EL BARÇA GOLEA ANTES DEL BERNABÉU

Se presentaba un partido trampa para el Barcelona ante Osasuna, después de ganar al City en Champions pero aún con los fantasmas de Valladolid en la cabeza. Precisamente el encuentro de Zorrilla, como el de Anoeta, habían dejado patentes que este Barça funciona por momentos, por rachas en las que conjuga el buen y el mal juego, situación que varía en función de las sensaciones inmediatas que transmite el equipo sobre el césped. Ayer no fue el caso, dado que el partido terminó en cuanto el Barcelona empezó a jugar.

Y eso que Osasuna comenzó poniéndole algunas dificultades. No sufría el Barça, pero los rojillos le negaban los espacios por dentro y obligaban a los azulgrana a jugar por fuera, incomodándole la conexión con los centrocampistas. El conjunto de Javi Gracia duró 18 minutos, exactamente el mismo tiempo que tardó Messi en marcar su primer gol en una agradable tarde de domingo, soleada y calurosa, en un horario agradecido. El argentino se deshizo de su marca rematando al primer palo un centro de Alexis desde la derecha, quién había recibido un pase previo de Xavi, con un leve toquecito ante la salida de Andrés Fernández.

A partir de ahí, el Barça empezó a encontrar la fluidez mediante múltiples combinaciones interiores, comandadas por un genial Iniesta y remachadas por los delanteros, Pedro y Alexis: rápidos y eléctricos ambos, precisos en la asociación y generosos en el desmarque. Con ellos vive cómodo Messi, que se ahorra quilómetros y recibe más espacios para encarar y enlazar sus famosos eslálones. Tras una preciosa combinación entre Iniesta y Alba en la banda izquierda del ataque azulgrana, el lateral encontró línea de fondo y metió el pase de la muerte para que lo rematara Alexis, que se anticipó rápidamente a Arribas, fiel reflejo de Osasuna, confundido y desbordado por completo.

El partido se le puso rápidamente de cara al Barcelona, sabedor de que podía correr la sangre tras una semana repleta de críticas por la mala imagen exhibida en Valladolid. Los jugadores se expulsaron la pereza inicial del cuerpo y empezaron a tocar la pelota, madurando los ataques con paciencia, haciendo el campo ancho para luego ser profundos a través de los desmarques de los delanteros. Con el excepcional trallazo de Andrés Iniesta, que ya completó una actuación de alto nivel ante el City, el Barça se fue al descanso con una ventaja de tres goles, fiel reflejo de la enorme superioridad azulgrana sobre su rival.

Bajadas las revoluciones tras la reanudación, Osasuna bajó los brazos y el Barcelona se puso a mover el balón de un lado a otro para dormir el partido y controlar a su rival. Sin la brillantez del primer tiempo, las ocasiones se fueron sucediendo, cayendo como fruta madura. Una carrera de Pedro, un centro de Alexis, un regate de Iniesta: el partido sobrevivía a través de los destellos de calidad del manchego, quién en un momento dado conectó con Messi dentro del área y, tras una combinación preciosa, el argentino marcó el cuarto de la tarde. Precisamente, el gol que le corona como el máximo goleador de la historia del club con 370, superando al primer ídolo de masas barcelonista, el filipino Paulino Alcántara.

En ese momento Martino ya había introducido al camerunés Alex Song en lugar de Xavi, que quedó tocado tras recibir un golpe en el pie derecho. Cristian Tello relevó a Alexis y el primer balón que tocó acabó en el fondo de las mallas, con una jugada marca de la casa incluida. El Barça ya hacía tiempo que había salido a divertirse y, al son de Messi e Iniesta, cayeron dos goles más: otro del argentino y uno de Pedro. El canario demostró estar en buena forma a pesar de que no jugara ni un minuto el pasado miércoles en Champions.

Con el 7-0 y la masa social azulgrana bien alimentada, el Barça tendrá la oportunidad de encarar con relativa tranquilidad una semana que se antoja clave para el futuro en la Liga. El Santiago Bernabéu espera para dictaminar si el conjunto del Tata tiene decidido disputar la competición doméstica hasta el final. Tanto el Atlético como el Real Madrid no fallaron en sus compromisos, por lo que ganar a los hombres de Ancelotti es obligatorio si se quiere seguir aspirando a mantener el trono de la Liga. Tarea difícil, aunque un poco menos si Leo e Iniesta se muestran tal y como están.