EXTREMO Y CANTERANO por Jacobo Cerdido

La aventura de Gerard Deulofeu no ha dado los resultados que esperaban ninguna de las tres partes cuando esta se inicio hace ya casi un año. La llegada del canterano culé a la tierra de los extremos -en la que Wright-Phillips, Joe Cole, Ashley Young, o Víctor Moses tuvieron momentos de gloria- se antojaba como un éxito asegurado, pero a la hora de la verdad no fue así. Con una adaptación lenta y una progresión cortada por una inoportuna lesión por Navidades –justo cuando los ingleses más juegan al football– el rol de Deulo en el Everton se limitó a ser el del jugador número 14, o 13 en el mejor de los casos. Su mayor momento de gloria, el golazo al Arsenal, líder del momento. Terminada la temporada habiendo jugado 29 partidos -que en realidad fueron 29 ratitos-, Gerard regresa a casa con más experiencia en la cabeza pero no con más fútbol en sus botas.

Regresa a casa no por lo que ha demostrado, sino por lo que tiene que demostrar. El extremo catalán vuelve a ser parte de una cultura y de un sistema de juego que ha hecho de otros canteranos jugadores de nivel mundial en su posición, muy importantes para el equipo, o al menos con un rol definido. No es poca cosa. Además su presencia rellenará un rol del que el equipo hoy carece: peligro en la banda e imprevisibilidad desde el banquillo. Es cierto que su matrimonio con los otros cracks de la delantera no parece fácil, pero no es menos cierto que ese no será el problema a cubrir para la próxima temporada. Luis Enrique lo quiere, y sabe muy bien por qué.

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UN ERASMUS CON BUENA NOTA por Sonmovides

No es el Barça un club en el que históricamente los jugadores que salen cedidos vuelvan al año siguiente para quedarse, parece que Rafinha ha roto ese mito. Rafa Alcántara salió este año a buscar minutos y oportunidades en la élite a una plaza conocida para su familia, Vigo, dónde su padre había sido pieza importante en el Celta de los 90 y ahora vuelve como jugador del primer equipo y siendo uno de los rostros mas ilusionantes en este nuevo proyecto azulgrana. Durante este año de “erasmus” Rafinha se ha convertido en un jugador clave para el Celta, ya fuera partiendo desde el interior como jugando de extremo, Rafa se ha convertido en el jugador contextual del Celta de Luis Enrique, siendo capaz de organizar a los vigueses desde el extremo derecho y logrando sumar buenos números en sus 32 partidos(27 de titular) marcando 4 goles y repartiendo 5 asistencias.

En Febrero nuestro compañero Jordi Chopi se preguntaba “¿De qué juega Rafinha?” y nos explicaba su evolución hasta el momento en el conjunto gallego. Meses después la duda sigue estando en el barcelonismo, ¿de qué jugará Rafinha en el Barça?. Es difícil de responder, sabemos que Rafinha en la élite ha jugado como interior y extremo, pasó en alguna ocasión por el falso 9(sobre todo en el Barça B y el juvenil) y en la masía llegó a jugar hasta de mediocentro. Probablemente su mejor rendimiento en el Celta llegó jugando de extremo derecho, abierto de partida pero yéndose al medio desde dónde organizar y ganar tiempo para armar su pie izquierdo y mostrarnos todo su repertorio de pases, pero en un equipo como el Barça un poco falto de profundidad(al menos las últimas versiones vistas) quizá la adaptación de Rafinha a la delantera sea mas complicada. Sin embargo de interior a priori tendrá menos tiempo y espacio para recibir y tocar por lo que la dificultad para lucir aumenta. Lo que tenemos claro es que Rafinha será importante para Luis Enrique, quizá no llega como titular indiscutible porque ahora tendrá que demostrar en el Camp Nou todo lo bueno visto en Vigo pero su polivalencia le ayudará a sumar minutos como azulgrana y será un activo para el equipo gracias a su versatilidad. Lucho se lo llevó a Vigo hace un año y ahora vuelve de su mano para formar parte de su nuevo Barça, Rafinha tiene “padrino” en el banquillo, calidad en su sangre y ganas de comerse el Camp Nou, tal como dijo ayer: “Me he formado aquí durante siete años y volver es una ilusión muy grande, un reto”. Un reto que nos ilusiona.