Valverde afianza el poso competitivo

El Barça llegaba a Mestalla con el reto de entrar en otra final. Pero sobretodo llegaba al feudo valencianista con el objetivo de afianzar el proyecto de Valverde y mostrarse de cara al tramo final de temporada como un bloque sólido que pueda luchar por los títulos.

El txingurri lo sabía y así lo preparó. Fue a por el partido y no especuló con el resultado favorable de la ida. Metió a Gerard Piqué en el once titular y volvió a apostar por André Gomes en los partidos grandes. Hay que reconocer, que el centrocampista portugués realizó la peor primera parte de la era Valverde y cada vez le da menos argumentos al txingurri para confiar en él.

Con el 4-4-2 que ha implantado el entrenador azulgrana, se podía preveer que tanto Sergi Roberto como Jordi Alba tendrían mucho protagonismo para llegar desde la segunda línea, ya que tanto Iniesta como André Gomes son jugadores más interiores y combinativos. Pero esa fue la primera ilusión de Valverde. Los dos laterales azulgrana se prodigaron poquísimo en ataque y ayudaron de esta manera a dominar el partido. El Valencia salió con el plan de reforzar la zona exterior y se vio sorprendido.

Gracias a ello, durante la primera parte, el Barça pudo jugar con mucho espacio y tiempo por el centro. Y ahí tiene a los mejores. Busquets recibía con total tranquilidad, Iniesta incrementaba el ritmo desde la izquierda y Messi era la punta de lanza. Y hoy, además, asomaba la cabeza Ivan Rakitic. Valverde ha recuperado al jugador croata con peso en el sistema táctico, con importancia en el juego y complementando a Sergio Busquets. Rakitic hacía dos años que vagaba sin importancia en el equipo y club azulgrana y Ernesto Valverde ha vuelto a aflorar su calidad.

El Valencia aguantaba bien encerrado pero sin poder superar la solidez defensiva azulgrana afianzada a partir del balón. Se mostraba un poso competitivo que es muy difícil de superar. A partir de ahí, empezó la fase ilusionista de Valverde con su equipo y su afición. Todos ya sienten que son capaces de ganar a cualquier equipo y que su entrenador tiene variantes tácticas y técnicas para conseguir la victoria.

Llegaba la media parte con la misma ventaja que tenía el Barça al principio del partido. El equipo azulgrana podría haber seguido igual porque quién tenía que arriesgar era el Valencia. Pero Valverde no especuló y metió a Coutinho por el único jugador gris, André Gomes. El jugador brasileño entró por la derecha, banda por donde no había rendido bien en los minutos que había jugado hasta ahora. Pues fue otra ilusión del entrenador. Phillippe se afianzó en ese costado, dio más libertad a Messi, más descanso a Iniesta y encima marcó el gol que daba la tranquilidad a su equipo de cara a pasar a la final. Un gol rematado llegando al segundo palo, en la banda derecha.

A partir de ese momento, el Barça se dosificó de cara a partidos futuros de gran exigencia. Iniesta fue sustituido por Paulinho para volver a tener descanso, el equipo azulgrana mostró su poso competitivo a base de levantar un poco el pie del acelerador y el Valencia tuvo acercamiento al área de Cillessen(que paradón le hizo a Gayà a lo Pinto en 2009 en Mallorca). Por parte del equipo de Marcelino García Toral entró Guedes al que, a diferencia de Valverde con Piqué, le reservó para intentar hacer el partido más largo. Pero cuando entró, la eliminatoria ya estaba muy cuesta arriba. Los valientes son los que suelen triunfar.

El Barça jugará la final de la Copa del Rey pero sobretodo gana muchísima confianza de cara al tramo final de temporada, ha mostrado un nivel competitivo y de juego sólido que es muy difícil de superar. Recordemos que el tercer clasificado de LaLiga no ha podido marcar ni un solo gol a Cillessen en 180 minutos. Y eso, a estas alturas, es vital.