Da para mucho análisis este Barça de Sito Alonso, reflexiones que van cambiando según las semanas. Podríamos hablar de cómo el equipo se vuelve a caer tras una pequeña estabilidad, de fichajes, de los problemas en el juego exterior o de cómo Sanders parece comerse a Hanga. Pero no, en lugar de lo que estamos viendo hablaré sobre lo que no estamos viendo.

Desde que llegó a Barcelona Sasha Vezenkov sólo se ha encontrado problemas, los suyos propios y los del equipo. Xavi Pascual no tenía tiempo ni ganas en foguear al búlgaro en su año debut. Con Bartzokas tuvo minutos forzosos en un equipo que le daba entre poco y nada más allá de contagiarle al final la depresión. Ser lo más digno de aquel conjunto para olvidar le valió el crédito para continuar, aunque los refuerzos del equipo en verano invitaban a pensar lo que ahora está pasando.

Vezenkov no juega un partido con el Barça desde el 29 de octubre, aquella dramática derrota en el Palau ante UCAM Murcia, donde fue de lo poco rescatable. Desde entonces no pisa el parquet, y lo cierto es que hasta ese momento no se había ganado los minutos con su rendimiento, por lo que la vuelta de Claver acabó de sentenciarle.

Y es que Vezenkov tiene cuatro problemas: Moerman, Oriola, Claver y él mismo. Porque al margen de la competencia que tiene él no da ninguna señal de crecimiento ni mejora de sus defectos. Blando bajo tablero, problemas en los movimientos laterales y muy poca explosividad. Sito desde el comienzo habló de la necesidad de contar con jugadores polivalentes que pudieran emplearse en dos posiciones, pero Vezenkov es un ala-pívot nato, perfil que repite Moerman añadiendo más matices,experiencia y un mejor rendimiento desde el principio. Que le adelante Claver es la consecuencia de su condición de cupo y capacidad defensiva, mucho más acorde al estilo de equipo agresivo que busca Sito. Oriola cuenta también más como “4” porque es ese perfil que ayuda a proteger el rebote junto a otro pívot.

El técnico azulgrana parece tener claro que no cuenta con Vezenkov, pues ni con esta versión tan floja de Claver se le concede la oportunidad de volver a sumarse a la dinámica del equipo, esperando una oportunidad que difícilmente llegará salvo lesión. Por si fuera poco el fichaje ya confirmado de Rolands Smits obliga a pensar que la apuesta de futuro culé es el letón y no el búlgaro. Sito Alonso busca su grupo de confianza y entre ellos no está Sasha, decisión que parece contar con el respaldo de la dirección deportiva.

El ala-pívot búlgaro puede pensar como Antonio Vega en esos versos de la canción que da título a este texto eso de “y pasó tanto tiempo que llegue a ver sombras en color, y paso tanta gente por delante que nadie me vio”, pues llegó en el peor momento posible, rodeado de drama y urgencias, todo lo contrario a lo que necesita un joven jugador. Pasan los meses y las temporadas y seguimos esperando una explosión que no llega. Habrá quien piense que al menos merece la oportunidad, pero yo creo que no es solución a nada, que ni es presente ni futuro en el Barça y que su carrera aquí está finiquitada. Yo ya no espero nada de Sasha Vezenkov.