LA ALARGADA SOMBRA DE PETE MICKEAL

La gente buscaba el anti Pete Mickeal. Lo sigue buscando aunque no juegue. Luego buscaba el Pete Mickeal. Lo sigue buscando aunque no juegue. Y no ha encontrado nadie a Pete Mickeal”. Son palabras de Luis Guil, el entrenador español que se llevó a su aventura en Venezuela al ex alero del Barça, en declaraciones al programa Play Basket de la Cadena Ser del 2 de febrero de 2015.

Una de las coletillas más utilizadas en el mundo del deporte es la de “el nuevo______”. El nuevo Maradona, el nuevo Sampras o el nuevo Jordan, por ejemplo, son expresiones que han llenado infinidad de titulares en los medios de comunicación. Trasladando este tema al Barcelona Lassa viene un nombre a la mente: Pete Mickeal. Obvio que es un deportista con una trascendencia mucho menor, pero también es evidente que ha dejado una huella tan profunda en el Palau Blaugrana que todavía no se ha podido borrar.

Tanto es así que desde que se le diagnosticara la enfermedad que le apartó de la élite por el conjunto culé han pasado muchos y buenos aleros y ninguno de ellos ha logrado llenar el vacío que dejó el norteamericano. Este año es el turno del griego Stratos Perperoglou. Desde que causara baja al final del año 2010 Chichi Creus comenzó la misión de sustituir a Pete, y a pesar de que, a priori, todos eran buenas opciones, ninguno ha hecho olvidarle. Recordemos los aleros que han pasado por el Palau desde entonces:

Joe Ingles (2010-2013): El australiano llegó procedente de Granada para sustituir a Basile justo antes de la lesión de rodilla de Pete Mickeal, así que recién llegado tuvo que asumir muchas más responsabilidades de las que le tocaban. A pesar de su incuestionable talento nunca encontró regularidad en el equipo. Acusado de frío salió del Barcelona en el verano de 2013 destino Tel-Aviv. Con el equipo hebreo ganó en esa misma temporada la Euroliga para después aterrizar en la NBA, donde va a cumplir su segundo año -más de lo que muchos pensábamos que duraría-.
Alan Anderson (2010-2011): Fue la reacción principal de Creus ante la baja de Navarro primero y luego también la de Mickeal -ya diagnosticado su tromboembolismo pulmonar-, pero era mucho más escolta que alero. Era un “2” bastante completo, probablemente el único jugador capaz de poner en jaque el Navarrosistema durante estos años de Xavi Pascual. En ocasiones era muy anárquico, pero resultó un jugador vital para lograr los títulos de Liga y Copa, éste último siendo MVP tras derrotar al Real Madrid de Messina en la final. Se marchó a la NBA para jugar primero en Toronto y luego en Brooklyn, promediando 23 minutos por partido en estos cuatro años y resultando un secundario destacable. Es un jugador por el que el actual Barcelona “mataría”.
Chuck Eidson (2011-2012): Era una apuesta segura para relevar a Pete Mickeal, antes o después. El alero liberado de Maccabi era la pieza más codiciada del mercado europeo y Creus acabó reclutándole. Venía de una temporada fabulosa en Israel y subcampeón de Europa con Maccabi en la F4 de Barcelona, donde fue uno de los verdugos para apear al Real Madrid de la final. Buen defensor, con tiro de 3, intenso en las dos canastas, capaz de buscar el aro y un buen manejo de balón hacían de él un jugador completísimo para jugar de alero o de escolta, incluso compatibilizándolo con Mickeal. Tuvo unos buenos primeros meses, pero una lesión durante la final de Copa del Rey que el Barça perdió ante el Real Madrid en el Sant Jordi le sacó completamente de la dinámica del grupo y su nivel descendió a niveles insospechados cuando se le fichó. Acabó reducido a casi la nada en la Final ACB que el Barça le gana al Real Madrid de Laso con Pete Mickeal en plan estelar. Su bajo rendimiento y su elevado sueldo le precipitaron a Rusia, donde ya no volvió a encontrar su nivel.

pete 1

Brad Oleson (2013- ): Otra adquisición más procedente de Vitoria y nuevamente consecuencia de una lesión, en este caso la de Navarro. Dos meses después Mickeal recayó de su dolencia y el de Alaska tuvo que hacer las veces de alero. Se ha convertido en un gran jugador de equipo durante estos años, alternando las dos posiciones y ofreciendo un rendimiento irreprochable a excepción de los últimos meses de la pasada temporada, donde estuvo muy por debajo de su nivel.
Kostas Papanikolaou (2013-2014): Olympiacos costeó la renovación de Vassilis Spanoulis gracias en buena parte al Barcelona, que le pagó una jugosa cantidad de dinero en concepto de traspaso a los de El Pireo por el alero, montante que aprovecharon para retener al genio heleno y dejar al Barcelona con la miel en los labios. Lo cierto es que era otro fichaje sobre seguro, pues venía de ser campeón de Euroliga dos años consecutivos y en un ascenso imparable. Intenso en las dos canastas, solidario, grandes conceptos colectivos y con un tiro de tres más que fiable cuando estaba liberado eran sus grandes virtudes. Todo parecía indicar que era un fichaje perfecto e ilusionante. ¿Qué falló? Es una cuestión difícil de resolver. Si bien no hizo una mala temporada sí estuvo por debajo de las expectativas. Mal en el tiro -sorprendentemente mal en el triple-, errores impropios ante la canasta o fallos de concentración como el que costó una Copa dejaron un sabor amargo entre el aficionado. Muchos justamente querían ver en él al sucesor de Pete Mickeal -coincidiendo su salida del Barça-, pero siendo ambos aleros sus características están en Las Antípodas. Probablemente su segunda temporada hubiera sido mejor, pero tras rechazar una primera oferta de los Rockets finalmente recaló en Texas para disgusto del Barcelona, que ya no se esperaba su salida.
DeShaun Thomas (2014-2015): La inesperada marcha de Papanikolaou obligaron a trabajar a Creus sobre planes B, C o D y acabó llegando el norteamericano tras un intento a la desesperada por Alessandro Gentile. Por características quizá sea el alero más parecido a Mickeal de cuantos han pasado estos años, pero a pesar de que se han intentado potenciar sus cualidades para hacer de él un jugador de provecho para el club la diferencia de nivel es abismal. Su plaza de extracomunitario tampoco le ha ayudado. Tiene un buen tiro liberado, físico para postear y va bien al rebote ofensivo, pero le faltan muchas cosas para ser un jugador de élite en Europa dentro de su posición, y es lo que parece que también cree el Barça. No obstante habrá que estar muy atento a su evolución en Estrella Roja, porque aleros no abundan en Europa y podría ser un jugador todavía aprovechable en el viejo continente.

Este año la responsabilidad recae sobre el griego Stratos Perperoglou, un alero experimentado que conoce su oficio de sobra. Tiene un gran sentido colectivo, un buen tiro de tres y sabe leer muy bien el juego, pero es un hombre que destacara en la medida que lo haga el equipo. Si el equipo “está por la labor” él será importante. Está por ver si su decepcionante temporada en Efes es una señal de declive en su carrera o es capaz de aportar al Barcelona todo lo que dio en sus años en Atenas, que fue mucho. En él recae el peso de la posición este año, acompañado por Abrines y Oleson.

pete2
En realidad esta recopilación de jugadores conduce de vuelta a la frase de Luis Guil que abre el texto: no hay otro Pete Mickeal en Europa. Nadie conjuga todas esas características físicas, técnicas y tácticas que le hacen único a este lado del charco baloncestístico, así que por mucho que se desee y se busque es imposible encontrar otro como él. De hecho el alero que se destila en Europa ya tiene mucho más que ver con el escolta que con el “3” típico, principalmente grandes tiradores.

No se pretendía que el artículo fuera un homenaje al bueno de Pete, pero recordando la entrevista arriba mencionada es obligado rescatar una frase que define ese plus que el norteamericano tiene y le hace una especie auténtica: “Yo tuve 4 años muy, muy buenos en Barcelona. Gané 3 Supercopas, 2 Copas del Rey, 2 Ligas, 1 Euroliga y 4 Copas Catalunya”. 4 Copas Catalunya, sí. Pete Mickeal se sabía perfectamente su palmarés en el Palau incluyendo un título menor como el trofeo regional, que ni siquiera se registra en Wikipedia. Es algo anecdótico, pero es algo que describe a un ganador nato. Inolvidable.