He empezado este texto de cuatro o cinco formas diferentes desde que se conoció la noticia de la oferta de Olympiacos por Papanikolaou. En primer lugar lo hice desde la ilusión, la oportunidad que se brindaba de recuperar a un jugador de proyecto para años, que mejora lo que hay en plantilla actualmente y probablemente también en el futuro. Posteriormente lo comencé desde la incredulidad al conocer las informaciones que aseguraban que el Barça no igualaba oferta. Esto dio paso a escribir desde el enfado, pero como hacerlo desde la calentura no es buen negocio deseché la idea. Así que finalmente me he decidido a redactarlo con más frialdad, desde la más absoluta decepción, he de decir.

Kostas Papanikolaou ahora no iba a solucionar nada porque no es la gran necesidad que tiene ahora este Barça, y además no es esa clase de jugador. Es a largo plazo donde la decisión de hacerse con el griego cobraba todo el sentido. Es un jugador con ya experiencia en el club, ocupa una posición en la que no abundan jugadores de nivel en Europa, ha quemado su etapa NBA y parece difícil que algún día regrese, y volvería además en unas condiciones económicas más que asumibles. ¿En qué pensaba Creus cuando lo firma en su día realizando una gran inversión que además costea la renovación del deseado Spanoulis? ¿Lo tenemos un par de años, que se vaya a la NBA y nos desentendemos de él? Es imposible tener menos miras al futuro. Desde que se fue a Houston Thomas, Oleson, Abrines, Perperoglou y Eriksson han ocupado el puesto de “3”, y bien porque no son aleros, porque están empezando la cuesta abajo de su carrera o porque no dan la talla, ninguno de ellos han tenido o tendrán recorrido en la posición. Así que, ¿en qué piensan en la dirección deportiva? Que hablen claro y digan por qué no fichan a Papanikolaou.

Creus dice que no quieren romper la dinámica del equipo. Y yo me pregunto qué dinámica. ¿La que te ha llevado a ser barrido en Atenas? ¿La que te ha hecho perder holgadamente en Moscú a pesar de no tener delante a De Colo y Freeland? Se ha perdido en el OAKA, en Vitoria, en Krasnodar y en casa ante Valencia y Baskonia en dos partidos vitales. Que las dos victorias en el Barclaycard Center de Madrid no supongan una venda en los ojos. A todos nos ha ilusionado ganar estos dos clásicos, pero hay que ver mucho más allá de ellos porque ahora mismo el Real Madrid no es un equipo que sirva de referencia para medir a los de Xavi Pascual. ¿Qué dinámica?, por favor.

Claro que habría sobrepoblación en las posiciones exteriores y habría que sacrificar a alguien, pero en eso también ha consistido todos estos años gestionar un roster largo. ¿Cuál es el futuro de la posición de alero en la sección? Abrines juega de manera muy intermitente y como realmente estaba llamado a ser diferencial era como «2». Perperoglou es un jugador al que nada se le puede achacar, pero tras ser liberado por Efes (ya significativo) bien podría haber sido reclamado en El Pireo, y no se hizo a pesar de que ahora Olympiacos ficha un hombre en su puesto. Blanco y en botella.

Se filtra que el jugador quiere jugar en Atenas y luego él mismo lo ha confirmado. ¿Y qué? Su contrato especificaba que el Barça tenía la posibilidad de recuperarlo, así que tanto Olympiacos como jugador deberían asumir ese derecho preferencial culé. La obligación del Barça era hacer uso de ese privilegio y si luego quieren fichar al griego que pasen por caja como en su día lo hizo el Barça. Dudo mucho que viniera a disgusto al Palau Papanikolaou, pero en cualquier caso si no se puede sacar provecho deportivo de tus derechos al menos saca rédito económico. Pues ni eso. Se podría decir que las cantidades son elevadas, pero si las cifras que se han publicado son reales no parece que sea una operación muy costosa para lo que significaría fichar a un jugador con potencial para ser culé cinco o seis años.

Así que lo mejor es que desde el club se dé una explicación real sobre el asunto. Que digan que hay recorte presupuestario y que no puede haber más gastos, algo evidente desde hace tiempo, por cierto. O que digan que el griego decepcionó en su día y no se confía en él. Se podrá o no estar de acuerdo, pero parecerían explicaciones más valientes y sinceras que las que han ofrecido. Casi diría que el único motivo admisible para no acometer la contratación del ya jugador de Olympiacos es que haya encaminado el fichaje de otro alero para el próximo verano, sobre todo si se tratara de Weems o Gentile. Son opciones que hoy día parecen remotas porque tienen contrato en vigor con sus equipos. El americano tiene un año más de contrato garantizado con los Suns y sería fácil que entrara en algún traspaso, por lo que es una operación complicada. El caso del italiano es particular porque ha renovado con EA7 pero podría no jugar Euroliga el año que viene, así que por fin podría dar el salto a la NBA. No obstante, visto lo visto, ¿qué motivos ha ofrecido el club para que pensemos en algo así? Ninguno, por lo que probablemente pecamos de ilusos.

Esta historia no sé cómo acabará, si con la llegada de algún gran alero en verano, con Spanoulis en el Palau la siguiente temporada (como contraprestación de Olympiacos al Barça por dejar ir a Papanikolaou como apunta José Ignacio Huguet) o como estamos ahora, en la instalada desilusión. El caso es que el mercado europeo es cada vez más complejo, cada día son más los jugadores que cruzan el charco a la NBA o incluso Asia, así que son pocos los jugadores de nivel que representan oportunidades en el mercado, y de hecho los retornados son las mejores opciones. Fenerbahce, Real Madrid o CSKA se han construido especialmente a base de acelerar gestiones por estos jugadores. Así que en este contexto hay que estar rápidos y ser muy inteligentes para atrapar estas oportunidades, y la dirección deportiva culé lleva años pecando de las dos cosas, lo cual les invalida para el cargo que ostentan. Lo peor de todo es el desinterés con el que aparentan trabajar y la falta de ilusión que transmiten.

Hasta ahora no he nombrado a la directiva del club, responsable primera del estado de una sección en una constante caída, un equipo irreconocible respecto a su historia reciente. Esa directiva que dilapida dinero sin cesar en el fútbol con fichajes bajo sospecha o comisiones abusivas, y que lo hacen sin ningún rubor respecto al resto de secciones. No sé al resto de culés, pero a mí me cabrea sobremanera gastarse 6 millones en Douglas sabiendo lo que en baloncesto se puede hacer con esa cantidad. La sección vive del fútbol, y eso es algo que no se puede cuestionar, pero no puedes vivir del Més que un club y luego abandonar la sección como se está haciendo, porque desde fuera lo que da es la sensación de que a nadie en el club le importa el baloncesto.