En un partido intrascendente desde el punto de vista de la clasificación para octavos de Champions, era necesario confirmar si el Barça que viene, se parece más al de la primera parte del clásico o al de la última media hora con Iniesta en el campo. Y no hizo falta esperar muchos minutos para darse cuenta que con el manchego este Barça renueva su identidad como el equipo que conocíamos no hace tanto tiempo.

Es cierto que tanto el escenario, con todo ya decidido, como el rival, que vino a Barcelona a pasarlo lo menos mal posible, no ayudan a dilucidar si este nuevo Barça ha venido para quedarse o es solo un espejismo. La “segunda unidad” entró en escena, con una defensa donde el único titular era Mascherano y estaba acompañado por su relevo natural en no mucho tiempo; Umtiti. Las bandas también eran para los no habituales, Digne y sobre todo un Aleix Vidal que ayer sí pudo expresar su fútbol de ida y vuelta, con profundidad, llegada y línea de fondo. No sabemos si Luis Enrique todavía cree en recuperarle para la causa, pero ayer las sensaciones fueron bastante positivas. El centro del campo estaba comandado por Andrés, como ya hemos dicho, acompañado por un Denis que sigue siendo uno de los interiores que mejor interpretan su asociación con Leo en ese lado derecho. Y como medio centro aparecía un jugador del que no cabe ninguna duda que el asturiano tiene mucha fe en él, el portugués André Gomes, que sigue sumando minutos para continuar con su educación en el idioma que le pide Lucho.

Arriba en punto estaría un Alcácer que quizá sea el único lunar cara a la galería del partido, pues a un nueve se le suele medir por sus goles, pero que sin embargo sí que va adquiriendo los movimientos que a un punta en el Barça se le demanda. Los goles llegarán, debería de ser lo de menos para analizar un rendimiento de cualquier jugador. También es verdad que por su propio bien, para acabar con cierta angustia, cuanto antes anote esos tantos, mejor para todos.

Mención a parte merece el turco Arda Turan. Ayer volvió a interpretar como pocos la posición de extremo izquierda del equipo, como ya hiciera durante la pretemporada. No es ya solo el hecho de su hattrick, que ciertamente es significativo porque nos indica la buena ocupación que hace del área. Tampoco que fuera una combinación suya con Leo la que abriera el marcador, lo cual nos muestra también lo bien que se entiende con el número uno. Es esa habilidad para aguantar la bola cuando toca, tocar de primeras cuando el juego lo demanda, profundizar entre líneas si es necesario y ensanchar hasta la cal cuando se le pide. En definitiva, quizá estemos ante una interpretación de su posición bastante más académica que la del habitual inquilino de esa zona del campo. Toda vez que nadie puede quitar méritos al talento de Ney, pero quizá no estaría de más que el brasileño viera algún vídeo del turco jugando en su puesto.

La capacidad de Andrés para juntar líneas, para acelerar el juego, para asociarse con casi cualquier jugador del campo es única y explica por sí mismo por qué este equipo ha tenido tantas lagunas de juego en los últimos dos meses. Y además consigue que ese ritmo de juego se contagie al resto de sus compañeros. Ayer la velocidad de balón fue la que se le demanda a un equipo que se va a enfrentar en un porcentaje muy alto de partidos a equipos con repliegue bajo como ayer el Gladbach. Una vez más, el Barça de Luis Enrique se destapa, para bien y para mal, como un equipo donde los futbolistas que lo integran tienen un alto peso específico en el juego. E Iniesta es uno de los indispensables en este engranaje. Quizá el único centrocampista con mayúsculas que conserva este equipo. Cuidémosle, en el ocho puede estar la clave de esta temporada. La delgada línea roja que separa el éxito del fracaso y sobre la que el funambulista manchego baila en cada partido.

LAS NOTAS.

Cillesen (6). Sin incidencia en el juego dada las casi nulas llegadas del equipo rival. Aun así evidencia una buena educación en el juego con los pies.

Aleix Vidal (8). Una de las sorpresas del partido.  Cuando ya casi no se le esperaba al ex sevillista, veremos que quizá sí que Luis Enrique tiene una lateral suplente solvente.

Umtiti (7). Si sigue afinándose acabará siendo la pareja titular con Piqué más pronto que tarde.

Mascherano (6).  Como siempre de un alto nivel competitivo, últimamente apura demasiado en la anticipación, lo que puede acarrear más de un problema importante al equipo. Debería pensar en tranquilizarse un poco.

Digné (6). Otro que poco a poco sigue aprendiendo el idioma Barça. Cada vez interpreta mejor el rol de lateral en este equipo. Algo nada fácil de interpretar.

André Gomes (7). Puede acabar siendo el mediocentro reserva de Busquets. Cierto que no fue tremendamente exigido, pero se maneja bastante bien en esta posición. Veremos si evoluciona aquí o vuelve a su posición de interior.

Denis (7). Asociativo. Entiendo los movimientos de Leo como pocos en la plantilla. Tiene calidad futbolística suficiente. Si sigue mejorando en la lectura seguirá sumando para este equipo.

Iniesta (9)  El timón. A partir de él el equipo se hace orgánico. Si no está él son piezas sueltas, con él en el campo son un engranaje que funciona coordinado.

Arda Turan (8). Creo que Luis Enrique debe ir olvidando utilizar al turco en otro puesto que no sea el de extremo. Por lectura y hasta por físico es con diferencia donde mejor se desenvuelve.

Messi (8). De lanzador, de rematador, de diez, de once, de nueve… de lo que quiera, sigue marcando diferencias.

Alcácer (6). Aunque sigue peleado con el gol, cada día interpreta mejor los movimientos de un nueve en clave Barça. Los goles llegarán pronto, paciencia.

Rafinha (6). Debe volver a sumar porque es de lo más interesante que puede salir del banco en clave Barça.

Cardona (-). Testimonial debut del canterano en la Champions.