Cuando fuimos los mejores, o (quizá) el mejor partido de siempre

Hemos hablado en esta página sobre lo bien gestionada que está en líneas generales la sección de balonmano del Barcelona; un equipo siempre arriba en Europa y que lleva años sin ningún rival de de empaque en España. Pero, y aún con la sorprendente derrota ante el Pick Szeged del fin de semana pasado en la retina, hoy me gustaríamirar atrás en el tiempo, a una época en la que el Barcelona fue el mejor equipo que balonmano mundial jamás vio.

Por supuesto hablo del ‘Dream Team’, el equipo entrenado por Valero Rivera, quizá el mejor entrenador que ha dado este deporte. Un super equipo que ganó cinco copas de Europa seguidas entre 1996 y 2000 y que dejó definitivamente a los azulgranas como el equipo de referencia internacional que son hoy día.

Mucho se ha escrito de aquel equipo y poco queda por decir que no se haya dicho; era un equipo con una base sólida de jugadores nacionales que formaron el núcleo duro del equipo; Enric Masip, David Barrufet, Antonio Carlos Ortega, Rafael Guijosa, Xavie O’Callaghan e Iñaki Urdangarín (famoso hoy por otras historias). Mateo Garralda también fue un jugador importante en los primeros años del equipo y un joven Demetrio Lozano fue esencial en los últimos compases de esa gloriosa era. También había extranjeros que marcaron época y acabaron siendo vitales como el legendario Andrei Chepkin,  el extraordinario portero sueco Thomas Svensson y, en menor medida, otros como Christian Schwarzer y Patrik Cavar.

Ese equipo maravilló al mundo del balonmano con un juego coral, vistoso y divertido, el Barça solía arrollar a los grandes equipos europeos a partir de la defensa y de correr con dos puñales como Ortega y Guijosa. Una superioridad que quizá supere a la del equipo de fútbol de Pep Guardiola unos años después.

Pero no sólo de calidad vivía aquel equipazo, también de trabajo, sacrificio y épica. Mucha épica. El concepto de ‘las noches mágicas’ del Palau nació por aquel entonces para hablar de las grandes remontadas del Barça de Valero Rivera en rondas finales de la Champions League.

Para ilustrar el buen recuerdo de ese ‘Dream Team’ elegí uno de sus mejores partidos. Quizá el mejor. Y quizá el mejor que se haya jugado, por encima incluso de la brutal final del Mundial en la que España atropelló a la favorita Dinamarca hace unos años. No he elegido la histórica remontada ante el Veszprem húngaro, seguramente la más épica de todas y ante uno de los rivales propicios para aquel Barcelona, tampoco ninguna de las finales ante el Zagreb, los croatas ya no sabían ni qué probar para batir al Barcelona, y tampoco elegí la final de 2000 ante el Kiel con gol ‘in extremis’ de Ortega. Pero sí que me decidí por la ida de las semifinales de aquella Copa de Europa.

Llegaba a Barcelona el Celje, un equipo esloveno con mucho presupuesto y que había armado una plantilla de escándalo para desbancar, por fin,al Barça. Los balcánicos estaban, junto a los culés y al Kiel, entre los tres mejores equipos del mundo. Y en la primera parte demostraron que sabían lo que tenían que hacer; defendieron bien, prueba de ello es que Rafa Guijosa ni tiró a puerta, y atacaron mejor, su portero paró fueron liderando durante toda la primera parte, y entonces Lozano anotó el empate a 14 justo antes del descanso que no tapaba lo que estaba sufriendo su equipo. Y entonces apareció la magia, el Barcelona salió como un auténtico huracán en la segunda parte. El equipo de Valero arriesgó y defendió más alto y más intenso, lo que le permitió correr y lograr buenos contraataques. Sólo puedo añadir que aquella segunda parte seguramente sea el mejor balonmano jamás visto. Espero que muchos lo disfrutéis.