Belgrado es la capital del baloncesto europeo. No hay mejor lugar para alzar el entorchado europeo que allí donde se ha honrado este deporte con tanta devoción. Formando parte de Serbia o de Yugoslavia, con o sin grandes equipos, ganando el país más o menos en los torneos internacionales, Belgrado evoca baloncesto. Allí quieren ir los 16 equipos que inician mañana la Euroliga 2017-2018, entre ellos un Barça que no pisa una Final Four desde 2014 (y mejor no haberlo hecho). ¿A qué se enfrentan los de Sito Alonso? Nuevamente a un torneo con tres grandes favoritos, aunque quizá algo debilitados. Es posible que la distancia de CSKA, Real Madrid y Fenerbahce respecto al resto de aspirantes se haya acortado y el nivel medio se haya elevado, por lo que previsiblemente se verá una Euroliga algo más abierta.

CSKA MOSCÚ

Westermann por Aaron Jackson, Sergio Rodríguez por Teodosic, Otello Hunter por Augustine y de propina Will Clyburn. Si gana o pierde con los cambios es casi una cuestión de gustos. No había mejor sustituto para Milos Teodosic en forma y contenido que el “Chacho”. Si Hunter se parece al de sus primeros meses en Madrid será un gran fichaje. Westermann es diferente a Jackson y ahí los moscovitas pierden ese cambio de marcha que les daba el americano en favor de más control. Clyburn hizo una gran Euroliga, pero es un jugador que necesita balón jugando para un equipo que igual no necesita eso, como demostró la experiencia con Weems.

El resto es la base de un equipo que practica un extraordinario baloncesto hasta que se cruza con Olympiacos. Itoudis todavía tiene pendiente hacer de CSKA un equipo más duro mentalmente que sea capaz de sobreponerse a los colapsos. El milagroso palmeo de Khryapa para salvar una final que tuvieron ganada no disipó las dudas y en Estambul otra vez los de El Pireo volvieron a desnudar sus carencias. Que no sea primero en liga regular sería una sorpresa. Que no gane la Euroliga esta edición sería una decepción.

FENERBAHCE

El campeón ha perdido al mejor escolta de la competición y también al mejor pívot. Ya podía rebuscar Obradovic en todo el continente que no había sustitutos a la altura de Bogdan Bogdanovic y Ekpe Udoh, así que ha cambiado el guión. Para relevar al serbio ha fichado a Marko Guduric, Sinan Guler y Brad Wanamaker. El ex de Estrella Roja es un joven con proyección, aunque no tanta como en su día Bogdan, pero se pone en manos del mejor para crecer. El turco aportará experiencia, tiro y carácter. El americano ya es una incorporación más importante, un base que en la práctica hará de relevo de Bogdanovic acompañando a un base, sobre todo Sloukas. Para hacer olvidar al ya pívot de los Jazz llega Thompson como relevo natural y Melli como joya del mercado que debería formar una pareja fantástica con Vesely.

Fenerbahce pierde dos jugadores diferenciales pero gana fondo de armario. La pasada liga regular apostar por un roster tan corto casi le cuesta un disgusto por las lesiones de Datome, Sloukas o Bogdanovic, sobre todo, así que este año debe irse a más victorias en liga regular y asegurarse ventaja de campo en cuartos. Ya es un equipo campeón, Obradovic no les va a dar descanso y tiene una plantilla impresionante, pero ya no tiene a dos jugadores sin igual en Europa. Aun así, el objetivo no es otro que ganar, y más si es en Belgrado, pensará el Maestro Obradovic.

REAL MADRID

Hace un par de meses el Real Madrid se frotaba las manos viendo cómo CSKA y Fenerbahce se debilitaban mientras ellos mantenían el bloque, pero la lesión de Llull es terrible. A falta de ver cómo cuaja Randle, a nivel deportivo la baja del de Mahón es irreparable porque obliga a un sobresfuerzo a Campazzo y Doncic. El primero habrá que ver cómo responde física y mentalmente a una exigencia de dos o tres partidos por semana. El esloveno lo tiene todo para romper más si cabe, pero es un niño que va a tener en sus manos el destino de un equipo que aspira a todo, teniendo que jugar demasiado de base. Llull además era la resistencia mental y deportiva de un equipo que acabó deprimido la temporada y que está por ver cómo se repone de dos años seguidos siendo barrido por Fenerbahce.

Su mercado no ha cumplido las expectativas. Se pasó de hablar de Hanga y Melli a Causeur y Kuzmic, buenos jugadores que solidificarán la plantilla pero no darán salto de calidad. Del equipo seguirán tirando los que ya estaban. El francés aportará pegamento a un juego exterior que necesitaba algo ahí. Kuzmic defraudó en Atenas pero vuelve a la élite para demostrar que bien abastecido es un jugador muy productivo. Felipe Reyes y Rudy han descansado y el Real Madrid lo agradecerá, sobre todo en el caso del mallorquín, que necesita reivindicarse y superar sus problemas físicos. A quien necesita sí o sí Laso a su mejor nivel es a Anthony Randolph, que desapareció en el último tercio de la temporada pasada. Este año es examen importante para Pablo Laso, que deberá equilibrar más que nunca el juego interior y exterior, no pudiendo encomendarse como hasta ahora al genio de Llull. Tiene tal plantilla el Real Madrid que sería lógico verles en F4, y allí si Llull está medianamente bien todo podría pasar, pero tampoco sería un “sorpresón” que este proyecto con algunas dudas decepcionara este año.

OLYMPIACOS

Los de El Pireo otra vez comenzaron hace un año con 365 días más en el casillero de Spanoulis y peor plantilla que varios equipos, pero una vez más se plantaron en la F4 y maltrataron a CSKA, pereciendo luego ante Fenerbahce. Van a repetir la fórmula hasta que el genio de Larissa diga “basta”. Tres cambios en el juego exterior heleno para rodear mejor a Vassilis: Roberts, Strelnieks y Thompson por Hackett, Green y Lojeski. Especialmente destacable el letón, un jugador perfecto para compartir pista con el “7” de Olympiacos.

Por dentro han salido Khem Birch y Patric Young, así que han tenido que salir otra vez al mercado a por esa pieza que desde hace muchos años no falta en la pintura helena, la del pívot físico. Difícil misión para Jamel McLean (fue el mejor en el derbi ante PAO) rendir a un nivel parecido al de Hines, Dunston o incluso Birch. Por si acaso dos socios que encajan a la perfección en el ADN de los de El Pireo, Georgios Bogris y Kim Tillie. El francés debe cubrir con garra y calidad esos minutos de descanso que Printezis necesita, un problema importante estos años. Será difícil que igualen el número de victorias de la pasada liga regular, pero la meta es llegar a los cruces lo más arriba posible, y es ahí donde son realmente temibles.

PANATHINAIKOS

El primer año de Xavi Pascual en el OAKA no se puede calificar de otro modo que no sea sobresaliente. Doblete en Grecia y una buena clasificación en Euroliga, donde luego cualquiera hubiera caído ante Fenerbahce. Más importante si cabe fue cómo el de Gavá recuperó al grupo tras el conflicto de Estambul entre jugadores y propietario para acabar llevándose la liga ante el vecino Olympiacos. Lo mejor para el catalán es que mantiene el núcleo duro del equipo con las renovaciones de Calathes, KC. Rivers y Gist, además de la continuidad de Singleton. La pérdida de Mike James es sensible, sustituido por el lituano Lekavicius, que sí puede complementar bien a Calathes pero no parece un base muy Pascual.

Lo que sí parece es que se confirma la idea de un equipo físicamente dominante con los fichajes de Vougioukas, Antetokoumpo y Zach Auguste. Se espera mucho del joven greco-americano para ser el primer relevo en la pintura. ¿Cómo solventará los posibles problemas de anotación Xavi Pascual? Lojeski ayudará en la medida que su físico se lo permita, pero las esperanzas se depositan en un Marcus Denmon que tiene que ser más regular que Feldeine o Pappas. Si no cuaja el americano Panathinaikos sufrirá problemas de colapsos en partidos exigentes. Pascual ya ha dicho que quieren dar un paso más respecto a la temporada pasada, es decir, Final Four. La pasada campaña llegó con la competición empezada y heredando un equipo no suyo, pero este año trabaja con ellos desde el principio y con un roster que se ajusta a su forma de entender el basket, así que la meta es clara, volver a una Final Four después de cuatro años.

KHIMKI

Tras un año catastrófico Georgios Bartzokas no ha tardado en encontrar banquillo, el de un Khimki que en poco tiempo le ha dado más con lo que trabajar que el Barça en una temporada completa. En Rusia se vuelve a encontrar un equipo con un líder clarísimo como Spanoulis en Olympiacos o Delaney en Lokomotiv, aunque para tener el mismo éxito que con los anteriores el técnico griego ha de convencer a Alexey Shved para poner su talento al servicio del equipo y no sólo para sí mismo. A buen seguro que Bartzokas le va a dar todas las herramientas para que lidere a los rusos y además sean competitivos. Por lo pronto no lo ha podido escoltar mejor para que no se desgaste demasiado.

Stefan Markovic es el base perfecto para jugar al lado de un combo como Shved, pues aporta defensa, dirección, no necesita tanto balón y sabe anotar cuando toca. Charles Jenkins es un especialista defensivo, mientras que Honeycutt y James Anderson además de físico tienen puntos en las manos. Por dentro parecía ir más justo más allá de Sokolov, el veterano Monia y el ex culé Todorovic, pero las llegadas de Thomas Robinson y Anthony Gill les da un plus importante. Si el ex de Lakers se adapta es un jugador con enormes posibilidades para hacer algo importante en Europa, mientras que Gill tiene todo para ser una de las sorpresas de la competición. Khimki es un equipo absolutamente nuevo, pero tiene un gran entrenador que casa con la plantilla configurada, un crack bien rodeado y, lo que parece más importante si cabe, las ideas clarísimas. Los Playoffs son perfectamente alcanzables para Khimki.

BASKONIA

Como de costumbre el equipo gasteiztarra ha tenido que reinventarse nuevamente. Pese a cumplir unos mínimos el proyecto de Sito Alonso dejó frío a casi todo el mundo en Vitoria y Querejeta apostó por Pablo Prigioni, que si ve el basket desde la banqueta con la mitad de claridad que en la pista los aficionados vascos han de estar tranquilos. El ayer, el hoy y el mañana para hacer olvidar la alargada sombra de Shane Larkin en el puesto de base. Granger liderará, Marcelinho aportará su experiencia y entre el brasileño y el propio Prigioni tutelarán al joven Vildoza. Si la dirección funciona los escoltas y aleros del equipo disfrutarán porque todos ellos son buenos tiradores. Es de esperar una mayor regularidad de Beaubois, pero junto a Garino, McRae (Janning mientras esté lesionado) y sobre todo Timma conformará uno de los mejores juegos exteriores del continente. El letón será una de las atracciones de la competición.

Baskonia rastreaba el mercado en busca de un “4” que complementara a Shengelia, pero mientras buscaba el georgiano cayó lesionado y recordó la urgencia de fichar porque ahí el equipo se queda cojísimo, más conociendo los problemas que siempre suele tener Toko. Hasta completar el juego interior Prigioni se las tendrá que apañar jugando con pequeños o poniendo en pista a dos de los tres “5” que tiene. Voigtmann tuvo un año de debut de más a menos, así que en la presente temporada se espera de él que sea ese pívot capaz de abrir la cancha y amenazar al mismo tiempo que muestre mejoría debajo de canasta. Y mientras el prometedor Vincent Poirier se adapta el que debe dar otro paso adelante es Ilimane Diop. Ya se sabe que defensivamente es imponente, pero lo que ofensivamente la temporada pasada insinuó lo debería ampliar para ser un pívot realmente completo. Tras unos cuantos años alejados de la élite Baskonia suma dos buenos años en Euroliga, y este año si las lesiones respetan siguen teniendo potencial para colarse entre los ocho mejores.

ANADOLU EFES

Perasovic llegó hace un año a Estambul y se encontró una plantilla con muchos jugadores con contrato en vigor, por lo que se tuvo que adaptar a la espera de liberar salarios y formar algo más a su gusto. Sí tuvo claro que el proyecto pasaba por la pareja interior Dunston-Brown y se les renovó, pero decidió hacer una limpia en su equipo, empezando por la dirección. El dúo Granger-Heurtel no convenció y el ex de Baskonia cortó por lo sano con ambos. Con Errick McCollum y Josh Adams parece repetir la fórmula Adams-James que tan bien le fue en Vitoria, es decir, un anotador puro que quiere mucho balón y otro jugador más agresivo y físico con también puntos en las manos.

También han salido Cedi Osman, el ex culé DeShaun Thomas y, sorprendentemente, Tyler Honeycutt. Krunoslav Simon y Ricky Ledo deben darles puntos a los turcos por fuera, mientras que por dentro se opta por la experiencia de Stimac y de un Brock Motum que viene de hacer un gran año en Zalgiris y era de lo más apetecible del mercado. Así pues, Efes es un equipo muy reconocible y fiable en la pintura, pero por construir en el exterior. La estrategia de los últimos años no terminaba de funcionar y se ha cambiado la hoja de ruta, pudiendo ir a mejor o peor. Sí es verdad que su mercado de fichajes ha dejado algo frío, no percibiéndose (a priori) un gran salto de calidad. Volver a pisar una F4 y discutirle el dominio otomano a Fenerbahce es un objetivo complicado pero real si las cosas funcionan bien.

VALENCIA BASKET

El flamante campeón de Liga Endesa no se ha podido preparar mejor para la aventura europea. Ha atado a sus grandes referentes, se ha reforzado bien tras las bajas y el entrenador que sustituye a Pedro Martínez es de total garantía. Los tres bases de la temporada pasada estuvieron fuera por momentos este verano, pero Vives y Diot renovaron y Van Rossom ha vuelto a firmar tras los problemas físicos que tantos quebraderos de cabeza dan al belga. Ellos son una garantía en la dirección, como Rafa Martínez, San Emeterio y Joan Sastre, a los que acompañará en el backcourt taronja Erick Green. Anduvo listo Valencia para aprovechar la indecisión de los dos equipos atenienses para firmar un escolta completísimo que ya ha empezado a dar resultado.

No era nada fácil sustituir a Pierre Oriola y Luke Sikma en la pintura, pero a priori Doornekamp suena bien para apuntalar el puesto de “4”, donde se espera que Will Thomas siga con el nivel que mostró en los últimos Playoffs ACB. Bojan Dubljevic seguirá siendo el jugador franquicia valencianista, pero con la exigencia de esta temporada se le ha acompañado en el “5” con dos hombres con experiencia en ACB y Euroliga pero muy distintos. Latavious Williams aportará músculo en la pintura y Tibor Pleiss centímetros y un juego en el poste bajo que en un buen día puede ser demoledor para el rival. El alemán claramente se ha estancado tras su salida de Vitoria, pero sigue teniendo un gran potencial. Valencia Basket puede pagar la novatada de afrontar dos competiciones tan exigentes, pero es un equipo consolidado con una buena plantilla en estado de gracia que además ya sabe lo que es ganar. Obligación ninguna, pero a los de Txus Vidorreta no les faltan mimbres para luchar por un puesto en cuartos.

AX MILAN

Hacía años que en la capital lombarda no se construía un proyecto atractivo, y ha tenido que ser después de un año pasado donde fueron un equipo muy alejado del nivel de esta competición. Simone Pianigiani, el arquitecto del último gran equipo italiano, Montepaschi Siena, toma las riendas del proyecto para hacerlo competitivo y el plan inicial parece clarísimo. Todo va a girar alrededor de Andrew Goudelock, al que se le van a dar todos los galones para que deje atrás dos decepciones seguidas en Fenerbahce y Maccabi. Para rodearle se ha utilizado una fórmula muy clara: americanos de buen nivel, europeos con experiencia e italianos para completar plantilla.

Jordan Theodore viene de ser una de las revelaciones en Europa pero ningún gigante ha apostado por él, así que dirigirá el rumbo italiano. Cory Jefferson bien podría ser uno de los fichajes de la temporada como ese interior móvil y buena mano. Además, apuestan por un Patric Young que apuntaba bien en Galatasaray antes de romperse nada más llegar a Olympiacos. Hombres como Zoran Dragic, Micov o Dairis Bertans aportarán experiencia al juego exterior de los italianos, que pueden soñar con Top 8 si todas las buenas intenciones del verano se trasladan al parquet, pero todavía parece pronto y están por debajo en plantilla respecto a los rivales directos.

UNICAJA MÁLAGA

Pocos esperaban a los de Joan Plaza en Euroliga este año, pero sorprendentemente vencieron en Eurocup, demostrando así que es un equipo orgulloso y competitivo. Su mejor fichaje es la continuidad de Nemanja Nedovic, que tiene en esta temporada su oportunidad para liderar un equipo Euroliga. Si las lesiones le respetan y gana en regularidad es uno de los mejores escoltas del continente, por lo que siendo la del “2” una posición complicada esta temporada puede ser su pasaporte a un gigante europeo o incluso vuelta a USA. Él y Ray McCallum deben llevar todo el peso ofensivo de los de Joan Plaza, auxiliados por tiradores peligrosos a su alrededor como Salin, Díez, Milosavljevic o Waczynski.

Esa pareja de bases formada por McCallum y Alberto Díaz promete, con el americano aportando talento ofensivo y el canterano su enorme actividad y crecimiento. Suárez como siempre será todo corazón y Jeff Brooks apunta a jugador vital en las aspiraciones del equipo. Augustine sumará su experiencia en la pintura junto a un Shermadini que está por ver cómo responderá físicamente a la enorme exigencia que es la Euroliga. Joan Plaza dispone de una plantilla más larga y talentosa que la del año pasado, pero ¿será suficiente? Luchar por el Top 8 quizá sea demasiado, pero sí está al alcance de los malagueños hacerse fuertes en el Carpena y ser un equipo incómodo siempre.

ZALGIRIS KAUNAS

Es difícil decir esto de un entrenador que lleva tan poco en la élite, pero lo cierto es que la mejor noticia del verano en Kaunas ha sido la renovación de Sarunas Jasikevicius, que un muy poco tiempo ha logrado crear un equipo atractivo, competitivo y tremendamente reconocible. La misión este año será más complicada si cabe porque ha perdido jugadores importantes, pero la actitud va a ser la misma. Un bloque agresivo en las dos canastas, intenso y con un amor por la circulación de balón que hacen de Zalgiris un equipo divertidísimo de ver. Este año otra vez serán peores que la mayoría, pero nuevamente jugarán convencidos de lo que hacen en cada acción que ejecutan. Se han ido Westermann, Lekavicius, Lima o Motum, pero el espíritu del equipo sigue siendo el mismo.

Dee Bost es un huracán en la dirección, mientras que Micic un base en pleno crecimiento por el que suspiraban muchos equipos, pero Saras y Zalgiris tienen poder de convicción por ofrecer un proyecto creíble para crecer. Ellos dos y Pangos pelearán por los minutos, pero también compartirán muchísimos. Es verdad que les falta un gran generador exterior que se fabrique sus propios tiros desde la individualidad, pero juegan a tantas revoluciones y mueven tan bien el balón que encuentran fácil los espacios y al tirador libre. Ahí Ulanovas, Milaknis o Toupane tienen mucho que decir. A poco que le salgan bien las cosas a Axel Toupane atraerá el interés de equipos más potentes que este año no se han atrevido con él. En la pintura el eterno Jankunas estará acompañado de dos norteamericanos, Brandon Davies y Aaron White. El ex de Zenit tiene todo para ser uno de los destacados de Zalgiris. Será difícil para Saras y los suyos superar el papel de la temporada pasada, pero no tienen ninguna presión y quién sabe si con un buen comienzo pueden pelear por Playoffs.

MACCABI FOX TEL AVIV

Hay que reconocerle valentía al croata Neven Spahija al aceptar el cargo del equipo macabeo. Hace un año tras otra temporada para el olvido se invirtió mucho en un equipo del que se esperaban grandes cosas, pero ya no queda ningún resto. Weems, Goudelock, Miller, Zirbes o Rudd, los que debían liderar el nuevo proyecto, ya están fuera y toca empezar de cero, aunque tampoco parece que vayan a aplicar otra fórmula. Muchos americanos de dudoso espíritu colectivo y tampoco de un gran nivel, como sí se les presuponía a Weems o Goudelock, por ejemplo. Además pierden a jugadores importantes en el vestuario como Gal Mekel o Devin Smith.

Pierre Jackson es un jugador con potencial, pero en su única experiencia en Euroliga con Fenerbahce no le fue bien y no es garantía de nada. Norris Cole es un fichaje sorprendente y arriesgado. Habrá que ver cómo se adapta DeAndre Kane a un equipo de gran exigencia donde él no sea siempre la primera referencia, un jugador raro el ex de Betis por el que nadie se ha querido arriesgar. DeShaun Thomas tiene otra oportunidad en Euroliga porque se le sigue percibiendo un potencial que nunca explota, y además vuelve Alex Tyus, que junto al bielorruso Artsiom Parakhouski completará el puesto de center, quizá el mejor cubierto de todo el roster. El ex de Unics Kazan si se adapta bien puede hacer grandes cosas, pero no ha parecido elegir un destino muy apropiado. El objetivo ha de ser el Top 8 si todo lo que tienen pensado en Israel sale bien, pero lo que despierta esta temporada Maccabi es escepticismo y algo de pereza.

CRVENA ZVEZDA

Estrella Roja es uno de los equipos desvalijados tras la pasada temporada. Durante meses fue la revelación de la competición hasta la lesión de Stefan Jovic, la baja más sensible pero no la única de los serbios. Kuzmic se ha ido al Real Madrid, Jenkins a Khimki, Guduric a Fenerbahce y Simonovic a Zenit, pero es que además el proyecto queda descabezado del entrenador creador de este gran Estrella Roja. Dejan Radoncic posiblemente será el primero en sonar en cuanto cualquier entrenador caiga. Le sustituye el jovencísimo Dusan Alimpijevic, subcampeón en Serbia el año pasado.

Han perdido mucho pero dentro de sus posibilidades se han movido con cierta inteligencia en el mercado. Rochestie en un equipo sin presión donde se sienta protagonista puede sumar mucho, mientras que James Feldeine por Guduric a corto plazo no es un cambio a peor. Vuelve Marko Keselj y también llega Pero Antic para sumar su experiencia y oficio. No obstante, quizá lo más estimulante sea el fichaje de Mathias Lessort, que llega al sitio adecuado para aprender en Euroliga y si lo hace bien dar el salto a no mucho tardar a un equipo de más potencial. Es una lástima que tras la vuelta de una Final Four a Belgrado el representante serbio no tenga opción ninguna de colarse en ella. El objetivo es crecer y foguear a los jóvenes. This is Serbia.

BROSE BAMBERG

Posiblemente el equipo alemán sea el más desmejorado respecto a la temporada pasada, pues prácticamente ha perdido su quinteto titular. Strelnieks, Causeur, Miller, Melli y Theis han hecho las maletas en busca de retos mayores después de una temporada donde los alemanes no alcanzaron el nivel de la anterior, perdiendo innumerables partidos de finales apretados. Por esta enorme pérdida de valor de su plantilla y la sensación de fin de ciclo sorprendió la renovación de Andrea Trinchieri, que tendrá que reinventar a Bamberg justo en el año que el Bayern de los serbios Djordjevic, Jovic, Lucic y Macvan amenaza con acabar su supremacía en el país germano.

Por supuesto que el preparador italiano no irá solo en este nuevo reto, en el que el objetivo ha de ser el de mantener la plaza Euroliga a través de su liga, no más. Su fiel escudero Nikos Zisis otra vez será su extensión en la pista, pero además suma otros dos bases experimentados en Euroliga como Hickman y Hackett, que en cualquier caso dejaron atrás sus mejores años. Que los que continúan en el equipo y hasta ahora habían tenido un rol menos crezcan y que los americanos Rubit, Bryce y Miller sumen mucho será clave para el éxito de Brose. Los dos primeros ya conocen la Bundesliga, mientras que Quincy Miller prometía mucho tras su estancia en Estrella Roja, pero una lesión frustró su paso por Maccabi. En Alemania tiene un buen contexto para recuperar su mejor nivel. Por plantilla tiene pinta de que Bamberg será uno de los peores equipos de Euroliga, y su objetivo no puede ser otro que tratar de construir algo interesante mirando más allá de los resultados.