El paréntesis

 

Los paréntesis son un signo ortográfico doble que se usa para insertar en un enunciado una información aclaratoria o complementaria. Así pues, por medio de los paréntesis es posible interrumpir un enunciado para introducir un inciso. En este sentido, su uso se acerca al de las comas y las rayas, pero con la diferencia de que toda expresión encerrada entre paréntesis implica un mayor grado de aislamiento del enunciado en el que se inserta, normalmente tiene sentido pleno y muy poca vinculación sintáctica con el texto principal.

 

Esto fue el partido que el filial blaugrana disputó ante el CF Peralda en el Mini Estadi. Cuando García Pimienta, pese a las rotaciones, había mantenido una idea común en todos sus onces, la llegada de Aleñà modificaría los roles de los jugadores, más que el dibujo en si empleado, que suele ser invariable, 4-3-3. Así salió el equipo de García Pimienta:

 


Como se puede ver en la primera imagen, destaca la «ausencia» de extremos, con Kike Saverio y Ballou Tabla en el banco. Esto es algo que rompe totalmente con la idea y el juego que venía desarrollando el entrenador barceloní, donde los extremos, y en especial las bandas, era el foco o punto de arranque del equipo, creando situaciones de 1×1.

 

En este partido, se da entrada no solo a Abel en el extremo izquierdo, posición donde ha jugado bastante, en especial con el actual entrenador, si no a Aleñà en el derecho. Esta alineación crea unas falsas bandas donde la ocupación de estas es más por recepción que por amenaza.

 

Abel aunque más acostumbrado, no es su posición ideal. No hizo mal partido, pese a no contar con el regate y desborde de lo exigido, ya ayudó a pausar el juego y devolver el balón a la zona de interiores, atreviéndose a alguna incursión gracias a su conducción y zancada, pero este año, no está siendo el mejor para el canterano culé.

 

En la otra orilla, Aleñà partía de manera ficticia desde el extremo derecho, algo que ya hiciera en los primeros compases de la anterior temporada. Pero Aleñà no es esto, pese a que se esforzó, su movilidad central, tendencia a influir en la base y reclamar el balón hizo que Collado tuviera que compensar, o intentarlo al menos, creándose un constante intercambio de posiciones que no creo que fuera demasiado bien aprovechado, aún juntando en un espacio reducido jugador con una alta calidad técnica como Riqui, Collado, Abel o el propio Aleñà.

 

Todo esto, sumado al “nuevo” rol de los laterales, hizo que el equipo careciera de anchura, pese a que con Aleñà, sumara un elemento absolutamene diferencial en la determinación. Carles no pudo pesar lo suficiente en la frontal del área, ni para pasar, ni para chutar, algo totalmente normal, los espacios no fluían de igual manera, los jugadores muchas veces se pisaban zonas. Eso si, juntar en un equipo a dos jugadores como Riqui y Aleñà, a la fuerza tienen  que dejar destellos de calidad, y claro, es que son muy buenos

 

La zurda

 

Una vez pasado el experimento, y ya con Carles Aleñà en dinámica total de primer equipo (lugar que le corresponde), Pimienta vuelve a su esencia en el partido que disputaría en Cuenca, contra la Unión Balompédica Conquense, apostando de nuevo por los extremos, su esencia.

En este caso, las bandas serían ocupadas por Kike y Ballou, con una repartición más homogénea y posicional de los roles.  Por un lado, Ballou no dio demasiados síntomas de recuperación (técnica y tácticamente impreciso), aunque bien es verdad, que tras la importante baja de Carles Pérez, ha sido el sacrificado, siendo el canadiense desplazado hacia el lado donde actúa a pie natural. En el otro lado de la moneda, se encuentra un Kike que está generando una influencia y una sinergia bastante potente en cada actuación. Pese a que parte abierto, es capaz de salir tanto por fuera como por dentro, y por su forma de jugar, es capaz de aglutinar bastante más volumen de juego. Conoce el timing, y eso permite, junto a un nivel de inspiración técnico alto, juntar al equipo y que las pérdidas de balón en sus regates, cojan a sus compañeros más arriba y cercanos. Se entendió bastante bien con Riqui y supo compensar la falta de profundidad de una banda izquierda donde su compañero, era un central diestro

 

Sin embargo, y pese a lo flagrante del resultado y su ejecutor Mujica, la figura del partido fue Collado. Si bien estuvo con balón, mejor lo estuvo sin él. Al final son cosas que se retroalimentan, porque su ocupación de espacios y orientación, permitieron ser un cuchillo entre líneas que generó una amenaza en la frontal que desde la baja de Carles, el filial no tenía. En fase estática y, sobre todo, en transición ofensiva, la distribución fue la siguiente

Aunque Collado visite la base en salida de balón, su rol es moverse y amenazar entre líneas, algo que estaba haciendo muy bien, pero que en Cuenca se exhibió. Para terminar con Alex, y sin destacar lo que es de perogrullo, su exquisita zurda, tuvo en la primera mitad 3 recuperaciones que fueron fruto de sus acosos y colocación. Aquí os dejo su actuación, aunque en el partido completo es aún mejor.

 

Para finalizar, destacar el hecho que la pareja Chumi-Cuenca empieza a consolidarse como la titular, y a día de hoy, me parece la más complementaria (uno desde la anticipación baja, otro desde el aire). Ya solo falta, que Cuenca, a diferencia de Chumi a través de la conducción, se atreva y sepa cuando usar su gran arma, el desplazamiento en largo en el momento adecuado, cosa que ya empieza a asomar la patita.

 

Posiblemente, el partido más serio e ilusionante del filial tras los dos últimos en el que el juego fue bastante pobre. Sin embargo, esto no acaba más que empezar, habrá cosas que ajustar y mejorar, porque no dejan de ser casi juveniles jugando en una categoría semi-profesional, con jugadores veteranos y muy buenos. El objetivo debe ser claro, aprender y formarse, ascensos y descensos no son más que la punta del iceberg, pero claro, si al Titanic eso lo hundió, no esperemos lo contrario con chavales a los que se les exige que sean Mbappe.