Una final en diciembre es lo que tenemos esta noche en el Camp Nou. No habrá trofeo a levantar, pero la victoria dejaría al Barcelona como primero de grupo, lo que conlleva la -a priori- doble ventaja de un sorteo más favorable y de jugar el partido de vuelta de los octavos de final en casa, allá por marzo. Pero además, este partido será para los catalanes una especie de confirmación. Tras perder en Madrid y en París, el equipo ansía dar un golpe encima de la mesa e imponerse a uno de los candidatos a ganar la Champions.

Desde aquella primera derrota de la era Luis Enrique en la capital francesa, el equipo azulgrana ha vivido una especie de montaña rusa: perdió ante el Madrid, y ante el Celta en el Camp Nou. Tras el parón por selecciones se repuso venciendo a Sevilla, Valencia y Espanyol, partidos que sacó adelante, quizá no con un juego brillante pero de la mano de un Messi estelar que ha firmado 3 tripletes en los últimos 3 partidos. El PSG, por su parte, llega a Barcelona como líder de una Champions en la que, a excepción del partido contra el Barça, no ha tenido un periplo muy brillante. Ha sacado los partidos tirando de oficio, gracias a los goles de Cavani, que sustituyó a Ibra durante su lesión. El sueco es la principal novedad respecto al partido que ambos equipos jugaron en París hace dos meses.

El equipo francés llega cargado de viejos conocidos, ya sea porque varios de sus jugadores han vestido la elástica del Barça o porque han sonado como futuribles para llegar a vestirla en alguna ocasión. El entrenador, Laurent Blanc, excampeón del mundo con les bleus, estuvo en el club la temporada 96-97; es un técnico al que le gusta ser protagonista en los partidos y que sus equipos tengan el cuero. En defensa nos encontramos a otro ex, Maxwell, y a 3 de los centrales que más veces han aparecido en la prensa como posibles fichajes: Thiago Silva, David Luiz y Marquinhos. Por delante de ellos un canterano del Barça, Motta, que forma un centro del campo fortísimo junto a Verratti y Matuidi. Y arriba Ibrahimovic, el jugador contextual de este equipo, al que se unen dos balas como Lavezzi o Moura, el olfato de gol de Cavani o la clase y técnica de Pastore. Una plantilla que aspira al cetro europeo repleta de alternativas para poner en aprietos a cualquier equipo. El PSG acude al Camp Nou a certificar su liderato de grupo y con las ideas claras: “… contra el Barcelona debemos ser más agresivos y decididos. (…)” como declaró su técnico. No parece que los franceses vayan a conceder las facilidades que Espanyol o Sevilla dejaron ver en Barcelona.

Por parte barcelonista, la baja de Alves abre un abanico de posibilidades a Luis Enrique: desde opciones naturales como Montoya o Douglas, pasando por cambiar de banda a un lateral zurdo como Adriano, hasta hacer un experimento recolocando en la posición a jugadores como Bartra o Mascherano. El resto del equipo no presenta tantas dudas, con ter Stegen como titular en Europa y Piqué volviendo a ser protagonista. El otro interrogante es el acompañante del 3; la altura y potencia de Mathieu pueden jugar a su favor en detrimento de Masche, sobre todo teniendo en cuenta que en esa zona estará Ibra. En el centro del campo parece que Xavi, Iniesta y Rakitic se juegan las dos plazas de interiores. Dónde no quedan plazas libres es en la delantera, en donde Messi, Neymar y Luis Suárez serán las principales bazas para asaltar el liderato. Por sus botas pasa la victoria.

Un Barça en línea ascendente en cuanto a resultados y con su estrella en su mejor momento de los últimos años se enfrenta a un PSG invicto esta temporada, liderado por un Ibra que tiene ansias de vendetta. Apenas un aperitivo de lo que se vivirá en las eliminatorias a partir de febrero.