De alguna manera, las personas siempre nos fiamos del físico, del prejuicio y de unas características históricas que nos hacen comentar –en tono generalista – cómo son los habitantes de una determinada región. De los alemanes, tenemos muchas famas. La primera de ellas –quizás, la menos real- es la de nazis; queda muy atrás en el tiempo y era un pueblo sumido en la creencia de un líder que terminó fallándoles. El tiempo y el perdón, terminaron con esa acepción (aunque no para todos). Por otro lado, la recuperación económica de su sociedad debido a este hecho, hizo que los alemanes trabajasen duro para eliminar o borrar su pasado o, tan solo, simplemente para afrontarlo. Estas y otras razones, han hecho que Alemania hoy en día sea un país líder en lo económico dentro del territorio europeo y mundial. Saben levantarse y rehacerse de sus cenizas.

En el caso del Schalke 04 se trata de una rara avis. Ubicada en Gelsenkirchen, la zona siempre estuvo rodeada de industria. A día de hoy, poco o nada queda de la industria por la que se hizo famosa y de hecho, ha asumido una de las tasas de paro más altas de Alemania, en los últimos tiempos. Poco a poco, la región intenta despegarse de esas rémoras del pasado (nazi) de la ciudad. Su Schalke “null vier” estuvo muy relacionado con el régimen, dado que su periodo más glorioso, fue en la década de los 30. El intervencionismo nazi en el aspecto deportivo, hicieron que se formaran las Gauligas (ligas regionales) y que los ganadores de cada una de esas ligas, jugasen entre sí un torneo final. El Schalke consiguió 5 títulos en la tercera década del siglo XX. Desde entonces, el Schalke no ha ganado ninguna liga, aunque si Copas y trofeos europeos (como la Copa de la UEFA). Hace relativamente pronto, Gazprom se hizo patrocinador oficial de un equipo que ya tenía el Veltins Arena –otrora, Arena AufSchalke- desde comienzos del siglo XXI. Desde entonces y hasta ahora, el Schalke ha mantenido una trayectoria irregular en la Bundesliga, pero nunca tiene la capacidad suficiente como para conquistar la liga nacional. Tras la hazaña que supuso llegar a las semifinales de la Champions 2010, el equipo ha tapado con sus resultados, el desastre económico y organizativo que vive el club.

Hay un dato para entender que el Schalke no es un destino muy grato para los técnicos: tan solo el mítico –y fallecido – Jörg Berger ha durado más de dos años en el club Algo que ocurrió hace 17 años. Por tanto, las aspiraciones y metas son bastantes altas para su economía y éxitos. 16 entrenadores en 17 años, no puede ser fruto de la necesidad. Siempre se ha considerado como uno de los candidatos, pero nunca refrendaron su dominio, como si hicieron Werder Bremen, Stuttgart o un novato en las lides de campeón, como el Wolfsburgo. Además, su rival del Ruhr (Dortmund), ha evolucionado mucho, hasta el punto de ser uno de los habituales candidatos de la liga alemana. Se trata pues, de un equipo sin proyectos a largo plazo, muy cortoplacista y con objetivos concretos – que la mayoría de veces, no consigue-.

Este desorden pues, es algo inherente también a su planificación deportiva y por tanto, no tienen adquirida una personalidad definida. De hecho, el actual técnico (Jens Keller) está en la “cuerda floja”, mientras el club negocia con el ex técnico del Werder Bremen, Thomas Schaaf. Otra historia más que contar; dicho esto, es necesario recordar que el club es uno de los mejores productores de talento de los últimos años. A Mesut Özil o Manuel Neuer, se le unen a día de hoy jugadores como Julian Draxler o Max Meyer están en las primeras planas de los periódicos y revistas.

Dentro de este desorden, Stevens ha optado por dos esquemas muy básicos y (casi) rudimentarios como es el 4-4-2 y el repetido 4-5-1 (4-2-3-1), siendo este último, el más usado.

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Definir un once del Schalke, puede parecer complicado, dadas las lesiones sufridas a lo largo de la pre-temporada y el transcurso de la misma. El primer caos llega en la portería; Fährmann se lesionó hace temporada y media, llegó Unerstall de la cantera –tampoco se ha hecho un hueco y también sufrió otra lesión- y apareció del “semi-retiro” el veterano Timo Hilderbrand. El último es quién más ha tenido continuidad en el último año, pero las tornas parecen haber cambiado –dado el rendimiento de Hilderbrand – a Fährmann, que parece hacerse con el puesto (de momento). De Fährmann podemos decir que es el portero más seguro de los tres en liza. Suele manejar el balón aéreo cruzado, así como su área; sin ser “felino”, llega a muchos balones que parecen imposible de llegar, acompañado de unos grandes reflejos. No se maneja del todo bien con los pies, pero tampoco es una debilidad.

En la defensa, el único puesto que permanece inalterable, es el lateral diestro. Uchida es un centrocampista de banda derecha, que con el tiempo ha sido reconvertido como lateral. Su recorrido y profundidad, son señas de identidad que contrarresta los huecos que deja a su espalda. En la pareja de centrales, llega un galimatías; estas últimas temporadas, la pareja incluía al joven Papadopoulos acompañado de Höwedes o de Matip. La grave lesión sufrida durante la temporada pasada, hizo que el Schalke incorporara a Felipe Santana –suplente del Borussia Dortmund- a sus filas. Santana es un central correcto, algo lento, pero no deficiente en la marca; sus habilidades con el esférico, no son del todo deseables para un central de élite, pero le vale para ser un férreo marcado y difícil de traspasar por alto. En el puesto se ha alternado con Matip; el camerunés es un mediocentro defensivo reconvertido a la posición de central, con todo lo que ello supone. Va bien en el juego aéreo, pero es lo único en lo que cumple las expectativas, ya que suele hacerse líos con la bola, en las que casi siempre perjudica al equipo. Höwedes es, junto a Papadopoulos, el mejor central del equipo. Es el que mejor saca la bola desde atrás, amén de su velocidad de reacción y buen marcador; internacional por Alemania y asentado en la plantilla, probablemente sea el titular en el centro cuando le toque al Schalke un enfrentamiento importante. Le acompaña Papadopoulos, un jovencísimo central heleno que no solo destaca por su juego aéreo, sino por su lectura del juego, colocación y anticipación. Tiene unas cualidades innatas y acaba de volver tras su grave lesión; probablemente, de aquí a Febrero sea otra vez titular con la camiseta azul. En el lateral izquierdo también existe un poco de inestabilidad. Dennis Aogo llegó esta temporada cedido del Hamburgo, por la falta de minutos a la que Fink –entonces técnico hanseático- le tenía sometido. Acostumbrado a jugar de interior o en el centro por su recorrido, la vuelta de Aogo al lateral, fue la vuelta a su nivel de antaño. Los fallos de Fuchs y las recaídas musculares de Kolasinac, hicieron necesario su fichaje. La grave lesión de Aogo (más de 3 meses), ha hecho que Fuchs y Kolasinac, vuelvan a recuperar su competencia por el puesto de titular. Christian Fuchs es un lateral muy ofensivo pero con deficiencias defensivas impensables para un lateral de su nível. Tiene su explicación, no es lateral de origen y nunca ha sabido reencontrarse como un lateral equilibrado. Sin embargo, su zurda es un guante y la usa para poner centros que podría firmar el mismísimo Kaltz. La zona defensiva se completa con dos suplentes: Hoogland y el canterano Ayhan.

El centro del campo refleja la inconsistencia de este equipo. La llegada de Neustädter en el verano de 2012, le hizo ser titular indiscutible. Como mediocentro, se trata de un jugador equilibrado y que lee muy bien el juego en largo. No es un mediocentro que se prodigue por su juego en horizontal –ni mucho menos-, pero cumple sobradamente con lo que se le propone. Teoricamente, Höger acompañaría a Neustädter; Marco es el que mejor trato de balón de los actuales medioscentros. Su lesión, ha hecho que Jones se haga con el puesto, pero el americano está más fuera que dentro del equipo en el aspecto mental. Su despliegue descomunal le está pasando factura y sus lesiones, le están apartando continuamente de la titularidad. El joven Goretzka, aún no se ha hecho con la plaza de acompañante de Neustädter. Demasiado joven para asumir responsabilidades que aún, no le tocan asumir. Además, es un perfil bastante similar a Jones, aunque con bastante mejor trato de balón que el americano. Así que la última solución de Keller, ha sido retrasar a Kevin Prince Boateng (fichaje estrella de esta temporada) a la posición de mediocentro acompañante. Boateng es un jugador “todoterreno” y hasta que se ha podido, ha jugado de mediapunta e incluso de delantero (razón por la que lleva el 9). El físico de Boateng tampoco pasa por su mejor momento, pero en año de Mundial con Ghana, sus ansias de triunfar en el país que le vio nacer, son mayores. De ahí, su predisposición: multiplicarse por 2 o por 3 y la confianza del técnico, le han dado alas para convertirse en uno de los referentes. Desde que esa conversión se ha llevado a cabo, el Schalke ha ganado sus dos últimos compromisos serios. Otros jugadores como Annan , Leipertz o Klingenburg, no cuentan para el técnico.

La segunda línea de centrocampistas o de ¾ de campo, corresponden a las tres grandes estrellas del equipo: Meyer, Draxler y Farfán. El estallido del joven jugador de 18 años, ha hecho que Clemens pase a ser suplente, tras la recuperación de Farfán. Meyer es un jugador eléctrico, capaz de imprimir velocidad al juego mediante conducción, paredes y rupturas al espacio. Además, no se lo piensa dos veces a la hora de chutar a puerta. Su calidad técnica sobresale y no le cuesta zafarse de cuantos rivales le salgan a su paso; su descaro es compatible con el de Julian Draxler. El 10 es el verdadero motor del Schalke, sobre quien recae todo el juego; bien escorado (cuando Boateng es mediapunta) como por detrás del delantero, Julian no solo tiene la efervescencia y descaro de Meyer, sino que además, tiene una capacidad asociativa para filtrar pases al espacio, que muy pocos jugadores tienen. A sus 20 años, es una de las grandes esperanzas venideras de Alemania en la posición; no lo tendrá fácil. El peruano Farfán es otro de los hombres fuertes de este Schalke; otros años discutido por su implicación, lo cierto es que su dribbling y cabalgadas por la banda derecha del Veltins-Arena, se han vuelto habituales. A su gran golpeo de balón, regate y calidad técnica, asume labores de mayor sacrificio. Un lujo.

En la delantera, la grave lesión de Huntelaar y la marcha de Ciprian Marica, han dejado al fichaje Adam Szalai como el delantero titular del equipo. Hasta ahora, Boateng le había robado el puesto; retrasar al germano-ghanés, le ha supuesto volver a la titularidad. El húngaro es un nueve de los clásicos; excelso rematador a un toque, no le importa caer a banda para asociarse con algún compañero. La velocidad ni la agilidad son sus fuertes, pero siempre tiene instinto de “matador”, algo que ha acompañado al ex madridista durante su etapa en Maguncia. De su acierto, dependerán mucho las opciones del Schalke. El otro delantero que se encuentra en la plantilla es el nigeriano Obasi, que ocupa plaza de extremo o segunda punta, cuando la situación lo requiera.

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Sin balón, no es extraño ver al Schalke en un marcado –y vetusto- 4-4-2. De hecho, es el sistema que mejor le viene, dadas las características que mejor le vienen a cada jugador. Sin embargo, la incluso de Draxler y Meyer, amén de su sociedad, le ha hecho participe de ese 4-2-3-1 que suele disponer.

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Uno de los principales defectos del Schalke, es la acumulación de jugadores en una zona. Esto provoca que haya jugadores que puedan romper un posible fuera de juego rival. Además, la basculación hacia el lado contrario es más costosa, ya que el lateral diestro del Schalke, está muy metido dentro del área.

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Otra característica inalienable del Schalke es siempre buscar un referente lo más cerca del área posible. Indicativo pues, de que se trata de un equipo que juega muy directo y muy vertical: saltarse la línea de pase de un centro del campo poblado, suele ser algo habitual en esta clase de equipos. El envio en largo, lo descarga el punta hacia la media punta, mientras el equipo va ensanchándose un poco más, teniendo margen de ruptura de los extremos, así como de de tener un apoyo detrás, para tener una línea de pase más nítida, a su apoyo más cercano.

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Los envíos directos y saltándose líneas de pase, también se hace por alto. En este caso, el defensa ha optado por jugar en largo y no por tener más el balón, pudiendo girarse y retrasar al portero o jugar a su compañero de su izquierda y desahogar el juego, o al de su derecha y sobrecargar ese sector. Ha preferido arriesgar el pase, con la consiguiente pérdida de balón. El Schalke no es un equipo que le guste tener demasiado el balón, se siente muy incómodo.

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Tras ver como el 4-4-2 inicial pasaba a ser 4-2-3-1 con balón, el Schalke también ensancha su presión en campo rival. En este caso, uno de los interiores pasa a ser extremo en la presión y uno de los extremos, interior. Una presión más ancha por parte de los jugadores, obliga al rival a tener que conducir más y –por lo tanto- a no dejarles jugar cómodo, arriesgando el pase o incluso en su propia conducción.

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Una de las cosas más a tener en cuenta del Schalke es su contragolpe. En esta secuencia de imágenes se puede demostrar, que es de lo poco organizado de este equipo. El lateral izquierdo anticipa, cede al extremo que no ve una línea de pase muy definida y devuelve para el lateral zurdo que ve claro el centro, el delantero no ve claro el remate y cede al extremo izquierdo que se apoya en el mediapunta y éste iba a dejar para que el extremo diestro tuviera línea de disparo. Esta es de las jugadas que mejor le salen al Schalke.

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Una de las otras cosas que se ha de tener en cuenta o prestar atención, es el balón parado del Schalke. Generalmente, cambian de lanzadores. Si Farfán es quien lanza en izquierda, el balón probablemente vaya muy cerrado; si es Fuchs. Draxler le puede pegar con las dos, motivo por el cual, solo ejecuta libres directos. En la imagen, se puede ver como el Schalke situa hasta cuatro jugadores dentro del área y tres, incluso, en área pequeña. El juego aéreo de este equipo es de los más efectivos y rentables de Alemania con diferencia, con lo que no deja casi lugar al aprovechamiento del rechace desde fuera del área.

A los “mineros” se les puede hacer daño de varias formas:

.- Circulación rápida, fluida y precisa: ellos son un equipo lento para bascular y cuyos centrales suelen perder la posición con facilidad.
.- Obligarles a jugar en largo, teniendo a Pepe-Varane/Ramos como centrales: se necesita una pareja de centrales que ganen balones por alto y no concedan rechaces con frecuencia. En este tipo de jugadas, el Schalke gana muchos enteros, por lo que conviene tener controlado este punto.
.- Minimizando transiciones: es conveniente una marca de Arbeloa y el central que juegue en derecha sobre Draxler y Farfán en izquierda. Son jugadores rápidos y verticales que siempre van a buscar las triangulaciones rápidas para salir de las presiones rivales y buscar el uno contra uno para poder llegar al área a través de centros cruzados.
.- Ritmo ágil y dinámico: los centrales y medioscentros son pesados. Boateng es un jugador más dinámico, con lo que un marcaje “mixto”, para que no reciba fácil y tenga que girarse, no lo haga tan fácil y de cara para los atacantes alemanes.

El Schalke es un grupo de alemanes desorganizados, pero no por ello, menos peligrosos. A buen seguro que en el Bernabéu habrán tomado nota de los Draxler, Meyer y compañía.