1X1: GERARD PIQUÉ & MARC BARTRA

AS EN LA MANGA por Oscar Papito

La posibilidad de obtener la mejor jugada en el póker, escalera real, es de cuatro entre 2.598.960. Con Piqué al Barça le tocó esa mano de cartas sin ningún descarte. Y uno de los peajes a pagar, ha sido no saber encontrarle un compañero de viaje fiable para el curso que termina.

Piqué esta temporada, probablemente más que nunca, ha vivido sólo ante la amenaza rival. Por delante los latifundios a la espalda de Busquets y detrás del que solía ser el lateral por su lado, Alves, han estado a la orden del día. Y el tres ha respondido aun a costa de ser el primer damnificado cuando llegaba el gol en contra, como se suele decir; salía en todas las fotos.

Sus compañeros de línea este año tampoco se puede decir que hayan estado finos, por lo que también ha tenido que lidiar con ser el corrector del zaguero del lado contrario. Uno por desaparecido, Puyol, otro por imberbe en prácticas, Bartra. Y el último porque nunca ha sido central ni lo será, y sólo se defiende en condiciones muy específicas, Mascherano.

Su baja en los últimos partidos importantes de la temporada, unida a la del mejor portero de la historia del club, han hecho especial mella en el equipo. Dada la desprotección que venimos comentando, su talento defensivo  se ha echado aun más en falta, pudiendo ser causa fundamental de que al final ningún título haya caído finalmente del lado azulgrana.

Tan sólo nos queda esperar que en la temporada post Mundial, el mejor central del equipo esté bien acompañado, con lo que no tenga que volver a protagonizar nuevas escenas de “Sólo ante el peligro” y poder volver a hacer gala de sus mejores condiciones ya sobradamente demostradas: fiabilidad y jerarquía.

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LA ALEGRÍA DE ATRÁS por Joan Barriach

Marc Bartra ha sido el legado personificado que ha dejado el Tata Martino en su temporada. Se confirmó como tercer central y demostró que se podía contar con él en circunstancias complicadas. Futbolísticamente tiene la misma virtud de Mascherano, anticipando puede llegar muy lejos, es fuerte en ese arte y técnicamente pocos centrales más dotados hay en el mercado. Con las lesiones de Masche y de Piqué, y con Puyol en el dique seco Marc se fue afianzando en el equipo inicial durante los meses de octubre y noviembre, en los que cuajó partidos de mucho mérito y mostrar con todo el desparpajo que atesora sus virtudes.

En el tramo final tuvo que sustituir al insustituible Piqué y la defensa quedó desguarnecida, además de la baja de Valdés. Pero Marc era la energía y el entusiasmo del que viene desde abajo y se siente llamado a ser alguien importante en el equipo. Sus reacciones, su tristeza tras las derrotas y su no resignación a la derrota en las semanas del desastre final hicieron ver que Bartra era uno de los nuestros. Bale le superó en una final de Copa en la que Marc dio esperanzas de salvar con éxito en un saque de esquina pero su reacción fue de las que quedarán guardadas en el recuerdo. Mientras el resto asumía una derrota (una taca en trayectorias inigualables) él sentía haber perdido una oportunidad.

Futbolísticamente deberá serenarse, llevar a cabo el proceso que hizo Puyol para domar su bravura y convertirse en un auténtico puntal de la defensa. El talento y la personalidad van de su parte. Y Luis Enrique no le pondrá trabas.