Cuando el pasado sábado, Messi saltó al terreno de juego contra el Deportivo de la Coruña, todos los culés sonreímos y analizamos sus primeros pasos en el césped con cautela y temor a que diera una mala pisada. Cuando apenas unos minutos después recibió un magnífico pase de Neymar y marcó el cuarto gol de la tarde, respiramos tranquilos. Después le vimos gobernar una vez más el partido a su antojo, y entonces esbozamos una sonrisa reconfortante. Messi había vuelto.

Hay un muy interesante programa en el canal #0 de Movistar+, llamado “Cuando yo no esté”, que analiza de la mano de científicos e investigadores, cómo serán determinados campos dentro de 20 o 30 años, la ciencia, la tecnología, los avances sanitarios etc. Pues bien, yo me pregunto, qué nos contaría ese programa si algún día se planteara que pasará, cuando Messi no esté.

Y es que aunque nos cueste asumirlo, y aunque aún quede tiempo para eso, habrá un día en que el número diez del Barça lo lleve otro. Un día en que el chaval que vimos debutar hace 12 sustituyendo a Deco en el Estadi Lluis Companys con el 30 a la espalda, y que se ha convertido en el mejor jugador de la historia del fútbol, lo deje. ¿Y ese día que haremos? Cuando yo era niño me resultaba imposible plantearme que algún día en el Barça no jugarían Bakero, Stoichkov o Zubizarreta. Ahora que no lo soy me da vértigo pensar que Messi algún día dejará de ser jugador del Barça. Y es que en estos 12 años, el Barça ha ganado 8 Ligas, es decir 3 de cada 4 disputadas, y 4 Champions, de las 5 que tiene en sus vitrinas.

Hace años, cuando se hablaba de que Messi rendía mejor en el Barça que en Argentina, se solía decir que en la albiceleste le faltaban Xavi, Iniesta, Alves o Busquets. Así era, aquel Messi era una pieza más del mejor Barça de la historia, la pieza más valiosa por supuesto, pero dentro de un equipo armónico, un equipo que contaba con el mejor centro del campo que jamás volverá a verse. Ahora Leo ha evolucionado, empezó siendo un hábil regateador que partía de la banda derecha y era capaz de marcar goles “maradonianos” como aquel al Getafe. Después pasó su etapa más goleadora como el falso 9 que nació en la mítica tarde del 2-6 en el Bernabéu para después batir todos los récords goleadores posibles. Ahora Messi es un jugador total, el goleador cuando hace falta que lo sea, el quarterback que lanza pases precisos a la espalda de la defensa para los compañeros que se desmarcan esperando su pase, el preciso lanzador de faltas que todo equipo necesita, el generador de juego, ya sea recibiendo en la banda o bajando a recibir hasta el medio centro. Messi es el Barça.

Guardiola poco antes de irse, dijo que el club debía dedicar los siguientes años a procurar que Leo estuviera a gusto, y parece que se ha logrado, pero el vacío que dejan sus ausencias nos hace pensar si en el club se está preparando, aunque sea a largo plazo, el futuro sin Leo. El fichaje de Neymar parece hecho pensando en esto, es el jugador al todo el mundo mira como heredero en los futuros premios individuales a repartir a partir de 2018 o 2019, pero por muy alto que llegue el brasileño, no me parece el tipo de jugador que hace jugar a un equipo como lleva haciendo Messi especialmente los últimos 3 años. No por falta de calidad o de liderazgo, sino porque Leo es único. Sustituirle no será posible, se podrá intentar otra cosa, que podrá funcionar, pero será diferente. Y es que cuando Messi no esté, tampoco estará Iniesta, Piqué seguramente esté acabando su carrera, al igual que Busquets. De los jugadores de la actual plantilla, Sergi Roberto, si mantiene esta progresión, parece llamado a ser uno de los líderes del futuro Barça, Rafinha o Denis Suárez, también pueden tener un buen futuro por delante, Aleñá es la joya de la cantera que todos esperamos que cuaje… pero para poder sobrellevar ese futuro que nos espera, el Barça debería tener un plan de equipo, un proyecto para que la alargada sombra de Messi no nos deje en la penumbra mucho tiempo.

Pero acabo con una buena noticia, pasado mañana juega el Barça, y el número 10 lo portará Leo Messi. Disfrutemos.