OTRA GRAN OLA TRAS EL PASO DE UN TSUNAMI

Desde que el Cholo Simeone llegó al Atlético de Madrid en enero de 2012 se pasó temporada y media sin oler a Real Madrid y Fútbol Club Barcelona. Acumuló seis derrotas entre aquel enero y mayo de 2013 ante los dos más grandes del fútbol mundial, los cuales no andaban precisamente en horas bajas, más allá de las altísimas exigencias a las que les someten sus propias historias. En todo ese tiempo, se encerró en su laboratorio, trabajó de sol a sombra hasta dar con el principio activo patentado para competir con ellos a un partido, a dos o a 38. La efectividad de su producto se ha mostrado altísima en un gran % de casos y a día de hoy no ha perdido apenas efecto a pesar de cambiar su excipiente.

En el caso de la relación que ha mantenido con el Barça desde el verano de 2013, siempre destacó por los planteamientos extremos, focalizados en una defensa posicional absolutamente radical enfocada en todo momento en la superioridad numérica en campo propio, enjaulando a Leo Messi, negando profundidad a sus extremos y olvidándose de presionar la salida de balón blaugrana. Eso derivaba en la introducción de un quinto centrocampista para tener 3 vs 3 en el medio ante Xavi-Iniesta-Leo y 2vs2 en las bandas. Esta apuesta por el 0 en su portería le alejaba muchísimo de la del contrario, limitaba su contragolpe y por extensión la producción del partido, de ahí que los últimos seis citas entre ambos hayan sido tal que así: 1-1, 0-0, 0-0, 1-1, 1-0, 1-1.

Sin embargo, y una vez igualó las fuerzas y ganó credibilidad para matizar sus planteamientos y ganar protagonismo defensivo, fue eliminando el quinto hombre en la parcela ancha, y comenzó a escribir guiones con varios partidos dentro del mismo. Fases con líneas más adelantadas, pressing altísimo, balones largos y muchas disputas en campo rival, incluso llegando a tener fases de dominio en campo ajeno con absoluto control en la manera de atacar, con un nivel de autoconsciencia, prudencia y valentía que le hizo merecedor de cada elogio.

A pesar del momento actual que el Barcelona atraviesa, las casas de apuestas siguen teniendo claro que la calidad individual y el Camp Nou es lo que más debe tenerse en cuenta para regalar favoritismos, pagándose a casi seis euros la victoria visitante. Una vez más, más subrayado si cabe, el Barcelona depende en su totalidad de lo que produzca el crack rosarino, quien en esta temporada viene ejerciendo de auténtico creador de todo lo que ocurre. La diferencia es que individualmente, este Leo es notablemente superior al de la 2013-2014, lo que puede influir en el ánimo de Simeone en su imborrable pizarra.

El detalle más relevante es la capacidad pasadora y mecánica que su zurda ha adquirido desde la zona diestra, buscando a los más lejanos, Neymar y Alba, para terminar la jugada en la frontal. La maquinaria colchonera trabaja defensivamente por igual todos los sectores. No sufre si bascula en exceso, mantiene la vigilancia sobre el lado abierto del ataque rival si el costado más fuerte demanda mayor atención y tiene en su pareja de centrales, sea cual sea, dos flipper de pinball para despejar o ajustar, por lo que es de esperar que Luis Suárez sea el ‘9’, a pesar de los tremendos inconvenientes que produce tener a Leo y Xavi en derecha y Alves arriba. Colectivamente el Barça tiene difícil acomodo y entramado táctico que produzca ocasiones para no sufrir, más si si le adelantan en el marcador.

Luis Enrique deberá enfocar algunos detalles que la esencia del equipo, club y plantilla le permiten actualmente. El de Mascherano de ‘5’ parece de difícil permiso. Absolutamente innegociable la alineación de Piqué para el balón parado defensivo. Muy difícil la de Mathieu, seguramente suplente en detrimento de la experiencia y corrección del jefecito. Ocurre que el Atlético buscará una transición de control, con la velocidad para el segundo tiempo. Aunque no hay campo que más reclame la necesidad de motor para consumir campo, Simeone seguramente tenga preparado un pressing sobre la salida culé, ya sí, con la que abrir el campo, mandar a Gabi a capitanear el oleaje y producir desconcierto en su rival y ocasiones para sus atacantes.

El Barça, con dudas en muchas direcciones, deberá esperar grandes actuaciones individuales, desde una motivación más propia del contexto y rival que la que su situación estimule, que haga despertar en Iniesta, Leo y Neymar la calidad que sólo habrá en Arda Turan en su rival. El Atlético parece muchísimo rival para este Barça, cuya situación actual le niega la mínima posibilidad de agarrase al factor ‘algo que ganar’ ante un rival superior cuando la pelota rueda. Simeone se volverá a hacer el muerto y el Barça no sabe hacerse el vivo cuando la táctica y el fútbol le abandona. Pero el Barça tendrá opciones. Los últimos seis partidos demuestran que el Cholo nunca quiere desabrigarse. Encajar el primer golpe será fundamental.