El domingo se daba oficialidad a un rumor previo a la Final de Champions. El Sevilla FC y el FC Barcelona alcanzaban un acuerdo para la incorporación de Aleix Vidal a la plantilla blaugrana. Todo parece indicar que entrenará con el grupo hasta que a partir del 1 de enero pueda ser inscrito en las competiciones oficiales y ser una alternativa más para Luis Enrique –o el futuro entrenador culé-.

Definir posicionalmente a Aleix Vidal es complicado. En dos años, ha ocupado posiciones tan diferentes como lateral derecho e interior/extremo por ambas bandas y todo esto en dos clubs de nivel y exigencias totalmente diferentes con un rendimiento individual notable. De aquí podemos extraer la primera característica del de Valls: polivalencia ligada a las bandas. Cuando uno observa a Aleix lo primero que le llama la atención es su velocidad –con y sin balón- tanto de reacción como sostenida. Muy similar en este aspecto a Jordi Alba aunque con mayor dominio de lectura espacial. Siempre tiene tiempo para una miradita a su alrededor y decidir en función del rival y compañeros.

Otra de las características principales del ex–sevillista es su agresividad y verticalidad ofensiva. Ataca muy bien el espacio, bien sea pegado a la cal o entre central y lateral rival. Siempre busca ofrecerse al poseedor del balón pero no como punto de apoyo para la circulación sino para romper líneas rivales, ajustando siempre su timing según quién sea el lanzador. Con el balón en los pies, esta verticalidad es más palpable cuando se ubica en banda derecha, siendo un jugador desequilibrante hacia afuera y capaz de ganar la línea de fondo una y otra vez. Y cuando la gana, las sabe poner. No es un centrador que domine todas las alturas pero sí lee de maravilla la ubicación de sus compañeros en el área. Su centro tocado raso buscando el primer/segundo palo o el punto de penalti ha sido uno de los grandes argumentos del Sevilla en el final de la pasada temporada. En cambio, por izquierda, tiende a finalizar sus conducciones diagonalizando hacia el balcón del área, buscando compañeros que le acompañan a su misma altura.

En la faceta defensiva es un jugador que mantiene un alto nivel de agresividad y activación, que ante la duda siempre ataca el balón buscando el robo. Posicionalmente en el interior/extremo se siente más cómodo, es un lugar que conoce de sobras, aportando capacidad de ayuda continua a su compañero de banda. En cambio, como lateral tiene carencias por falta de minutos en esa posición. Su físico le permite recuperar desventajas alejado de su propia área, pero como elemento de la línea de cuatro defensiva, le queda un largo camino por recorrer.

¿Y en clave Barça qué significa la incorporación de Aleix Vidal? Pues la teoría nos dice que muchas cosas. Lo más significativo es incorporar un perfil de jugador que esta pasada temporada no existía en la plantilla. Jugador de banda veloz con capacidad de desequilibrio que puede ocupar varias posiciones en ambos costados. El mandamiento futbolero de “la plantilla buena es aquella que tiene dobladas todas sus posiciones” muchas veces es una utopía, y jugadores como Aleix son los que pueden hacer subir el nivel de la misma tanto en su once titular como en variantes desde el banquillo. Un jugador de banda agresivo, veloz y vertical que bien puede convertirse en un agitador de encuentros igualados y atascados.

Con los problemas endémicos en el lateral derecho y desconociendo ahora mismo la decisión final de Dani Alves, todo parece indicar que el tarragoní viene a sumar desde esa posición. Si este es el objetivo final de la incorporación de Aleix, se intuye que el ecosistema actual de Leo puede cambiar. Actualmente, Leo se apoya en tres pilares: Alves como lateral de asociación, Rakitic como compensador de la ubicación del 10 y Suárez como barrendero de lo que tiene por delante. El cambio de la pata de la asociación por la de ocupación de toda la banda nos podría indicar que Leo volvería a ubicarse algo más centrado y que la función del interior cambiaría o bien modificando el rol del croata o incorporando un nuevo perfil a ese puesto. Y pensando y pensando, esto me encajaría con aquella idea del agosto pasado, la de los laterales carrileros y el triángulo cerrado de los tres de arriba. ¿Cambio de guion o simplemente añadir nuevos registros al juego del equipo?

Ahora toca imaginar el encaje de Vidal en el entramado defensivo culé, y en esto los blaugranas parten con una gran ventaja. Este sistema –en mayor o menor medida- está adaptado a un lateral derecho con carencias defensivas así que no debiera suponer un nuevo problema a los Piqué, Busi o Rakitic, sino seguir conviviendo con el mismo. Otra cosa es si debemos pedir la próxima temporada a esta tripleta el mismo nivel que esta ejerciendo de apagafuegos. Todas estas preguntas y otras las podremos contestar a partir del próximo enero. Benvingut -i bentornat- Aleix!