Cuatro de la tarde, una temperatura impropia de un veintitrés de Enero y un césped que, como diría el eterno Xavi, no parecía invitar a jugar a este deporte. Excusas. Excusas porque al final el fútbol es de los futbolistas y cuando los mejores están sobre el césped, aunque te falte tu jugador más en forma, Neymar, y tu pilar defensivo sobre el que se construye el juego ofensivo, Piqué, todo es más fácil.

Cuando aún intentábamos colocar el cocido de la suegra y coger el mejor sitio del sofá, codo con codo con los cuñados, llegaba Munir en boca de gol, tras una jugada de cuerpeo del mejor nueve de la Liga y seguía con la bonita costumbre de adelantar al Barça en el marcador, en un rechace del eterno Kameni. Este gol tempranero, minuto dos, que en teoría debería de haber hecho poco menos que claudicar a los de Gracia e invitar a cerrar el envite a los de Lucho, significó precisamente todo lo contrario. El equipo malacitano, no sabemos si tras sentir que no tenían nada que perder o persiguiendo su plan original, adelantó líneas y realizó una excelente presión alta. Presión que a la fuerza se tenía que notar en una defensa que partía con solo el jefecito como habitual y tres nuevos compañeros en la zaga; Aleix a la derecha, Adriano en la izquierda y Vermaelen como compañero de fatigas y central de perfil zurdo.

Que Adriano es un jugador que ya no debería de formar parte de esta plantilla, no es un secreto. Que Vermaelen necesita dosis mayúsculas de confianza y ya no sabemos si va a haber tiempo para dársela, tampoco. Ni uno ni otro estuvieron a la altura de las circunstancias y era sendos candidatos a formar parte de ese fuego amigo que te puede acabar matando. Y el Málaga olió la sangre. Buscaban la espalda del central y del lateral, que además cubrían el mismo frente defensivo y sabían que solo era cuestión de tiempo que la ocasión de batir a Bravo se acabara culminando. Siempre se buscaba la segunda jugada por ese lado y varias veces a lo largo de esa primera parte se encontró.

Desde esta página, nunca hemos dudado de la calidad de Claudio Bravo, pero ayer se mostró especialmente nervioso, precisamente en dos de sus especialidades, tanto en los blocajes de balón, como en sus despejes. Generando aun si cabe mayor inseguridad en la zaga, donde hasta el propio Busquets, multiplicándose como siempre, en la zona de tres cuartos malacitana, no alcanzó a poner orden. Y por supuesto el gol, llegó como no podía ser de otra manera, tras un robo de balón de Camacho que cuajó un extraordinario partido y cuya jugada acabó rematando Juanpi a la red tras rebote en Mascherano.

A partir de que el Malaga consiguiera el equilibrio en el marcador, el partido se ajustó a parámetros más normales, donde los interiores ayer, Arda e Iniesta, empezaron a tener incidencia en el juego en forma de conducciones de balón y por ende enfriamiento del partido. Pero fue a raíz de la segunda parte cuando el Barça decidió que si realmente se quiere ganar esta Liga, no se pueden volver a repetir cuarenta y cinco minutos como los de la primera parte en la Rosaleda.

El primer sustituido fue el ya mencionado Vermaelen por un siempre acertado en todas sus decisiones, Mathieu. Y esta sustitución merece un capitulo a parte; a nadie escapa que si de talento hablamos, el belga es uno de los centrales con mayor potencial en Europa. Mientras en contraste su compañero francés, nunca se le podrá exigir un fútbol extraordinario, pero cumple. Siempre cumple. Y ayer dadas las circunstancias se trataba de eso, de evitar cualquier tipo de error que penalizara. ¿Dice eso que la decisión de que jugara Thomas de inicio no era la correcta? Para nada, ante la presión alta del equipo entrenado por el pamplonica, Vermaelen parecía el central a elegir, más con la ausencia, como hemos venido hablando, de Gerard Piqué. Pero, y aquí volvemos a uno de nuestros axiomas, el fútbol es de los futbolistas, y ayer no era el día del belga.

Junto con la inclusión de Jeremy en el partido el Barça adelantó veinte metros sus líneas y no permitió la presión alta malacitana, puesto que el partido se jugaba en tres cuartos del equipo local y ahí la versión más letal de Leo entró en juego. El astro argentino volvió a ejercer de centrocampista-delantero es decir de asisto pero también las enchufo. Un perfil que solo se ha inventado para él y que por tanto solo el diez es capaz de ejecutar. Y así fue como de esta manera realizó una preciosa volea en el área tras haber abierto el juego él mismo sobre Adriano. Si quieren un clinic sobre cómo se llega al área de remate, echen un vistazo a dicha jugada maestra del maestro de maestros.

A partir de ese momento el Barça racionalizó un poco más si cabe su once, dando entrada a un hiperactivo Rakitic por Munir, lo que mandó a Arda a aquella cal izquierda. Y, poco después por lesión de Adriano, acabó también jugando el nuevo Luis Enrique, Sergi Roberto, esta vez en banda izquierda como ya hiciera en la Catedral.
Dado que el Barça no cerraba el partido con un tercer gol, aun tuvo el Málaga alguna opción para el empate, pero lejos quedaban los horripilantes cuarenta y cinco minutos iniciales para un equipo que demostró tras el descanso que quiera más que nadie esta Liga y que, aunque a veces se despiste, tiene un plan para conseguirla.

LAS NOTAS

Bravo|6| No transmitió la seguridad que le caracteriza. Aun así tuvo más de una intervención de mérito y en el gol nada pudo hacer.

Aleix |6| Poco a poco entrando en la dinámica de grupo. Todavía tiene margen de mejora.

Vermaelen |4| Ojalá de aquí a final de temporada tenga tiempo de demostrar su calidad. Tras la lesión no ha recuperado su forma y de hecho muestra una inseguridad alarmante.

Mascherano |7| Ayer comandó la defensa y no lo hizo nada mal para la papeleta que tenía. Mejor con compañero francés que belga.

Adriano |4| Ha llegado el momento de darle las gracias por los servicios prestados. Aun así, asistencia de gol.

Busquets |6| Ayer no hizo su mejor partido, pero fue clave en la mejoría del equipo en la segunda parte.

Arda|6| Buen trabajo interpretando la pausa, fundamental en el resurgir del equipo en la segunda parte.

Iniesta |8| Está en un estado de forma excepcional. Le falta pesar un poco más en los encuentros, sobre todo dado su estado de gracia.

Leo |7| A partir de la segunda parte entro en juego para acabar con el partido. Cuando Leo es Leo el Barça es el Barça.

Munir |6| Nuevo gol de delantero, que además abría el marcador. Ahora sí empieza a formar parte del equipo.

Suárez |7| Referencia arriba. Cada vez más importante si cabe en el juego de ataque del equipo, sobre todo con la baja de Neymar.

Mathieu |7| Sustituyó a Vermaelen y resultó fundamental para dar seguridad a la zaga. Acertó siempre.

Rakitic |6| Volvió a sumar hiperactividad. Sumando, como casi siempre.

Sergi Roberto |6|  Entiende el juego y por tanto se le puede poner en cualquier posición del campo que rinde, de lateral izquierdo, también.