TRAGARÁ, PARARÁ Y SE SUFRIRÁ, PERO… PUEDE SER EL PORTERO

Marc André ter Stegen es un portero de 22 años que proviene de un equipo de media tabla de la Bundesliga. Estos datos no animan a ilusionarse con un guardameta que debe defender la portería más complicada del mundo (que se lo digan a Valdés) y que comenzará, los indicios indican que así será, un  proyecto novedoso en el que habrá muchas dudas y escasas certezas.

Antes de definir futbolísticamente a Marc-André hay que comentar que uno de los aspectos que marca su trayectoria es su carácter y fuerte personalidad. Debutó con el Borussia Mönchengladbach en febrero de 2011 después de que su equipo estuviera hundiéndose al fondo de la tabla en la Bundesliga. Llegó el suizo Lucien Favre y se la jugó por un chico de 19 años en la portería de uno de los históricos del campeonato alemán. Tuvo que soportar la presión de un club al borde del abismo, sujetar una defensa paupérrima e intentar contribuir a la salvación de un club que llevaba 16 puntos en 22 jornadas. Y lo consiguieron.

A partir de ahí su trayectoria en Alemania fue ascendente, la temporada siguiente fue la de la confirmación de los potros (así se apoda al Borussia Mönchengladbach) y el guardameta fue decisivo en la consecución de un histórico cuarto puesto para el Gladbach. Pasaron de luchar por no descender a jugar la previa de la Champions dos años después. Estos últimos años MATS se ha mostrado como uno de los mejores guardametas de un equipo que siempre ha estado en la lucha por las competiciones europeas. Ahora da el salto a un gigante. En su día tuvo personalidad para soportar el abismo de un grande, ahora tendrá el Camp Nou encima.

A nivel meramente deportivo ter Stegen tiene dos grandes virtudes que le hacen un muy buen guardameta a los 22 años. Tiene muchos reflejos y una gran capacidad para parar. Todo balón que parezca imparable es capaz de despejarlo a córner o de evitar que entre a la portería. La otra virtud es su capacidad para anticipar fuera del área. No es extraño ver al teutón saliendo a despejar lejos de la portería en situaciones comprometidas.

Ambas virtudes, junto a su personalidad, le hacen un portero idóneo y capacitado para ser el guardameta titular de un gigante como el Barcelona. Pero no es perfecto, a sus virtudes se le han de añadir lo que son para mí dos defectos a tener en cuenta. Uno, ataja poco. No es en este sentido un portero de la escuela Valdés, un maestro en blocar el balón. Marc-André despeja casi siempre, normalmente con fuerza, pero en ocasiones concede otra oportunidad al delantero. El otro grave defecto, que es habitual en los porteros jóvenes, aunque tengan mucha proyección, es su vistosidad en los errores. En resumen, cuando canta es de forma garrafal y a veces un tanto absurda.

Por otro lado se ha comentado en redes sociales y en varios medios de comunicación que el factor decisivo para traer a ter Stegen es su juego con el balón en los pies. Personalmente discrepo que este sea el argumento para su contratación, técnicamente es un portero capacitado para un control y pase al compañero cercano, pero está lejos de ser una auténtica garantía y factor táctico en sí mismo como fue el golpeo preciso de Valdés. Dónde si puede destacar en Barcelona Marc-André es en el fuerte saque con las manos, ideal para salir en contraataque en situaciones que lo precisen.

No lo tendrá fácil exportero del Borussia Mönchengladbach. Como todo portero joven tendrá en su debe cantadas y errores que costarán puntos, deberá superar la presión de la portería, la de un entorno intoxicado y necesitará paciencia por parte de Luis Enrique y de los que manejan los hilos desde atrás. Con margen para trabajar, jugar, parar, cantar y encajar se convertirá en uno de los mejores guardametas del mundo, sino se quedará en otro portero prometedor que se precipitó/le precipitaron.