Lo mejor de este partido es lo que el culé puede vislumbrar en cuanto a la proyección del equipo. Eso y el resultado. No perdamos de vista que faltan 90 minutos -por lo menos- ante un equipo siempre competitivo, pero esta victoria por la mínima es un paso importante para superar la eliminatoria copera.

Todo tiempo futuro parece mejor. Luis Enrique ha repetido alineación -a excepción del portero- en los últimos dos partidos frente a los colchoneros y el encuentro liguero contra el Deportivo en Riazor. Y es noticia. El balance son tres victorias importantes que consolidan un once, una idea. Y refuerzan en lo anímico. La moneda da una vuelta y sale cara después de varias semanas tormentosas. El aficionado puede creer o no, pero como mínimo ya hay curiosidad por ver que pasa tras largas jornadas de apatía y desencanto.

Messi en derecha enciende la mecha -¡y lo que surja!-, Neymar recibe de cara con cierta ventaja y da continuidad. Al tercer eslabón se le espera, ya sea para continuar o finalizar. Sus movimientos, generosos y acertados, no valen lo que cuesta si no las enchufa. De todas formas los goles relevantes están por llegar así que nada está perdido. Es cuestión de fé, de ilusión, de todo lo que sigue. La precisión y el gesto técnico no van con él, pero eso ya lo sabíamos. Mientras, la grada espolea al 9.

Bajo palos estuvo ter Stegen, al que siempre querríamos ver más veces. Ambidiestro y con las ideas claras iniciando la jugada. Pausado y perfecto en la asociación. Valiente y atento para salir muy arriba a abortar lo que con otro portero llegarían a ser ocasiones peligrosas. Y no hemos hablado de sus guantes todavía. Como el Barça de Lucho, como esta eliminatoria de Copa… es futuro.

Atrás Piqué estuvo sencillamente espectacular. Delicioso. En todas las alturas de campo y muchas veces en la cuerda floja sin red se mostró más que solvente. Mascherano fue su escudero y Alba un incansable doblador al que no le sobra ni pausa ni claridad de ¾ en adelante. Por la derecha Dani Alves se empeña en dar la razón a los que creímos en él este verano. En partidos TOP siempre da la cara. Competitivo y fiable como pocos. Olvidado el rol de extremo puede proteger mejor su espalda y es un gran socio para el Leo que parte de banda.

Busi sigue pareciendo un mediocentro menos fiable que Mascherano en este fútbol terrenal y humano. El mejor “5” del Mundial juega de central en Barcelona mientras Sergio ya no es aquel experto en otros menesteres de la época de Viva la vida. En Inglaterra, en Argentina, en Brasil, en Italia… lo saben. Iniesta no es diferencial tampoco, pero es titular indiscutible y no discutido. Como Busi. Mientras, Rakitic, va encontrando su rol. Sigue aportando trabajo y sacrificio pero ocupa, cada vez más, las zonas donde es un crack. Mucho juego por delante del balón y la mirada puesta en Suárez cuando le llega el cuero. Croata y uruguayo hablan el mismo idioma, cosas que tiene el fútbol.

El vaso dista mucho de estar lleno, pero ya parece menos vacío. El Barça defendió bien los córners ante un rival contundente en esas lides. Suárez en el primer palo fue importante. Crecer en igual medida en estrategia ofensiva sería un plus en competitividad brutal. Ya hemos logrado que nos ataquen menos y ciertas mejoras individuales y colectivas. El futuro ya está aquí, toca ver por dónde sale.