Nada es imposible o eso dicen, pero muy difícil lo tendrá el equipo dirigido por Pepe Mel para sacar puntos ante el F.C. Barcelona. Buscar el milagro de año nuevo, eso intentará el conjunto sevillano. El Real Betis llega tras empatar en casa a cero, en el derbi de la ciudad de Sevilla. Segundo empate consecutivo como local, tras cuatro derrotas, dejando entrever una cierta mejoría en el Villamarín. Pero fuera es otra historia, solo ha perdido en dos ocasiones, ganando en cuatro y empatando en otras dos. Esto deja claro que el conjunto verdiblanco se maneja mejor cuando no tiene que controlar la posesión de la pelota, algo dicho más de una vez por el entrenador en rueda de prensa.

Pepe Mel tiene claro como jugar lejos de Sevilla, es fácil de predecir. Dos líneas de cuatro hombres juntas y pegadas al área, más los dos jugadores adelantados que son los que marcan la primera línea de presión, siempre en campo propio. Hasta ahora la formula le ha salido muy rentable, ya que el acierto de cara a gol, en las pocas ocasiones por partido que tiene, de Rubén Castro ha sido fabuloso. La línea defensiva bética se hace fuerte dentro del área propia, claros ejemplos los partidos ante Valencia (0-0) y Real Sociedad (1-0). Dos encuentros en los que los verdiblancos se quedaron con un jugador menos durante muchos minutos y supieron aguantar el resultado. Ahí destaca Westermann, el jefe de la defensa, que controla perfectamente el juego en el área. Además estará acompañado de Bruno, quien hasta ahora está siendo la pareja perfecta del alemán, al que le tapa sus carencias en velocidad. En los laterales se encuentran otros dos jugadores corpulentos, Piccini y Vargas, que ayudan al juego aéreo. Piccini se defiende muy bien en el uno contra uno, algo muy necesario ante los rivales que se les viene, el partido ante Nolito es un buen espejo. Junto a la defensa hay que destacar también al portero Adán, que está mostrándose muy seguro en todas sus intervenciones, siendo uno de los mejores porteros de la liga.

La segunda línea del equipo está encabezada por los hombres más físicos y de mayor recorrido del equipo, N’Diaye y Petros. El senegalés como el jugador más fijo, que hace funciones de pivote y el brasileño es el encargado de ejercer basculaciones, presiones, seguimientos por todo el terreno de juego y hasta marcajes individuales como el visto en el derbi ante Banega, que dio resultados positivos. Los dos mediocentros son claves para Pepe Mel. Son el sostén del equipo tanto en defensa como a la hora de sacar la pelota. Las conducciones de N’Diaye son vitales para mantener la posesión y el alto porcentaje de Petros en pases acertados -92% ante el Celta- lo hace clave en la iniciación del juego. En las bandas vienen siendo habitual ver a Joaquín y Cejudo. Dos jugadores a los que Mel les exige mucho sacrificio defensivo, que hasta ahora están cumpliendo, sobre todo Álvaro Cejudo. Un sacrificio defensivo que lógicamente se ve reflejado en ataque, donde cada ve aparecen con menos frecuencia. Dos jugadores que más que de extremos, ejercen de segundo lateral y que hace que el talento, sobre todo en Joaquín, se vea mermado.

En la línea mas adelantada como mediapunta aparece Dani Ceballos. Talento puro, que empieza a ser importante en el equipo y poco a poco sigue con su crecimiento. Ceballos es clave para el Betis en la construcción del juego, no termina de ser un mediapunta clásico, es más un interior. Siempre tiende a recibir la pelota muy cerca de la medular e intenta avanzar con la jugada. Su perfil favorito y por el que más le vemos transitar es el izquierdo, donde siempre aparece en el hueco del lateral para recibir, girar y comenzar a tocar. Ante el Barça una de las claves positivas para el Betis puede ser la inspiración de Ceballos, capaz de conectar un último pase con facilidad. En la punta del ataque como siempre estará Rubén Castro. El canario lleva ocho goles en dieciséis partidos. El delantero bético está consiguiendo tapar muchas carencias béticas gracias a su acierto goleador.

Los problemas béticos salen a la luz con mucha facilidad, ante un equipo como el F.C. Barcelona, será aun mas fácil detectarlos. Es un equipo pobre y débil tácticamente. Pepe Mel no está sabiendo ganar los partidos desde la preparación, salvo en contadas ocasiones como ante el Rayo o el buen juego ante Celta y Sevilla, siempre ha estado muy condicionado a la suerte de cara al gol.

El equipo verdiblanco no es reconocible por un estilo propio, como si lo era en la primera etapa de Mel en el banquillo bético. Podemos recordar el bonito partido jugado en el Villamarín ante el F.C. Barcelona, Copa del Rey, cuando el Betis aún militaba en la segunda división. Lejos queda ese equipo de presión alta, juego rápido y con intenciones de llevar el peso del partido.

Pepe Mel esta temporada ha intentado llevar a cabo algo parecido en todos sus partidos como local, pero nunca ha sido capaz de ganar tres puntos jugando así. No solo no ha ganado puntos, sino que ha perdido muchos. Razón por la que juega como visitante muy replegado, intentando no dejar huecos al rival, sobre todo en los pasillos interiores y a la espera de un chispazo del talento de jugadores como Ceballos, Joaquín o Rubén Castro para marcar un gol decisivo.

Difícil lo tiene el Betis en el Camp Nou para dar la campanada. Dijo Pepe Mel tras el último partido en rueda de prensa: “antes de empezar un partido nunca se firma un empate… bueno miento, el día 30 de este mes si que firmo un empate”. Palabras claras de lo que intentará llevar a cabo ante el, hasta ahora, mejor equipo de la categoría.