Todos los que venís siguiendo esta temporada del Barça con nosotros en Rondoblaugrana os habréis dado cuenta del especial hincapié que hemos puesto en analizar a los laterales del Barça, ya sea en su conjunto, las opciones que hay en la derecha o las que el entrenador tiene en la izquierda, analizamos los nuevos fichajes e incluso intentamos buscar explicación a los centros de Alves. Hoy, tras el partido de Mestalla seguimos dándole vueltas a la posición, no en vano tanto Alves como Jordi Alba son los jugadores mas señalados -junto a Busquets- del partido en Valencia.

Luis Enrique también le lleva dando vueltas a los carrileros toda la temporada, no tanto en los nombres a escoger, donde tanto Jordi Alba como Dani Alves han sido indiscutibles, sino en la modificación una y otra vez del funcionamiento del equipo para tapar la sangría que sufre por las bandas.

Vayamos al principio, Luis Enrique llega a Barcelona y además de Messi y Neymar, el club ficha a uno de los mejores 9 del mundo. Aunque Luis Suárez esté sancionado el entrenador piensa en cómo potenciar ese tridente y la solución viendo que los tres tienden al juego interior y a la frontal del área pasa por cerrar a los extremos y dejar a Messi la mediapunta. La responsabilidad de dar amplitud al equipo pasa por los laterales, que jugando muy arriba hacen las veces de extremos, a estos carrileros había que cubrirles las espaldas y la primera medida que utiliza Lucho es abrir a los interiores, que quedaban por detrás de los laterales, así podíamos ver a Rakitic o Iniesta tapando las vías de agua que dejaban el 22 y el 18. Esta disposición la vimos hasta París, dónde el escaso juego interior del equipo hizo que un Motta agigantado cruzase el centro del campo azulgrana una y otra vez sin ninguna oposición de los centrocampistas del Barça donde Busquets estaba muy sólo, agravando así la situación el gusto del de Badía por saltar a presionar para buscar el robo dejando tras de sí un hueco imposible de gestionar por los centrales. El partido se cierra con resultado favorable 3-2 para los parisinos, los 3 goles encajados por los barceloneses llegan desde las bandas. Primer envite gordo y los carrileros salen retratados.

Tras París, Luis Enrique va matizando el juego de sus laterales, ya no está siempre tan arriba ni suben a la vez, se acercaba el Bernabéu y el asturiano sabía que tenía que matizar su plan, con la entrada de Luis Suárez en el equipo los laterales eran mas importantes aún si cabe para que hubiera amplitud. Esta vez en Madrid, Lucho optó por equilibrar las bandas con Mathieu en lugar de Jordi Alba, de esta forma introducía un elemento mas defensivo que el 18, lo había probado semanas antes en Vallecas con buen resultado pero en Chamartín el resultado no sería el mismo. De nuevo Alves sale retratado en un partido donde Marcelo fue clave en la victoria blanca. Segundo partido grande tras el jugado en París, Luis Enrique matiza su equipo para cerrar la sangría de las bandas y al igual que en la capital francesa, se salda con derrota.

Tras perder en Madrid el equipo se tambaleó y la derrota en casa con el Celta agravó a un Barça que parecía que había perdido el rumbo. Parón de selecciones y el Sevilla de Emery llegaba al Camp Nou, un partido que dejó buen sabor de boca al culé con un Jordi Alba muy presente en ataque y un Alves mas comedido. Parecía que Luis Enrique había encontrado una fórmula en la que insistir de cara a la visita a la capital del Turia dónde esperaba un Valencia que de la mano de Nuno está realizando un comienzo de temporada muy serio.

Luis Enrique sorprendió a propios y extraños con un once donde Mascherano era mediocentro y Busquets interior diestro. Esta vez, aunque Alves, Xavi y Messi compartían titularidad, el capitán se iba a desplazar al interior zurdo. El propio Busquets al final del partido decía a los micrófonos de la prensa que su cambio de rol se debía a la búsqueda del entrenador asturiano de contar con un elemento más defensivo en el sector diestro. Con Messi de falso extremo y Alves subiendo y dando amplitud por la banda, Busquets podría ejercer de parche en esa zona. Otro partido grande en el que Lucho matiza a su equipo para solucionar el agujero de las bandas -en este caso la derecha- y que de nuevo no le sale bien al asturiano, puesto que a pesar de la victoria, tanto Busquets como Alves no jugaron un buen partido.

Veremos si de ahora en adelante y de cara al derby barcelonés y al decisivo partido -para ser primeros de grupo- de Champions ante el PSG Luis Enrique insiste en el nuevo rol de Busquets o vuelve a buscar otra fórmula con la que cerrar el agujero que provocan los laterales. De momento da la sensación de que a Lucho la manta se le queda corta, le da para taparse los pies o la cabeza, necesita que sus carrileros lleguen, abran el campo y den amplitud pero a su vez no puede permitirse que las bandas sean la autopista por dónde los rivales pasan sin peaje. Todo un quebradero de cabeza para el asturiano. Hasta ahora su fórmula para juntar a los tres cracks por dentro hace que los laterales asuman una importancia que no va en consonancia con la calidad del tejido de su manta.