Bajo el amparo del Etihad, el Manchester City volvió a sumar tres puntos (4-2 frente al Cardiff) que le permiten seguir luchando por la Premier League. Esa es la buena noticia. La mala es que a penas hay diferencias entre como consiguió esta victoria y como consiguió cualquier otra hace cuatro meses… o incluso con Mancini. Los skyblue siguen sin notar la mano de su entrenador. Siguen sin dar ese salto definitivo como conjunto.

Por eso es difícil hablar del Manchester de Pellegrini. Es más fácil hacerlo del Manchester de Touré, de Agüero, de Silva… o el Manchester de todos ellos. El equipo sigue funcionando por el excelente nivel que ofrecen la pléyade de estrellas que poseen y que no vamos a descubrir. De momento su míster se limita a ponerles más limitaciones o más vuelo, según los hombres que disponga. Por ejemplo, en la victoria de hoy frente al equipo de Gales, Touré pudo jugar mas suelto gracias a Javi García controlando sus espaldas, mientras que Silva debió ir a una banda izquierda que le limita un poco su incidencia por dentro. Solo un poco.

Con eso le bastó para destrozar con 4 goles a su rival: una gran acción individual de Silva en el primero; otra de Dzeko en el segundo para la irrupción de Navas; la demoledora cabalgada de Touré que devora el concepto de box-to-box; y un poderoso Agüero en la frontal que demuestra que su nivel prelesión (candidato a mejor 9 de momento) sigue intacto.

Pero como el equipo sigue mostrando carencias de ensamblaje, muestra la cara negativa en la defensa. Definitivamente esa parte no está construida y cada día muestra carencias. Hoy sin ir más lejos la jugada del primer gol del Cardiff exigió a Kompany ser interpretativo, y ahí el belga no es un portento. Sin las ayudas de un sistema trabajado, la zaga seguirá estando demasiado expuesta sin importarles el apellido del atacante que tengan enfrente.

Pero eso poco importa, al menos en la competición doméstica, cuando delante tienes todo lo que tienes. 42 goles en casa y 103 en lo que va de temporada son buena muestra de que todas sus estrellas están engrasadas, en el mejor momento de sus carreras. Y eso es suficiente para que el City mantenga el pulso, porque ya se sabe: el todo es la suma de las partes. Y Pellegrini quizá tenga algo que decir en el nivel de todos ellos.