Hoy a las 10 de la noche se espera una temperatura de 9ºC y cielos despejados en el Camp Nou. Tras el 0-4 a favor del partido de ida pocos son los alicientes para que el culé acuda al Estadi, más allá de ver si juegan los que menos minutos disponen habitualmente y si algún componente de la plantilla del B forma parte de la convocatoria. Convocatoria que por cierto, a última hora del lunes todavía no se conoce. De momento, son seguras las bajas de Alves y Neymar por problemas físicos y ayer lunes entrenaron con el primer equipo Munir, Sandro, Adama, Diagne y Samper. Cinco jugadores con serias opciones de pisar el verde en el día de hoy.

Hablemos pues de dos componentes de ese quinteto: uno por ser relativamente desconocido y otro por convertirse en la comidilla en los mentideros culés como solución de urgencia para la banda derecha, la banda maldita esta temporada.

Sobre Adama Traoré ya comenté hace unas semanas mi poca confianza en su hipotética reconversión a lateral/carrilero por tener características un tanto especiales. Hagamos un ejercicio de imaginación y traslademos a Adama al puesto de Alves, con el mismo rol, responsabilidades y obligaciones. La fletxa podría asumir toda la banda diestra por capacidad física y aseguraría un retorno veloz a zonas defensivas. Bien sea Leo o Suárez el que parta del extremo, quedaría liberado para interiorizarse, e incluso Rakitic podría disponer de mayor libertad. A esto añadimos su capacidad de desborde sea cual sea la situación, incluso en ataque estático con dos rivales frente a él -situaciones que muchas veces se encuentra Dani-. Esta capacidad de superar al contrario otorgaría al equipo la conquista de la línea de fondo, obligando a poblar el área para rematar los centros -muy mejorables- de Adama. Y teniendo al charrúa de 9 no sería mal asunto…

En el otro lado de la balanza nos queda lo menos bueno. En fase defensiva Adama se comporta como un delantero, asegura presión e intensidad pero siempre aborda al rival de la misma manera, a través de su velocidad y potencia. La labor defensiva se aprende -eso es cierto, podemos encontrar muchos ejemplos- pero Adama Traoré es un jugador de acción, no de reacción. Eso mismo ocurre en fase ofensiva. El de L’Hospitalet abre bien el campo, aguanta en la cal estirando al rival, y espera el balón. Él ya está, nunca llega. El juego nunca está por delante suyo, siempre en paralelo o a su espalda. Otro de los hándicaps es su capacidad de asociación, tanto en salida de balón como en ataque posicional. Si algo ha caracterizado a Alves en sus años mozos ha sido eso: ser un muy buen recurso al inicio de los ataques y convertirse en el socio número uno de Leo en la diestra. ¿Resultaría adecuado para Messi un lateral/carrilero tan extremo? Si queremos acercar al argento al área, no creo que esa sea la mejor manera.

Diawandou Diagne llegó este verano al B sin hacer ruido. Provinente de la segunda belga, la incorporación del senegalés estuvo rodeada de ciertas suspicacias debido a su paso por la qatarí Aspire Academy. Estos primeros meses nos han mostrado a un futbolista muy completo, estando todavía en fase de adaptación. Jugando como central la mayoría de los minutos, también ha transitado por el MC -siendo la tercera opción tras Samper y Gumbau- e incluso ha coqueteado algún partido con el lateral derecho. Rápido y correcto técnicamente, destaca por su sencillez a la hora de tomar decisiones en el campo. Como central ha formado una dupla con Edgar Ié de muchos quilates, si bien en este último tramo de la temporada, tanto la línea defensiva como todo el equipo han caído de nivel. Su físico se queda corto para las exigencias en el centro de la zaga, y su capacidad de comprensión del juego -el culé- no hacen preveer recorrido en la posición del 4. ¿Y el lateral? Meses atrás ya amenacé con esa posibilidad y sigo en mis trece. Quizá no ahora mismo, pero Diagne puede convertirse en un lateral derecho solvente para el primer equipo, con capacidad defensiva y llegada desde segunda línea. La verdad es que viendo lo que hay y lo que se nos viene encima, tenemos que empezar a ser imaginativos para solventar el maleficio de la banda derecha.