Fue en el 19:25 de la primera parte. Leo recibe el balón, pared con Alves y se perfila a 55 metros de la portería. Balenziaga le espera a menos de un metro. En ese momento es Johan Cruyff quien se apodera de su cuerpo. Pausa, salida hacia el centro, cambio de dirección y aceleración. Atrás queda el lateral vasco mientras Beñat y Mikel Rico achican espacios. A continuación es el turno de Don Alfredo. Conducción con el balón pegado al borceguí rodeado por tres rojiblancos. Velocidad de crucero, hipersónica para los rivales. Frena, pisa, atrás queda Beñat. Sale por su izquierda con un autopase volviendo a superar a Balenziaga. Se viene el Diego. Balón adelantado y Mikel Rico viniendo a cerrar. Velocidad a zancadas cortas, dos toquecitos con el exterior y otra muesca en el revólver. Por fin hay espacio aunque ahora es Laporte el obstáculo a superar. Leo baja revoluciones y yergue el cuerpo, oteando el horizonte. Incluso dobla el brazo derecho como El Pelusa. Fijado el central, recorte con el exterior. Cuarto eliminado. Ya dentro del área es O Rei quien maneja los hilos. Armado rápido de la zocata, golpeo seco y con rabia al palo corto. Gol. El gol. El gol del advenimiento.

No hubieron sorpresas por parte de Lucho. Su once de confianza para jugarse la Copa del Rey. Por su parte, Valverde sorprendió con el novel Bustinza en el lateral derecho e Iraola ocupando zona de interior, intentando así apuntalar con mucho recorrido y pulmones la banda débil culé. Por lo demás lo esperado, Aduriz fijando en punta e Iñaki Williams trabajando la segunda jugada y amenazando con su velocidad la espalda blaugrana.

El inicio del partido también formaba parte del guion más probable. Un Athletic Club vertical y un Barça calmado, subiendo revoluciones poco a poco. Los rojiblancos estaban cómodos: lograban salir sumando efectivos en ataque y en defensa posicional no estaban exigidos. Repliegue medio y a esperar el error. El Barça tampoco tenía prisa y no dudaba en utilizar el balón largo, bien fuera diagonal o perpendicular. Y ahí nos topamos con la primera sorpresa de la noche, lo bien que trabajó el Barça los rechaces surgidos de esos desplazamientos de balón largos. Entre Busquets y Rakitic permitían a los azulgranas asentarse en campo rival sin exponer ni un ápice el esférico. Y de una manera sencilla, mezclando con la circulación, los culés conquistaban sin muchos riesgos el campo rival.

Tras el primer cuarto de hora llegó la segunda sorpresa. Dani Alves se convirtió en playmaker de la NBA jugando al pick and roll con Leo Messi. El brasileño, él solito, se encargó de activar al argento y darle todo lo que necesitaba: salida por banda, punto de apoyo, huir de la zona y hacer el aclarado para Leo… El brasileño fue el mejor de los mortales sobre el césped, con una capacidad de asociación y concentración digna del mejor Alves que nos podamos imaginar. Hasta dentro de una semana desconocemos cuál será el futuro de Dani. Ojalá este Alves continúe en Can Barça.

Tras El Advenimiento de D10S los rojiblancos se tambalearon. Los blaugranas iban añadiendo vías de agua a la nave bilbaína. Ya no era solo Messi. A este se sumaban Neymar e Iniesta por izquierda, Rakitic por derecha y Suárez por todo el frente de ataque. El Barça rajaba por los tres costados y solo un espectacular Herrerín mantenía la mínima diferencia en el luminoso. Hasta que, tras robo, una veloz combinación entre Rakitic y Messi dejaba frente al cancerbero local a Luis Suárez, que asistía a Neymar para ampliar la ventaja. Dos de diferencia, partido encarrilado y una única llegada peligrosa de Williams en 45 minutos.

Ya en la segunda parte el Athletic Club subió líneas, apretando al Barça en salida de balón. Más allá de alguna pérdida por excesiva confianza, los culés lograban sin gran dificultad desarbolar la presión rojiblanca. Pero no era día de morder en la yugular. La proximidad de Berlín y la poca mordiente rival abrieron las puertas a una fase de control sin riesgos. El reloj debía seguir avanzando sin más sobresaltos a pesar de que Iniesta fuera sustituido por Xavi por molestias en el gemelo. Poco a poco, sin estridencias, el de Fuentealbilla aumenta su peso en el equipo.

Mediada esta segunda mitad una galopada de Alves por banda derecha permitió al argento ejercer de killer de área pequeña y marcar el tercero de la noche ganando por la mano a la defensa rojiblanca. A falta de un partido, 120 goles anotados por la MNS esta temporada. Estamos en la década de la muerte de los antiguos récords, de las cifras nunca imaginadas, de cientos y cientos de estadísticas… Y los años que nos quedan por vivir, que susurraría Gloria Estefan al oído de cualquier culé.

Un centro desde banda izquierda permitió a Iñaki Williams –con la complicidad de Busquets- recortar diferencias en el marcador y encorajinar a los leones, que acabaron apretando a un Barça que destilaba toneladas y toneladas de tranquilidad y oficio. Y tras un par de tumultos entre jugadores que nos recordaban otros tiempos, el árbitro señaló en final del encuentro. “Campeonamos mamá, campeonamos”.

Doblete conseguido con solvencia. Por delante una semana para festejar el título de la Copa del Rey y preparar la Final de Champions contra la Juventus de Turín. ¿Y para Rondo Blaugrana? Pues lo mismo, dar rienda suelta a la alegría hasta que el cuerpo aguante y preparar los contenidos del especial Final de Champions, que está ya a la vuelta de la esquina. Força Barça i cap a Berlín.