¿Qué es el estilo? ¿Y el ADN Barça? ¿Existió el Futbol Club Barcelona antes de Pep? Pues mira, sí. Y con estilo propio y logros memorables. Rijkaard ganó una Champions maravillosa, espectacular, divertida y con un juego que alguno debería volver a visionar. Lo recomiendo. Edmilson, Deco y Van Bommel formaban en el medio el día de La Final. Que no pasa nada por decirlo: Que ni Guardiola y Busquets tienen mucho que ver jugando de 4, ni Ferrer, Belleti, Oleguer o Alves son perfil parecido por más que hayan pasado a la historia como laterales derechos blaugranas. Ni desde luego Koeman o Puyol son primos hermanos. Y ambos son leyenda.

Que poco ADN Barça era Puyol ¿no?

El fútbol son transiciones. Perder el balón y recuperarlo. En un glorioso paréntesis vivimos la excepción que confirma la regla, un equipo que parecía que sólo atacaba, porque anulaba al rival. Tal cual. Cuanto antes volvamos a la realidad mejor para todos. Algunos están tardando demasiado en darse cuenta. Asumirlo es fundamental para progresar. Disfrutar de una acción de recuperación o valorar una pérdida de calidad es amar y entender este deporte.

Que se critica el pase en largo, las jugadas de estrategia, las acciones defensivas… Habría que ver también desde dónde y con qué criterio, rigor y profundidad. En este país todos sabemos de fútbol y el entorno culé es como es y por eso se asume con normalidad, pero imaginemos por un momento un equipo de baloncesto que se negara a defender en zona, a tirar triples y no entrenara los tiros libres… de locos. Luego puede destacar en ataque estático, corriendo o en juego interior, y cada espectador disfrutará más de una faceta u otra; pero de ahí a desprestigiar elementos que forman parte del juego y potencian tu equipo… Mucha tontería y muy poca memoria.

Y pasan los días, los meses y los años y seguimos en éstas. ¿Y ahora qué? El culé sabe de dónde viene pero no a donde va. Y es el conocimiento del pasado cercano el que nubla su futuro más inmediato. El control total desde la posesión como lo conocimos ha desaparecido para siempre. Intentarlo para quedarse a medio camino no favorecería a los de arriba que son los jugadores que hay que potenciar. Otro problema añadido sería la transición defensiva actual, que contra rivales TOP hemos comprobado que sigue lastrando. Las posesiones largas, ese aparente control que tranquiliza y reconforta a muchos aficionados por resultar tan familiar; es hoy un timo, una estafa, una trampa, un espejismo… Un contexto ideal para ser castigados.

Parece que a Lucho le gusta que su equipo transite más. Mascherano, Neymar, Busquets, Alves, Suárez, Messi… podría interesar. Pero empezaríamos desde cero en lo grupal aunque con unos mimbres más adecuados y potentísimos. No obstante deducir qué pretende el entrenador asturiano es como encontrarse un gallego en medio de una escalera y tratar de adivinar si sube o baja.