Ousmane Dembélé, una encrucijada para Valverde

Valverde, en estos tres primeros meses de temporada, ha encontrado a su equipo, su sistema para los partidos grandes y un orden defensivo basado en el control y un ritmo de juego bastante bajo. Con piezas potenciadas como Paulinho, el rol de Messi, la regularidad siempre presente de Busquets, la verticalidad de Jordi Alba y el rendimiento de la defensa y Ter Stegen han hecho del Barcelona un conjunto competitivo a más no poder. Todo esto sin su fichaje estrella esta temporada, el vertiginoso Ousmane Dembélé.

Con un 4-4-2 basado en el orden y al ritmo de las últimas muestras de la calidad inacabable de Iniesta Valverde ha hecho del plantel con menos talento y piernas del último lustro culé un equipo compacto y serio. Un ritmo y un orden que le ha valido para tener la Liga bajo control y una fase de grupos sin complicaciones en CL mientras, pero que con Ousmane va a ser difícil de mantener.

Si algo es Dembélé es un futbolista de ritmo alto. El francés todo lo hace a máxima velocidad, es un generador continuo cuya principal virtud es su capacidad de provocar situaciones de peligro mediante su velocidad, regate y visión de juego en ¾. Esto, en un equipo sin apenas regateadores, a priori le debe servir para ampliar el abanico de opciones de peligro y abrir más los partidos. Lo malo, que un entrenador y equipo hecho para ritmos bajos, porterías a cero y peligro el mínimo justo y necesario una pieza como la de Dembélé puede ser incluso peligrosa.

¿Si hasta ahora el Barça ha hecho del control defensivo y el 4-4-2 su razón de ser, su imagen y su proyecto sin Dembélé valdría la pena cambiarlo todo para meter al francés? Mi opinión: Sí. En fútbol el talento no lo es todo pero ayuda, y un jugador con el potencial de Ousmane no puede ser menospreciado en virtud de un orden que, a la vez que ha aparecido estos meses, puede desaparecer si el rendimiento de sus defensas, ter Stegen u otros jugadores capitales hasta ahora decae.

Por otro lado, mantener el orden y esta estructura puede servir para ser competitivos, esencial para Valverde, pero incluir y considerar a Dembélé como esencia del nuevo proyecto dotará a colectivo de más y mejores armas, a riesgo de que pueda ser más vulnerable en otras situaciones. Hay cosas a perder, si se acelera ritmo se generan más situaciones e inevitablemente se puede recibir más. Ernesto deberá acertar en el cómo para aunar las virtudes de Ousmane con las que hasta ahora ha mostrado el equipo.

Por sistema y ritmo de juego, y por lo visto de Dembélé en Alemania con el BVB, lo construido hasta ahora no sería el ecosistema ideal para incluir en el once tipo al francés, será trabajo del Txingurri hacer ambas cosas compatibles. Le va el proyecto en ello y el futuro de un auténtico diamante en bruto como pocos conoceió el fútbol europeo en los últimos 5 años.