Los octavos de final de la Champions League por fin contarán con la presencia del equipo azul de Manchester. Pero aunque lo hará de la mano de Pellegrini la idea sigue siendo manciniana. Como no podía ser de otra manera, el desarrollo de su obra está siendo pausada, lenta incluso, lo que le costó puntos en la fase inicial del campeonato, sobre todo fuera de casa, a parte de vislumbrar ciertas dudas sobre los roles de algunos jugadores.

Porque el Manchester City Football Club está mostrando hasta el momento dos caras muy diferenciadas, prueba de esta lenta construcción. Fuera de casa el equipo no termina de carburar ni de competir, llevando a fecha de hoy un punto por jornada (en 8 ya disputadas). Sin embargo en casa lo ha ganado todo (24 puntos) con 35 goles a favor, entre los que se incluyen los 4 que le marcó al United, los 6 al Tottenham y Arsenal, y los 3 al Everton. Casi nada. Tal dicotomía sin embargo puede poner en jaque su destino en la máxima competición, que no perdona estos desequilibrios. Pero la trayectoria de Manuel como entrenador, y la evolución del City hacen pensar que para marzo el asunto ya esté más cocinado. Ahí el único problema que tendrán para competir será la falta de experiencia de sus propios jugadores, subsanada por la sideral calidad que atesoran.

Pero es difícil definir al equipo del chileno. Como decimos, su mano aún no se nota en el equipo, que muestra sus mejores fases según el nivel individual de los jugadores. Además, como el sistema que tienen mas interiorizados los Citizens (4-2-2-2), es el sistema favorito del ex del Málaga, la situación sigue bastante igual en el dibujo. A partir de ahí, ciertas dudas de definición, de identidad, que sin embargo no impiden el poder hacer un desarrollo generalista de lo que es, y sobre todo, de lo que pretende ser, el Manchester City sobre un terreno de juego.

Empezando por la portería, Joe Hart pagó su bajísimo nivel actual siendo relegado a la suplencia en favor de Pantilimon. Sin embargo, aunque el internacional inglés esté lejos de sus mejores noches, en la Champions League sigue siendo el elegido habiendo jugado 5 de 6 partidos. Esta es una situación que de momento no ha alterado a la zaga, aunque esta inestabilidad nunca es plato de buen gusto, y es una tarea a mejorar para ganar un punto de competitividad. Es de esperar que Hart acabe jugando con regularidad en la Premier para llegar rodado a las grandes noches europeas, aunque el portero rumano, una vez calmado, esté planteando una lucha sin cuartel por el puesto.

En la zaga aunque también existen dudas, la más titular es la formada por Zabaleta, Kompany, Demichelis y Clichy –que aún con el cambio de técnico sigue jugando por delante de un Kolarov que tiene, eso sí, bastante presencia-. Estos son los defensores en el sentido estricto de la palabra, porque a parte de ocupar la demarcación, son los “únicos” que defienden. Este sufrimiento lo pagan sobre todo los laterales, ya que los interiores que tienen delante no presentan retorno, por lo que quedan expuestos a continuos 2 por 1. Prueba de ello fue el Bayern en el Etihad, donde Micah Richards -ese día titular por delante de Zabaleta- sufrió lo indecible, o el más reciente City-Arsenal, donde Sagna-Walcott contra Clichy fue la principal baza que presentaron los gunners para llevarse el partido.

Por su parte los centrales también se ven expuestos ya que el doble pivote que tienen ante sus ojos es bastante laxo en tareas defensivas cuando estas se deben realizar en defensa zonal. Esto implica que muchas de las situaciones de peligro se resuelvan por la actuación de un Kompany que siempre tiene un área de acción defensiva muy amplia así como muy pocos fallos -aunque mal escogido-, o de un Demichelis que nunca duda en ir a mar abierto a hacerse con el balón. Además los dos son fundamentales en el ataque, en cuanto a las jugadas a balón parado se refiere, sobre todo los córners. Ahí el City solo presenta una variante: el saque al palo corto, donde o bien el belga la ataca para enviar a puerta, o Demichelis hace lo propio para prolongar al segundo palo. Una jugada que está dando puntos al equipo.

El centro del campo es el formado –casi- siempre por Toure y Fernandinho, una pareja tan estimulante como poco compenetrada. La Roca no termina de estar cómodo con la llegada del brasileño, ni cuando forman pareja, ni cuando juega por delante (el día de la visita del Bayern, donde el centro del campo fue distribuido de forma 1+3). Esto se entiende partiendo desde la base de que Fernandinho no era una necesidad del equipo, si no una oportunidad del mercado –de esas que los grandes no pueden perdonar-. Además, el fantástico jugador venía de hacer la mili en una liga como la ucraniana, perfecta para favorecer la adaptación al fútbol inglés. Así el brasileño es ideal en dinamismo e intensidad, en defender hacia delante, en la presión, manejando muy bien la suerte del tackle. Parece cuestión de tiempo que Pellegrini logre casarlos, e incluso en el último encuentro contra el Arsenal, Fernandinho fue dominante defensiva y ofensivamente y aún así Yaya Touré pudo descolgarse como tanto le gusta.

El problema que presentan es que son un doble pivote “muy poco Pellegrini” en particular y muy poco afín en general, y eso defensivamente les está penalizando. Tienen un comportamiento de interiores (aunque algo más cerrados y menos proyectados), lo que expone mucho a su defensa. Su mejor desarrollo sería con un pivote real detrás de ellos, aunque está fórmula tuvo malos resultados –derrota en Stamford Bridge con Javi García detrás de ellos-, y además obliga a sentar a uno de los de arriba, algo que el chileno no parece plantearse. Así que el crecimiento del equipo pasa de manera irremediable por que se consolide el buen entendimiento entre Yayá y el brasileño.

En los interiores aparecen Silva, Nasri y Jesús Navas para repartirse los dos puestos, jugando bastante los tres entre rotaciones y lesiones. Si el sevillano es el titular, el equipo juega con un extremo y un interior. Cuando son el francés y el ex del Valencia si son dos interiores y además del gusto de Manuel, con mucha presencia por el centro, enlazando con los centrocampistas, aglutinando balón y dando continuidad a la jugada. Y como ya hemos comentado, estando completamente desligados de tareas defensivas salvo cuando el equipo presenta un repliegue mantenido. Que jueguen los tres tampoco es una quimera, pasando en ese caso el canario a ser un mediapunta puro, pero eso implicaría cortar el vuelo a los dos de atrás y sentar a uno de los dos de arriba, que están cuajando una temporada excepcional. Los cambios en esta zona presentan muchas variantes y riqueza, entrando Milner si necesitan más verticalidad y juego exterior, Javi García y Kolarov para defender, o Rodwell para aumentar –o intentar recuperar- la posesión.

Por último, Negredo y Agüero están absolutamente dominantes. El español se zafó de la competencia de un Dzeko que rinde insultantemente más cuando entra desde el banquilo y de un Jovetic que apenas ha tenido presencia y así cuando juegan con dos delanteros es siempre el elegido. Además sus desmarques, su juego de espaldas y sus descargas a primeros toques dinamizan y armonizan el ataque, casando con el fútbol del equipo perfectamente. De Agüero no vamos a descubrir nada a estas alturas. El fantasista delantero está finísimo tanto de cara a puerta como en su relación con el juego, pasando posiblemente por su mejor momento desde que llegase a las islas. Su fútbol y goles han sido claves para que el equipo sumase puntos en las partes mas bajas de esta andadura inicial de Pellegrini en la Premier.

Esto es lo que presenta el City a día de hoy. Un abanico de opciones amparado en una plantilla brutal en cuanto a calidad y a cantidad. Le queda por presentar la identidad definitiva, el cuajarse como equipo y absorber la idea del chileno. Un problema que se solucionará, si el Ingeniero es fiel a su cita, para cuando empiecen los octavos. En ese momento, con esos jugadores, y veremos en que grado de euforia –las recientes victorias en Munich y contra el líder de la Premier así como el mas inmediato calendario huelen a punto de inflexión-, serán tan favoritos como los que más.