Cuando Valdés se retiraba, hace ya cuatro temporadas, muchos pensábamos que, tras evidentemente la hipotética salida de Leo, sería la baja más complicada de sustituir de toda la plantilla. Nada más lejos de la realidad.

Se ha recorrido un camino tan largo como bien construido. Comenzando con una portería compartida entre ter Stegen y Bravo, a cual mejor guardameta en los años que compartieron larguero, y continuando por un Cillessen y el propio alemán, siendo la blaugrana una de las porterías mejor defendidas del panorama internacional.

Comencemos por el teórico reserva. Cuan lejos quedan aquellas sensaciones erráticas de comienzo de su primera temporada. Donde el holandés era caldo de cultivo de la chanza popular y, aunque en torneos “menores” nos hacía acordarnos de lo importante que era nuestro portero titular y de que habría que rezar para que no se lesionara en ningún tramo de la temporada. Jasper parecía el típico portero de la escuela holandesa. Jugador de campo en el que su juego de pies denotaba lo importante del mismo y sus manos, lo importante en un portero, parar, pasaba a un segundo plano. Con goles más propios de las categorías inferiores que de un equipo profesional. No podía ser real lo que estábamos viendo. El ex portero del Ajax, era un guardameta de talla internacional y era imposible que solo su excelente juego de pies, lo que le traía a can Barça.

Y así fue, poco a poco ha ido demostrando que en su uno contra uno, algo tan relevante en la portería azulgrana, como el manido fútbol desplazamiento de balón desde las extremidades inferiores, era también uno de sus fuertes. Titular indiscutible en los partidos de copa, hasta el punto de ofrecer una de sus actuaciones más relevantes en la final del Wanda Metropolitano, donde su increíble desplazamiento en largo hacia Coutinho en el primer gol quedará en la retina del aficionado blaugrana hasta el final de los tiempos. Poco a poco se ha ido demostrando como uno de los grandes aciertos de la dirección deportiva en los últimos tiempos.

Últimamente era hasta complicado distinguir cual era el portero titular y no solo por sus rubias cabelleras o por vestir la misma equipación. Sus hechuras bajo palos se asemejaban cada vez más. Reflejos de ambos en disparos a bocajarro. Capacidad de intimidación sobre el delantero rival en el uno contra uno. Y en ambos un extraordinario juego de pies, hasta el punto de que, cuando pensábamos que no podríamos encontrar un portero en el panorama internacional que hiciera sombra en esa faceta al alemán, resulta que en casa había otro guardameta con igual o mayor calidad en dicho lance del juego.

Ahora mismo nadie duda que Jasper es el mejor inquilino posible en esa faceta de cancerbero reserva. Preferimos que el alemán siga sumando minutos, pero que duda cabe que ahora ya no nos saldría la vena dramática caso de una lesión del titular.

Hablando del portero alemán poco podemos decir que no se haya dicho ya en este su año de consagración a nivel mundial. Muchos ya intuíamos que aquellos goles contra Celta o Athletic de temporadas pasadas servirían para construir uno de los mejores guardametas internacionales y probablemente el mejor para el área azulgrana. Poco a poco ha ido ganando en seguridad tanto en sus intervenciones salvadoras, como en su extraordinario juego de pies. A lo que ha ido sumando la experiencia que ya no hace nunca jugársela innecesariamente y que además ha sumado paradas milagrosas solo al alcance de los elegidos.

Con un extraordinariamente fuerte tren superior, con una extremidades de casi podríamos decir que superhéroe de lo fuertes que son. Imposibles de doblegar ante el trallazo a bocajarro del rival, suelen salir repelidas aunque sea que el balón tropiece en su meñique.

Si a esto le sumamos la facilidad con la que crea superioridad desde la salida, algo tan relevante si de salir con el balón jugado se trata ante la presión rival. Hablamos de uno de los porteros más completos, sino el más, para defender una portería tan complicada. Siempre enchufado al partido, Valdés nos recordaba de cuan importante es esa faceta para el guardameta de la portería más complicada del mundo y de cómo él radiaba el partido cuando este se jugaba lejos de sus inmediaciones. Ter no nos ha revelado su truco, pero que duda cabe que siempre se encuentra conectado al partido. Muchos de los puntos, incluido la casi imbatibilidad en el campeonato doméstico, se deben a la capacidad de este portero de realizar intervenciones decisivas. Si un pero le podemos poner al todavía joven cancerbero es que debe salir mejor del área chica. Al final el portero es dueño de toda el área y así debe mostrarse. Pero no dudamos que es una característica que el ter Stegen acabará dominando como está haciendo con cualquiera de las anteriores mencionadas.

Hoy en día nadie duda que este puesto es uno de los mejores cubiertos y la salida de una leyenda como Valdés solo nos permitió volver a ver que no todo tiempo pasado fue mejor y que ahora, la guardameta vuelve a estar perfectamente cubierta, no solo por uno, sino por dos de los futbolistas más especiales que tenemos.