Sin hacer mucho ruido, pasando de puntillas. Así es como tratará de presentarse el Real Club Celta de Vigo este miércoles en el Camp Nou.

Tras la resaca del clásico, los de Luis Enrique intentarán aprovecharse de la posible falta de concentración y activación de los jugadores culés. El derby español ha sido muy intenso y polémico, pero la victoria azulgrana vuelve a enganchar a unos jugadores que, apenas un mes atrás, parecían dar por perdida la pelea por el título de Liga.

Es por eso que si ya la visita al Camp Nou se presentaba complicada, con un Barça enchufado será aún más difícil, si cabe.

El Celta viene de un partido que ha dejado muy malas sensaciones entre jugadores y aficionados. El choque contra el Málaga era una oportunidad para alejarse de forma importante del descenso y afrontar con tranquilidad el carrusel de partidos de máxima exigencia que afrontará el cuadro céltico en las próximas fechas. Sin embargo, el Málaga fue muy superior al Celta. Fue a por la victoria desde el minuto uno, estuvo mejor posicionado sobre el terreno de juego, fue más agresivo, jugó con más intensidad, se mantuvo concentrado los 90 minutos y defendió durante todo el encuentro como si le fuera la vida en ello. Por el contrario, el Celta se mostró muy dubitativo e indolente en defensa, concediendo muchas facilidades a los de Schuster. Y en ataque se mostró un conjunto muy plano, sin ideas y sin capacidad de desbordar a la defensa malacitana.

Tras 27 jornadas sin repetir alineación, se da por descontado que Luis Enrique volverá a cambiar su once inicial. Khron-Dehli es baja por sanción, Rafinha es baja segura por sus problemas en el dedo de su pie izquierdo y reaparecen tras su partido de sanción Cabral y Aurtenetxe. Desde este espacio y usando la lógica intentaremos adivinar qué once sacará mañana Lucho, aunque ya os aviso de que es una tarea imposible.

Con Yoel en la portería, la defensa celtiña puede ser la formada por Hugo Mallo, Cabral, Fontàs y Jony. Dos laterales rápidos, con centro de gravedad bajo para defender los uno contra uno que plantearán los azulgrana en banda. Y después Cabral y Fontàs, la defensa que más seguridad ha dado al conjunto gallego en lo que va de liga. Los dos pecan de poca velocidad y falta de cintura, pero globalmente son los más equilibrados.

En el centro del campo, a pesar de su nefasto partido, yo apostaría por Oubiña como pivote. Sabe leer las jugadas, interpreta muy bien los rechaces y achica estupendamente. Otra opción sería meter a Fontàs de medio centro y cubrir su posición en la defensa con Íñigo López. El riojano es más contundente y solvente en el juego aéreo pero tiene peor salida de balón y es más lento. Fontàs como medio centro ha cumplido cuando se le ha necesitado, pero el Camp Nou, frente a un equipo que maneja tan bien la frontal del área como el Barça, puede ser un reto indescifrable para el de Banyoles.

Los dos interiores seguramente sean ocupados por Augusto Fernández y Álex López. Ambos ofrecen sacrificio en defensa y capacidad de conducción y para proteger el esférico, aspectos muy importantes para superar la presión culé tras pérdida. Otra opción es el joven Madinda, por el que Luis Enrique ya apostó frente al Levante. Es más rápido y ágil que los anteriores pero su fiabilidad es menor. En el banquillo esperará Rafinha, en caso de ser convocado. El hispano-brasileño es el auténtico crack del conjunto celeste, el único capaz de marcar la diferencia de forma individual. Por desgracia para el Celta, su presencia parece muy poco probable.

Arriba Charles es un fijo. Su capacidad para aguantar el balón de espaldas será muy útil para dar continuidad al equipo de Luis Enrique. Sólo quedarían los dos extremos. Es altamente probable que el Barça monopolice la posesión del balón y que el Celta pase mucho tiempo en su campo. En ese contexto sería muy útil tener jugadores que puedan correr; y Orellana y Nolito no son jugadores de ida y vuelta. En ese sentido no descartaría la presencia de Santi Mina, que a pesar de su juventud, tiene potencia y zancada para sorprender al Barça a la contra.

La clave del partido estará (obviando a Leo Messi, que es el indiscutible factor más importante) en la defensa posicional del Celta. Tomando como referencia los planteamientos de la Real Sociedad y del Osasuna, el Celta saldrá presumiblemente con dos líneas de cuatro muy juntas y con el pivote entre medias equilibrando y ajustando el sistema en función de Leo Messi. Los extremos muy cerca de los interiores para tapar los pases interiores y orientando al Barça hacia las bandas. Ahí esperarán Hugo Mallo y Jony con las ayudas de los extremos y con Álex López y Augusto tapando y presionando el pase atrás. En ese contexto puede hacer mucho daño a los celestes Cesc y sus llegadas desde segunda línea, que tan mal defienden los gallegos.

Eso en defensa. En ataque dependerá de dónde se recupere el balón. Si el Barça consigue llegar a línea de fondo y empuja al Celta hacia su portería, dominará posicionalmente el encuentro y se hará con los rechaces, ahogando a los de Luis Enrique. Por ello es fundamental la transición ofensiva celeste. Los tres jugadores fundamentales en este sentido son Charles, Augusto y Álex López. El primero, como ya comenté anteriormente, es clave recibiendo de espaldas, aguantando el balón y esperando a que sus compañeros se sumen al ataque. Lo tendrá difícil. Los segundos serán claves por su capacidad para superar la presión culé. Tras perderlo, el Barça presionará de forma muy agresiva. Y Augusto y Álex López tienen capacidad para superar un uno contra uno. Si consiguen hacerlo con éxito pueden hacer mucho daño al Barça a la contra. Ahí estarán las pocas opciones celestes. Siempre y cuando Don Leo lo permita.