El gol en el Calderón

Barça y Atlético de Madrid se han enfrentado ya cuatro veces esta temporada, de las cuales, ni culés ni colchoneros han ganado ninguna. Cuatro empates. Si antaño los duelos entre estos dos equipos aseguraban el espectáculo de los goles, en la actualidad éste toma formas distintas. En el presente curso, ninguno de los dos equipos ha sido capaz de marcarle más de un gol a su oponente, y en la mitad de veces que se han visto las caras, se han quedado a cero. Las defensas (de la índole que sean, con o sin balón) se están imponiendo a los ataques. Sin embargo, el 1-1 de la ida obliga al Barça a marcar. En principio un gol, y posiblemente dos. Algo (esto último) que hasta ahora Martino no ha logrado contra Simeone.

Aunque en otro contexto sonaría simplista, tiene sentido decir que uno de las explicaciones del pobre bagaje anotador de los azulgranas ante el equipo del Cholo, tiene que ver con que Leo Messi esta temporada todavía no ha logrado marcarle a Courtois. No es un secreto el peso anotador del argentino en el Barça. El único azulgrana que ha conseguido marcarle esta temporada a Courtois ha sido Neymar. Suya es la firma de los dos únicos remates del Barça que han superado al belga. Volviendo sobre lo que ha sido la trayectoria del equipo desde agosto, tampoco es una sorpresa. El crack brasileño ha sido decisivo en el marcador en las citas más lustradas de lo que llevamos de temporada. Manchester City y Real Madrid lo acreditan.

Pero hay más, no es únicamente eso. No se reduce sólo a la determinación de Neymar en área contraria. Repasando sus dos goles al Atlético, detectaremos que ambos llegan desde el perfil izquierdo del ataque. Y eso que gran parte del partido de la semana pasada lo jugó en la derecha. Neymar ante el Atlético de Madrid, jugando en banda izquierda, se mide a Juanfran. El alicantino, que asomó la cabeza en Primera División jugando bastante más adelantado, seguramente es junto a Mario Suárez el hombre más expuesto a fallar, pero además su equipo lo protege menos que a otros. En los dos goles de Neymar a Courtois aparece en la foto y, seguramente, en los dos falla (o podría hacer más), pero no es menos cierto que en ambas jugadas de le exige mucho y que en ambas, su error, no tiene red de seguridad. Es lo de siempre: lo de la manta corta, taparse la cara, descubrirse los pies…

La cara que quiere tapar Simeone es la de Leo Messi, y ahí van los mayores esfuerzos. Centrales y mediocentros se enfocan a ello, tanto que finalmente son los puntas los que le intentan robar el cuero a Xavi e Iniesta. El manchego es el otro pie que se descubre, el jugador al que el Atlético no puede defender. Jugando de interior, es el arma más poderosa de Martino para romper las líneas de su oponente y lograr llevar el balón a la frontal. Neymar y Andrés son los dos pies que quedan al fresco, y en las últimas horas se rumorea que Martino podría estirar el cuello para hacer a la manta atlética más corta. Desplazando a Leo Messi a la derecha, y llevándose el argentino con él las principales vigiláncias, la orilla izquierda, la de Iniesta y Neymar, se descubriría. Habría más espacios. Esos que pueden forzar a Juanfran a una mala decisión. Además, la baja de Turan penaliza la salida rojiblanca y exige menos retorno por su banda.

Ya van algunas semanas que Martino ha cortado la cadena que sujetaba a Cesc cerca de Busquets. Desde el Bernabéu, Fàbregas ocupa una posición más adelantada. Sea para tapar al mediocentro rival, para dejarle la base a Iniesta o para descargar de atenciones a Leo, lo cierto es que la posición del de Arenys se ha matizado. Esta noche, recuperando la mediapunta, moviéndose entre líneas, permitiendo el pase a la espalda del mediocampo atlético, puede ser la llave que permita estirar hacia la derecha para liberar en la izquierda. Un obstáculo para el rival entre dos fuegos. Y además, atendiendo a las circunstancias del partido y al resultado cosechado en la ida, la posibilidad de acercar al área al segundo futbolista con más gol de la plantilla. Como mínimo el Barça tendrá que conseguir uno. Posiblemente dos.