La obra de Pep en el Bayern está inacabada, y el contexto en el que ha trabajado hasta ahora no es idílico precisamente. Pero su labor por ahora en el equipo bávaro no es perfecta, por h o por b hay piezas que en su libreto no terminan de cuajar como podrían o deberían dado el alto nivel de estos jugadores. Y con ello tampoco se puede considerar que sea un mal trabajo el de Guardiola en Múnich (cuando se gana 0-3 en Dortmund o se arrasa 1-3 en el Etihad, además de ganar la Supercopa de Europa en su día…), pero su Bayern no es tan potente como el que heredó.

Entrando en el contexto, y al repaso de la historia reciente del fútbol europeo, el ganado de la Champions League nunca ha sido capaz de revalidar el trofeo. En algunos casos se ha mantenido en la élite (suele pasar) y en otros los proyectos han desfallecido, algunos por la elevada edad de sus miembros (Chelsea de Di Matteo creado en sus orígenes por Mourinho o el del Barça de Rijkaard, que tras tomar París decidió refugiarse en una cueva dos años a la espera del rescate de Pep). Sea como sea Heynckes creó finalmente una obra casi perfecta, una fase defensiva sólida, una transición ofensiva mortal y la capacidad para pausar el partido cuando lo considerasen. Y entre medias Javi Martínez llegando a todos lados junto a Bastian y Mandzukic siendo el delantero más abastecido de Europa.

Teniendo en cuenta que de la perfección lo razonable es empeorar, con Pep y el cambio de sistema (que no de forma de jugar) hay jugadores como Thomas Müller que no están entrando en el equipo como podrían. En su lugar está entrando con fuerza Götze para hacer de falso 9 o jugar escoradito en una banda con libertad para ir al centro (el rol soñado por el bueno de Thomas), cuya recuperación está suponiendo la pérdida de peso en el equipo de Mandzukic. Un gran goleador, con mucha movilidad, con la enorme virtud que cualquier centro al área lo remata pero cuyo nivel es, probablemente, inferior al de unos compañeros que son muy buenos.

Otra de las piezas que con Pep parecía ir perdiendo peso en el equipo era Bastian Schweinsteiger. Su nivel físico ha ido cayendo a lo largo de los años, y es probable que no haya otro motivo más allá de las lesiones, pero cuando ha estado sano con Pep su rol era muy medido en mediocampo, encadenado y viviendo de su golpeo. Haciendo de menos la que era su gran virtud, la capacidad de cubrir campo y de llegar a zona de remate.

Pero, hace dos años, en el seguramente mejor momento de su carrera, con un Bayern absolutamente desatado y poderoso, con amplio margen sobre el Borussia Dortmund en Alemania y con un Bastian en su apogeo se lesionó para el tramo final de año para dos-tres meses, meses en el que el Bayern de Heynckes perdió todo lo ganado hasta entonces y terminar subcampeón en todos los trofeos que disputó.

El futuro del Bayern es desconocido, lo que hará Pep finalmente es una incógnita. Pep se ha inventado el Lahm mediocentro, el Müller falso 9, superado ahí por Götze, ha reactivado a Robben, ha devuelto a Rafinha un rol importante, Alaba sigue creciendo como futbolista pero en general aún no se sabe cuál será su once definitivo para los días grandes esta temporada.

Pero más allá de las dudas del nivel y rendimiento de Müller con Pep o la importancia menor de Mandzukic y su pérdida de la titularidad en los momentos clave su Bayern concede ocasiones y contraataques. La vuelta de Javi Martínez y la presencia de Lahm hacen que todo sea, por ahora, sostenible dado el enorme nivel de su plantilla. Pero a falta de que recupere a todas sus piezas, y que entren en dinámica positiva, al día a día es el talento diferencial de sus jugadores (Robben en estas últimas semanas junto a Götze) el que saca adelante los encuentros.

Queda ver cómo va a quedar todo al final, probablemente estas líneas podrás ser tiradas al baúl de los recuerdos mientras se inventa otro equipo para la posteridad. Lo que sí ha hecho en este tiempo es recordarnos que leyendo el encuentro es único. En Dortmund, bien lo saben.