Andoni Iraola lleva una vida en San Mamés. Dani Alves lleva media vida en Barcelona. Ambos han sido laterales derechos, indiscutibles de sus clubes y quizá cuestionados en la recta final. Defensores feroces, su cometido en el campo iba -y va- mucho más allá de eso: deben ser parte fundamental del ataque. Iraola abarcando metros y centrando al área en una jugada que incendia a la grada; Dani combinando, mejorando la posesión y asociándose con Messi. Ambos, durante todas sus carreras han sido partícipes de los lados fuertes de sus equipos y llegando incluso a ser definitorios del sistema: el vasco con Bielsa y el brasileño con Martino. Por si todo esto fuera poco, el primero va a disputar su último partido con la camiseta rojiblanca… y Alves está cerca de marcharse. Pero antes de eso, a los dos les queda un reto difícil.

Iñaki Williams y Neymar Jr. son jóvenes, punzantes y talentosos. No son los primeros espada, pero ambos llevan mucho peligro. Tanto, que si les dejas sueltos te dan un disgusto. Estos son los compañeros de baile de nuestro protagonistas, con los que mantendrán un duelo por todo el carril derecho. Arriba y abajo, los que salgan victoriosos no solo se llevaran el particular uno contra uno, sino que dejarán la Copa presta para ser levantada.

Neymar es el receptor que convierte en gol el envío imposible de Messi en tantos y tantos partidos. Ahí estará el tomate en la final y ahí Iraola deberá no regalar su espalda. Es la jugada definitoria para unos y la más peligrosa para los otros, la de mayor importancia. Pero no es lo único que ahí se decidirá. Como ya hemos comentado, gran parte de la responsabilidad en la faceta ofensiva recae en el lateral derecho vasco, sobre todo con la cabeza de Aduriz asomando en el área contraria. Sancionado De Marcos, Iraola debe explotar la autopista que deja tras de sí un Ney que a pesar de todo se muestra voluntarioso consciente de no tener la ayuda ni de Rakitic, ni de Alves.

Alves, precisamente, se encontrará en similar tesitura. Williams ya sea estando o apareciendo, es molesto, encarador y lee bien el juego: sabe hacer daño. Que pueda castigar al culé, puede ser una realidad si lo lleva al límite. El 22 sabe sufrir en los duelos individuales pero cada vez más, es más propenso al error, y más lento en el retorno. Si consigue plantar la batalla en las zonas centrales del campo, de facto en la zona del interior derecho, tendrá mucho ganado: estará donde mejor lee el rechazo y las anticipaciones, y expulsará al de Lezama de la zona de peligro. Si por el contrario, es Iñaki quien consigue encarar cerca del pico del área, el gol estará mucho más cercano. Por descontado, si lo que hace es ganarle la espalda, la defensa culé quedará tan expuesta que demandará un milagro de Piqué. Ahí los bilbaínos estarán más cerca de soñar.

Iraola y Alves no son los actores principales, pero se antojan básicos en el devenir de la final.. No son los protagonistas, eso queda para Aduriz y para Messi, pero éstos sonríen si los otros están en el campo: son de sus mejores socios. Andoni y Dani: posiblemente uno de ellos saldrá en la foto del partido. De ellos depende que sea en la perdedora o en la ganadora.