peligroso. Aunque los dos primeros goles llegaron de sendos penalties tras una de las especialidades de este Barça del Tata; combinaciones de un barroquismo y una precisión, excelsa en la frontal de área. Donde Neymar, hoy si cabe un pelín impreciso en su primer control, ejecuta los movimientos a una velocidad más de lo que se puede encontrar en cualquier defensa de nuestra Liga.

Del rival, el Granada, cabe decir que jugó a lo que se esperaba, pero no podemos dejar de destacar a dos de los jugadores que sostienen al equipo de Lucas Alcaraz; Piti y Brahimi. El fútbol que desarrolla la zurda de Francisco Medina Luna, Piti, es una de las razones por las que visionar al equipo andaluz resulta tan atractivo. Desborde y disparo. Y fútbol, mucho fútbol. Y el otro puntal con calidad, Brahimi, hoy volcado a banda a intentar explotar la espalda de Montoya, algo que sin duda hoy hubiera causado más de un problema a las inmediaciones de la portería defendida por Pinto, sino fuera, como decíamos más arriba, porque Marc Bartra cada vez cree más en sí mismo y nosotros vamos de la mano con él.

Es hora de empezar a valorar una capacidad de Martino en la que hasta ahora se ha hecho muy poco hincapié; permite a ciertos jugadores con dudas, volver a creer en sí mismos. Hoy teníamos dos ejemplos muy claros al respecto, además del joven central ya mencionado ya toca hablar de un jugador completamente recuperado para la causa: Alexis Sánchez. El chileno aporta exactamente lo que el equipo necesita en el extremo, tanto profundidad cuando se necesita, como abrir el campo y hasta parece haber terminado definitivamente con su pelea con el gol. Un activo que aportará en las noches de gala que restan de aquí a final de temporada.

Y poco más, una segunda parte casi de trámite, donde la entrada de Song por Busi y sobre todo la de Sergi Roberto precisamente por Alexis, volvió a mandar de forma oficial a Cesc arriba, a Ney a la izquierda y Pedro a la derecha. Enseñándonos otra de las versiones del ataque que veremos de aquí hasta el final de la lesión de Leo Messi.
Dos contras, dos goles más. Sí, este equipo también tiene entre sus registros el saber correr, ¿lo dudaban?

Como anécdota final comentar el debut de Adama Traore, que salió al campo por Neymar para estrenarse con el Barça y hacer recordar, aunque sea en la distancia, muy en la distancia, a otro jugador con un tren inferior descomunal, que hace muchos años hizo disfrutar al Camp Nou con su potencia en el regate.

Otra equis en el calendario. Que pase el siguiente…