Ambos suelen estar distanciados por varias decenas de metros, en bandas contrarias y pocas veces coinciden en la misma zona del campo. Su relación con balón es muy limitada pero sí que encontramos una influencia directa entre el rol de Dani Alves en este equipo y los movimientos de Neymar Jr.

Partimos de la base que en anteriores temporadas Dani tenía prácticamente el mismo rol que esta. Lateral profundo, con vocación atacante, una de las opciones de salida de balón -muchas veces la primera- y atacar con diagonales el lado débil defensivo del equipo rival. La tripleta atacante -más utilizada- la formaban Messi en el centro, Pedro abierto en banda izquierda estirando y Alexis por delante de Alves. El chileno, poco a poco, iba asimilando los movimientos de arrastre hacia el centro para permitir a Dani percutir desde atrás el carril derecho del ataque azulgrana.

En esta temporada, Alexis ejecuta a la perfección dichos movimientos y mejora las condiciones para que Alves haga suya toda la banda derecha. Messi, por su parte, o bien bascula un poco a su izquierda -alejándose de la jugada- o retrasa su posición a la media punta, buscando asociación en esa misma banda.

Para intentar compensar al equipo, el lateral izquierdo -Adriano- mantiene una posición más conservadora y pocas veces pisa la zona atacante izquierda. Incluso, la mayoría de sus incorporaciones son por la zona del interior, buscando más su disparo que generar ventajas en banda.

Así pues, Neymar se ve obligado a permanecer pegado a banda más de lo que a todos nos gustaría. Debe mantener la amplitud del equipo y sólo en contadas ocasiones se acerca a la zona de mediapunta. Suelen ser por un desmarque en diagonal a la espalda de los centrales que no ha sido visto por sus compañeros o bien por una conducción individual buscando el centro. En ambos casos es el desarrollo de la jugada quien le lleva a esa posición.

Un Alves agresivo y con continuidad en ataque reduce las posibilidades de un Neymar más centrado. En el equipo nos falta una variable por explorar, y es Jordi Alba en el lateral izquierdo. Ese puede ser el ecosistema que el ex del Santos necesita para verse más liberado. Pero ahí surge la gran duda. Alba y Alves de laterales profundos… ¿Cómo repercutirá al equipo a nivel de transición defensiva? ¿Están preparados los interiores para tener un retorno que garantice la seguridad defensiva? ¿Sería capaz Busquets de sostener al equipo él solo? ¿Se amplía el radio de acción de los centrales, teniendo que realizar ambos coberturas en banda continuamente?