Los segundos serán los primeros

Pocas veces un equipo como el Barcelona se puede dar con un canto en los dientes estando por detrás de alguien. Quizá nunca sea realmente el caso, pero, de ser así, esta liguilla de la Champions League de la EHF de balonmano se queda muy cerca. El Barcelona volvió a vencer en el Palau, esta vez al Pick Szeged húngaro, y de nuevo lo hizo por la mínima (28-27), aunque sufriendo mucho menos que en los partidos previos de competición europea que los de Xavi Pascual habían disputado en el coliseo azulgrana, ante Vardar y Wisla. Y esa victoria le deja segundo de grupo, tras el Vardar.

El Barcelona experimentó una ligera mejora respecto a los partidos anteriores y sigue creciendo en una temporada con más problemas y sobresaltos de los previstos. Ante los húngaros, que no contaron con el brasileño Thiagus Petrus, futuro jugador azulgrana, se dominó con solvencia de principio a fin, con rentas mucho más cómodas que el gol de diferencia que muestra el marcador final.

El empate del Nantes posibilitó que el Barça escalara hasta la segunda posición en un grupo en el que las cosas se habían puesto muy feas para los culés. Una remontada en la clasificación en estos últimos partidos que permite al equipo disputar los octavos y los cuartos de final de la Champions en casa. El primer rival será el Montpellier, un rival duro que derrotó sin problemas al Ademar de León, pero que debería ser asequible para un equipo del potencial del Barça, si es que el Barcelona logra subir el nivel y recuperar efectivos antes de viajar a Francia en dos semanas. En la ronda de cuartos esperaría el vencedor del duelo entre el Flensburg y el Kristianstad, una eliminatoria en la que los alemanes son clarísimamente favoritos, pero ya habrá tiempo de pensar en ellos, o eso se espera.

Esa aparentemente factible ruta a la Final Four de Colonia estará a buen seguro llena de trampas, pero es una excelente oportunidad para asaltar la corona europea para el equipo más laureado del continente. Por cierto, la victoria culé envió al Nantes a un casi seguro cruce de cuartos ante el poderoso Veszprem con el partido de vuelta en Hungría. Casi nada.