Hoy hablaremos de la temporada del centro del campo del Barça de Ernesto Valverde. La razón de ser característica del equipo azulgrana pero que de un tiempo a esta parte, se ha corrompido totalmente.

La medular del txingurri se vio afectada directamente por la venta de Neymar. El brasileño se fue al PSG y eso ofreció a Valverde la posibilidad de romper el famoso tridente azulgrana y cambiar el juego culé. Pero claro, la alarmante falta de calidad imperaba en la plantilla. Además, en verano vino Paulinho, un jugador muy llegador pero nulo en cuanto a creatividad y generación de juego.

El Barça tenía tres centrocampistas referentes como Iniesta, Busquets y Rakitic. El manchego estaba ante su última temporada y Valverde le ha dosificado muchísimo. Ha jugado muchos más partidos de titular que en la última temporada con Luis Enrique, estando mucho más cómodo y resolutivo pero no acababa casi nunca los partidos. ‘Busi’ por su parte ha ido de más a menos. Empezó la temporada mucho más arropado en el mediocentro gracias al 4-4-2 que implantó Valverde. Le permitía no tener que abarcar tanto terreno y posicionarse mucho mejor tanto en ataque como en defensa. Pero así como ha ido desarrollándose la temporada su influencia en el juego ha ido disminuyendo, lo que ha perjudicado el rendimiento global del equipo. Es la primera cuenta pendiente de Valverde para la próxima temporada: tener un Busquets regular y a máximo nivel durante todo el año. Por último, Rakitic ha sido el jugador más beneficiado por el nuevo sistema de Valverde. Ha influido muchísimo más en el juego, tanto creando como ‘destruyendo’. Ha entendido mucho mejor el juego, dando opciones siempre a sus compañeros y llegando a área mucho más cómodo. En defensa se ha entendido muy bien con Busquets y le ha faltado mejorar las ayudas a los laterales, que en ocasiones ha llegado tarde y mal.

Dejando de lado estos tres baluartes (Iniesta no va a estar en año y que viene), el Barça tiene una gran cuenta pendiente para la próxima temporada, si quiere conservar su esencia. Por dos razones:

  1. Debe recuperar la gente de casa. No ha habido relevo en el centro del campo con gente de la Masía. Samper se fue en verano para que viniera Paulinho, Aleñá sigue en el B y hay jugadores como Oriol Busquets, Sarsanedas o, incluso, Riqui Puig que están llamando a la puerta muy fuerte. Valverde, tras su primer gran año, debe imponerse y tener la valentía de ponerlos.
  2. Los fichajes que han llegado para esa posición no han rendido. André Gomes es el gran ejemplo porque tiene aptitudes pero por aclimatamiento y condiciones mentales nunca ha rendido al nivel Barça. Denis ha tenido muchos altibajos durante la temporada pero cuando ha parecido asentarse, no ha dado el paso adelante que se le pedía y Paulinho ya hemos hablado de él, es la antítesis del juego azulgrana. Aunque empezó muy bien, marcando goles, desentona constantemente cuando tiene que asociarse.

Por último en enero llegó Coutinho. Ha sido el gran acierto de la temporada y su aclimatación ha sido meteórica. Hace jugar al equipo y su disparo desde media distancia es una arma tremendamente efectiva de la que el Barça adolecía. Pienso que puede jugar de interior, aunque deberá mejorar su posicionamiento defensivo. De todas formas es el candidato número 1 a ser referencia azulgrana junto a Leo Messi la próxima temporada.

En resumen, Valverde ha cambiado el sistema a un 4-4-2 tras la salida de Neymar para tener a un equipo más junto y fiable. Pienso que lo ha hecho porque era consciente de la falta de calidad que tenía en en centro del campo y que no le permitiría hacer un fútbol vistoso, alegre y efectivo. Pero esa es la gran cuenta pendiente. Ahora que ha cerrado la temporada con un sobresaliente tras haber ganado el doblete, llega el momento de que exija calidad en el centro del campo con interiores de calidad contrastada y afianzar a jugadores como Samper, Aleñá u Oriol Busquets en el primer equipo. Ahora es cuando comprobaremos la presencia o ausencia de valentía por parte de Valverde.