Como con otro de los fichajes que el club hizo este verano, “Nelsinho” fue foco de las dudas nada más llegar. Joven, con poca experiencia en la élite y a un precio respetable, la mayoría de la gente (yo incluido) no sabía muy bien de qué era capaz este jugador. Incluso desde un medio de comunicación se llegó a inventar una noticia en la que se afirmaba que el vestuario creía que estaba por debajo del nivel de Douglas. Por suerte, solo tuvieron que pasar unos días para ver que no era más que una patochada.

Nelson Semedo se ha ganado en tiempo récord a la mayoría de la afición culé. Impetuoso, rápido y participativo, ha caído de pie en el equipo, que necesitaba un lateral derecho con urgencia tras forzar a Sergi Roberto a jugar toda una temporada fuera de posición. Su impacto en el equipo ha sido similar al que tuvo Umtiti el año pasado, una mezcla de ver por fin a un jugador de nivel en una posición que el equipo necesitaba y ese entusiasmo que contagia al verle jugar.

La verdad es que solo hay que echar la vista atrás desde que se marchó Alves para ver que hacía falta un movimiento así. Aleix Vidal vino para ser ese sustituto, pero pronto se vio que su posición está más arriba. Ahí entró Roberto, que lo hizo bastante mejor de lo que nadie creía, y que a día de hoy entra en la rotación como lateral, aunque ya no es su posición inicial afortunadamente. Incluso Mascherano ha jugado ahí, por desgracia. Estaba claro que la situación ya no se podía alargar más.

Pero no son solo sensaciones, sino que también hay datos que respaldan esas buenas vibraciones que transmite Semedo: con él en el campo, el Barça solo ha encajado un gol en cinco partidos, y cuando ha estado rodeado de la defensa titular, cero goles en esos tres partidos en los que han coincidido (Espanyol, Juventus, Sporting). También hay que destacar el aumento en tiros bloqueados al rival, ya que el año pasado este tipo de acciones era casi inexistente. Sería imprudente decir que todo esto es cosa de Nelson, ya que la mano de Valverde está claramente en esta mejora, pero ha sido parte activa desde su llegada.

Y a ver, no todo es perfecto, ya que en ataque aún tiene que adaptarse y medir bien los tiempos para llegar. Necesita conducir el balón menos, algo de lo que pecaba Umtiti el año pasado, ya que hablaba antes sobre él. Pero no se puede pedir mucho más, ya que creo que ha superado las expectativas que cualquiera podría tener sobre él hasta el momento. Es joven y seguro que se consolidará como uno de los mejores laterales del mundo si todo va bien.