Aspectos a tener en cuenta basados en nuestro sentir, nuestras reflexiones, y en “El Jugador es lo Importante”:

– Para conseguir las conductas que queremos mejorar, quizás, no sea es necesario dar tanta prioridad a las “reglas de provocación” sino a las sinergias entre jugadores:

“El jugador decide en la indeterminación; que las reglas no decidan por él” Cano Moreno, 2013

Debemos jugar con el mimetismo que nos ofrece nuestra plasticidad cerebral a través de las neuronas espejo: aquellas neuronas capaces de empatizar con los movimientos observados en nuestro entorno. Por ejemplo, si en una tarea queremos que se den conducciones para fijar rivales y liberar beneficiarios, en lugar de exponer que, para entrar en una zona determinada, es necesario hacerlo en conducción, coloquemos para invadir dichos espacios a los que, según sus cualidades, mejores conducciones ofrecen, o por su carácter, pueden ofrecer; ayudando a los compañeros a salir de la zona de confort. Creemos que las variantes están en los jugadores y que la polivalencia tiene un elevado carácter mental, tal y como exponemos en “El jugador es lo importante”: entrenar en función de las “Consistencias Conductuales de los jugadores” *, el camino para un “Entrenamiento Alta Especificidad Dinámica” *: la verdadera especificidad está en las conductas cambiantes del ser humano.

– Mayor espacio de juego para las tareas no tiene por qué tener más carga física, a pesar de que la literatura científica así lo “evidencie”. Se puede jugar en un espacio muy reducido y con una elevada carga emocional y viceversa.

– Insistir desde el primer momento que el fútbol es un deporte de “por si acasos”.

– Para ganar espacio y tiempo debemos jugar siempre a piernas alejada y con muy buena orientación corporal.

– En defensa, utilizar carreras circulares en el acoso, en la disuasión (de vital importancia para contrarrestar la utilización de un medios simples como son la circulación de balón y jugadores, así como medios básicos como el pase). Conforme vayamos disminuyendo los espacios, la movilización de los jugadores (desmarques) no tiene por qué ser siempre así, es decir, “se puede estar parado, pero andando”.

– Es importante utilizar medios tácticos activos en defensa para provocar que se defienda de manera proactiva: acoso al impar.

– Hablamos de medios tácticos, pero queremos reflexionar acerca de  dos cosas:

1) El concepto de “medios técnico-tácticos”, ya que la “técnica” en sí, mientras haya situaciones de incertidumbre y toma de decisión, tiene poca cabida: todo sería táctico. Nos preguntamos si el entrenamiento de la “técnica” mediante situaciones descontextualizadas en las que la toma de decisión se ve totalmente segada podría darse. De hecho, si quitas los aspectos decisionales, no habría juego. El acto táctico, según las nuevas teorías neurocientíficas, ya no es percibir-decidir-ejecutar, como tradicionalmente nos han mostrado. El cerebro acude en la toma de decisión en una situación rápida como un bucle que rastrea aciertos,  errores pasados, y posibilidades futuras; siendo la toma de decisión en un tanto por ciento muy elevado,  inconsciente: en función de las experiencias vividas y de las posibilidades que uno sienta como posibles. Teniendo esto en cuenta, ¿existe la intención táctica? (Cobra más sentido por qué no se debe entrenar descontextualizado). Más que percepción, lo que nuestro cerebro SIENTA como posible (arriesgar), será lo que haga. En el ejemplo anterior, si nuestros jugadores SIENTEN que se pueden dar situaciones de conducción y fijación, irán intentándolo todos. Si un jugador siente la posibilidad, durante el juego, de que tira con la pierna no dominante, lo hará a partir de ahora. Las intenciones se irán tornando en interacciones porque habrán pasado de entender lo están haciendo a interiorizar lo que pueden hacer.

2) Con todo lo anterior conseguimos una “Reciprocidad Adquirida en el Juego” *, es decir, éste nos devuelve lo que le exponemos. Es la manera que tenemos de desarrollar nuestra “Estructura Neuroadpatitiva”, aquella multiestructura que hace funcionar y cohesionar todas las planteadas por el profesor Seirul·lo.

maikel1

   Imagen perteneciente al Cadete B (2013-14) de la Unión Deportiva Almería.
 

Primera tarea

“Situación global” en 2 grupos de 11. Sería ideal como calentamiento o tarea introductoria. Dividimos al equipo en dos grupos de 10-12 jugadores (porteros incluidos). El objetivo es llevar el balón de un lado a otro encontrando a los hombres libres tras la línea de presión de los de dentro. Damos un sentido de ataque y defensa, es decir, si el balón lo tiene un jugador de fuera, la prioridad es llevar el balón al lado opuesto. La circulación de los de fuera de manera libre y cambiando con los comodines de dentro ayudará (siempre intercambiando posición los de dentro con los de fuera) a una mejor circulación equilibradora. Se puede entrar dentro en conducción y/o sin ella. Introducimos 2 comodines para facilitar el encuentro de dichos hombres libres, aspecto éste, que ayuda en el desarrollo del modelo de juego desde la primera semana: un espacio amplio y unas condiciones que faciliten. Tanto dentro de la misma sesión como dentro del desarrollo del modelo iremos dificultando con espacios cada vez más reducidos y mediante situaciones asimétricas la circulación siguiendo la Teoría Escalonada de Roth de enfrentamientos en igualdad, inferioridad y superioridad. ¿Cuándo la igualdad, cuándo la inferioridad y cuándo la superioridad? Depende del camino a seguir para la consecución de los objetivos. Creemos en las situaciones de inferioridad como medio de puesta en práctica de una mayor plasticidad cerebral.

maikel2

Segunda tarea

“Situación global” 11 x 11  en 4 zonas para afianzar las posibilidades de avanzar generando ventajas desde el portero. El objetivo es llevar el balón de un lado a otro en el que el gol se materializaría encontrando al portero contrario. Es de vital importancia, con la ayuda del portero y la interacción de los centrales, ir generando ventajas mediante conducir-pasar para ir eliminando oponentes. Provocando hombres liberados de oposición durante la progresión. Los compañeros de los poseedores del balón deberán reconocerse como hombre libre para crear superioridad posicional a la espalda de una línea. Para ello es importante interpretar cuándo desmarcarse a la espalda de la siguiente línea y cuándo separarse de su oponente. Pasa a ser esencial separarse para desajustar, así como situarse a diferentes alturas, evitando así, invadir espacios de compañeros colindantes. El objetivo final es comprender la dualidad beneficiario-benefactor.

“Reglas de provocación”:

– Partimos de los espacios específicos de intervención, excepto para ganar una línea. Podemos pasarla en conducción o mediante pase. Si lo hacemos de la primera forma, es posible que encontremos más hombres libres; de la segunda manera,  quizás, aparezcan más terceros hombres en la circulación.

– Los jugadores de fuera pueden ser 4 comodines, o 2 comodines por cada equipo (o 1 y 1), pudiéndose robar el balón entre ellos. Lo que sí creemos oportuno, es que si es la segunda opción o la tercera opción, los de fuera puedan entrar dentro así como los de dentro salir fuera, provocando así circulaciones de jugadores y evitando que se marquen los de fuera de manera permanente entre sí. La forma de cambiar de zonas bien a nivel longitudinal y/o transversal está relacionada con el punto inmediatamente anterior. Aún así, pensamos que es fundamental poner fuera (salvo circunstancias de jugadores que se estén incorporando de alguna lesión y estén en fase de preoptimización y/o optimización) jugadores que provoquen continuas entradas y salidas, manera ésta, de contagiar al resto.

– En cuanto a la manera de avanzar, podríamos decir que es “obligatorio” hacerlo por abajo, pero esto habría que evitar decirlo y que el jugadores encuentre las soluciones que estime oportunas mediante sus capacidades y las interacciones que se puedan generar.

– Esta tarea puede acabar con porterías y porteros.

maikel3

Tercera tarea

“Modelo de juego” 11 x 11  en 3 zonas buscando hacer gol. Con la ayuda del portero el objetivo es generar ventajas desde los centrales. Los centrales deberán atraer y pasar para descubrir posibilidades de próximos y alejados. Provocar hombres liberados durante la progresión para desajustar las diferentes líneas de oposición. Los compañeros de los poseedores del balón deberán reconocerse como hombre libre. Para los compañeros de los poseedores del balón es de vital importancia recibir a la espalda de la línea de los oponentes (superioridad posicional) que realizan los acosos. De manera que mantiene al pasador en campo visual, se separa de la oposición rival y tiene la posibilidad de la elección de trayectoria que le permita seguir orientado para la acción posterior. En el momento que identifiquemos que nuestros jugadores van dominando los contenidos, podemos permitir que en las zonas donde intervienen los centrales pueda incorporarse dos defensores. Para provocar que mediocentro pueda situarse como tercer central para la construcción de situaciones de ataque en el inicio del juego  (salida lavolpiana).

“Reglas de provocación”:

– Tenemos en cuenta las expuestas en la tarea anterior.

– Partimos de los espacios específicos de intervención, excepto para ganar una línea.

De esta manera en la búsqueda de los  “hombres libres” podremos  incidir:

– Disponerse a diferentes alturas facilitando así la creación de líneas de pase:

1) Los “hombres libres” deben saber interpretar cuándo desmarcarse a la espalda de la siguiente línea y separarse de su oponente.

2) En la circulación de jugadores evitar invadir espacios de colindantes.(Comprender la dualidad beneficiario-benefactor).

3) El poseedor del balón jugar sobre pierna alejada del receptor.

4) Separarse del oponente en el momento oportuno (posibilidad de uso de fintas) para facilitar recepciones orientadas.

5) El posesor otorgar ventajas a los compañeros a los que pasan el balón.

 – Al disminuir el número de zonas, queda una central que nos puede ayudar a solventar algo muy común en la salida de balón dentro del juego de posición: los centrales y laterales se abren y separan, sin escalonarse ni montarse en el mismo eje, pero los del centro del campo se suelen “montar” dentro del mismo eje transversal, facilitando la intervención defensiva del equipo rival así como dificultando la continuidad para dar pases en propio campo y en campo contrario de su equipo. Cuando el balón va de portero a centrales es muy común golpear en largo por parte de estos o de los laterales por estar todos “escondidos” ante la posibilidad de perder un balón en la zona de medio campo. Esta conducta se repite cuando se está iniciando el juego de posición como consecuencia del miedo intrínseco, y nunca reconocido, por parte de los jugadores encargados de dar continuidad al juego. Para ello proponemos:

1) Evidentemente, poner ahí jugadores que tengan interiorizado ese tipo de juego como ya hemos dicho, sobre todo al comienzo.

2) Se han de sentir cerca, y aunque pueden estarlo, no se sienten así. De ahí la zona marcada en el centro. Cada vez que el balón pase por ahí, han de dar equis número de pases antes de poder volver a salir, lo que provoca que se acerquen. Se ahogarán los espacios, según los puristas, pero se sentirán cerca tanto para los apoyos, como ante cualquier pérdida.

maikel4

Situación en el juego de posición: concepto del “hombre libre” from @Maikelscouting on Vimeo.

 

(*). Conceptos pertenecientes a “El jugador es lo importante. La complejidad del ser humano como verdadera base del juego”. Cervera Villena, Francisco José y Coba Sánchez, Rosa María (2012). Edit. Wanceulen. Sevilla. España.

 

Artículo realizado por Jose Miguel Marcos Costoso  y Francisco José Cervera Villena