Un Barça deprimido afronta la Copa más peligrosa

El Barça Lassa está viviendo un final de temporada bastante deprimente; a la sorprendente eliminación europea se le suma la derrota en casa ante el Granollers, irrelevante para una Liga ya ganada pero que rompe la magnífica racha de 146 partidos de competición liguera imbatido, una cantidad de partidos que se extendía hasta los cinco años. Pero aún queda una última bala en la recámara para acabar la temporada con buen sabor de boca, o con una terrible decepción; la Copa del Rey que se disputará en Madrid el fin de semana del 4, 5 y 6 de mayo.

Los barcelonistas llegan a esta última gran cita de la temporada con un ambiente enrarecido. A las inusuales derrotas se les une la anunciada marcha de Viran Morros y la muy sorprendente de Valero Rivera, ambos con dirección a Francia, y una lesiones que no dejan en paz a los azulgranas desde el inicio de la campaña, siendo la última la que sufrió Aron Palmarsson en el gemelo en la victoria liguera del pasado fin de semana ante el Zamora (23-36). El islandés es seria duda para la Copa, pero por lo menos hay una buena noticia: el regreso del central danés Lasse Anderssön, más de un año después de lesionarse, quien podrá ser de la partida en Madrid, aunque habrá que ver hasta qué punto puede ayudar y a qué nivel está.

Esta Copa es la última oportunidad de cerrar la temporada en condiciones de un Barcelona que deberá realizar un esfuerzo para lograr el título. Los de Xavi Pascual se enfrentarán al Valladolid en cuartos y todo apunta a que se puede repetir el duelo de hace unos días ante el Granollers en semifinales. Muy probablemente, el Ademar de León o el Naturhouse La Rioja esperen en la final.

Las sensaciones que desprende este Barça Lassa no son buenas, se asemejan a las de un proyecto a punto de acabarse, los últimos coletazos de un guerrero valiente pero malherido, pero eso puede valer para vencer en la Copa del Rey antes del muy necesitado final de temporada y rearme veraniego. Se saben muchos de los cambios que sucederán en la plantilla azulgrana el año que viene, el último de los cuales es la llegada del extremo danés Cosper Mortensen, del Hannover, para substituir a Rivera, pero algo hace sospechar que pueden ocurrir reformas de mayor calado para intentar revitalizar a un equipo que ha llegado muy justo al último tramo de la temporada.