Las plumas de las aves son estructuras biológicamente muertas y como carecen de riesgo sanguíneo, no se autorregeneran, sino que se cambian por otras, se mudan. En toda ave, existen dos tipos de muda, la parcial (solo afecta al cuerpo) y la total. Esta última, afecta a las plumas de las alas, con lo cual, el ave en cuestión disminuye su capacidad aérea, su vuelo es irregular y menos efectivos.

El filial, no es un ave, pero si tiene estructuras, que podríamos llamarlas alas, y una de ellas, extremos al margen, son sus (importantes) laterales.

Con algo diferente

El Barcelona B, se presentaba ante su afición, con la imagen de la última derrota frente al Peralada y su ayuda eólica. Recibía al Conquense, rival que en su estadio recibió un 0-3, obra los tres goles de Mújica (la figura del delantero habrá tiempo de analizarla).

Con esto, nos encontramos con que los laterales titulares, no están, ni Wagué sancionado, ni Miranda (semi) convocado por el primer equipo. El resto del equipo, el mismo

Aunque Vilarrasa y Guillem han sumado minutos en el equipo, más el lateral derecho, su presencia altera ligeramente el plan de Pimienta, o al menos su forma de ejecutarlo.

El ala izquierda

Aunque Miranda haya tenido ciertos problemas de adaptación, aunque no se haya asentado totalmente a la división, su mera figura y forma de jugar, facilita al equipo. En una banda donde el extremo es Collado, el lateral zurdo debe ser externo y profundo, dotado de un timing especial.

Vilarrasa que ha llegado en el mercado de invierno, no tiene ese timing a la hora de colocarse y compensar los movimientos de Collado, no los ha terminado de descifrar, algo normal por otro lado.

Aunque no sea un lateral interior, si tiene más propensión a la conducción por dentro, algo que aunque Miranda también ejecute, lo hace de diferente manera y en momentos distintos. Aquí varios ejemplos:


Aunque a priori, no son “malas” acciones, Collado ejerce movimientos en el que lo compensa, e incluso en el segundo vídeo, pese al desmarque del balear para recibir el balón, Ignasi conduce hacia dentro y no termina de soltar rápido. Ignasi no está sabiendo ocupar «solo» el exterior.

En este tercer vídeo, se vuelve a ver esa tendencia de conducir por dentro. Aunque la acción es correcta, Ignasi no la ejecuta con la “violencia necesaria”. Además, la velocidad en carrera no es la de Miranda, con lo que en el regate ya no puede.

Para finalizar, Ignasi tiene que aprender a detectar las zonas de recepción, más si juega con Collado en su zona, donde éste, va a requerir de alguien que le amenace por fuera, ya que él es la amenaza por dentro.

El ala derecha

En la otra orilla del campo, nos encontramos a Guillem Jaime, un jugador bastante más habitual que Ignasi, y con unos conceptos de lo que el equipo requiere más asentados. Sin embargo, su partido fue discreto, amén que no es el tipo de lateral que Wagué sí.

El africano, además de ser un portento físico, es un jugador más eléctrico y veloz, además de tener algo que Guillem no, es muy incisivo tanto por fuera como en los desmarques de ruptura.

El lateral tarraconense, es un tipo de jugador con una técnica bastante aseada, y con una jugada muy adquirida, su conducción por dentro es bastante buena, algo de lo que aprovecharse, una jugada muy Masía.

Sin embargo, al cohabitar con Monchu y Carles, se necesita de otra cosa, o más bien, es óptimo otras cualidades. Monchu ocupa el carril central, Collado lo busca y Carles Pérez pese a que da la anchura en estático, una vez que parte desde fuera en conducción o inicia su aventura interior, necesita que alguien le alivie por fuera, y lo haga de una manera “vehemente”.

Primero, Guillem hace el amago de conducir por dentro y suelta, el balón va a acabar llegando a Riqui, y se ve como Guillem mira a Carles que inicia el desmarque. En esta ocasión, pese a que quizás no es prioritario, Guillem no hace gesto alguno por abrirse. Dicho esto, todos saben dónde va a acabar la acción. Jugada bien interpretada.

Aquí se ve como sus movimientos son menos intensos y agresivos que los de Wagué, más tendente al apoyo y continuación. Al final, la jugada acaba “diferente” a si por tipología fuera otro lateral.

Un poco más de lo que se comenta, un lateral más tendente al apoyo que a la compensación por fuera de Carles Pérez.

Algo diferente y lo de siempre

El tema de los laterales no va enfocado a resaltar lo mal que lo hacen, en absoluto, todo lo contrario. Hacen cosas muy bien y están creciendo mucho, pero no están dándole a las piezas claves (aún) lo que si le dan Miranda y Wagué. Collado y Carles necesitan de refuerzos exteriores, que le liberen parcialmente de sus marcas, algo que acerquen mucho el gol y el control al filial culé.

En otro orden de cosas, Pimienta volvió a optar por los extremos a pie natural, un sistema de 3 centrales con Carles Pérez y Merveil de extremos y una doble punta con Abel Ruíz y Mújica que liberase espacio a Riqui y Collado.

Pese a las buenas intenciones, no terminé de ver en los cambios del entrenador una solución a los problemas, o un remedio para remontar. La salida de Cuenca movió a Araujo de su sitio y se perdió una salida natural por el sector izquierdo. Por otro lado, tanto Merveil como Carles se sienten mucho más cómodo a pie cambiado, incluso para abrir el campo a modo de chinchetas.

El extremo congoleño fue el que más pudo producir, pero ayudado por el incansable y dinámico Collado, que supo moverse por toda la zona de tres cuartos para poder acercar al gol al filial, sin embargo, el resultado de 1-2 se mantuvo hasta el final, siendo condenado el equipo por 2 minutos fatídicos. Categoría muy dura, los chavales aprenderán.

Para cerrar el artículo, como ninguna derrota deja buen sabor de boca, además del buen juego blaugrana, de nuevo Riqui. Riqui es que es muy bueno, pero dejó dos acciones aún mejores, acompañadas por buenos movimientos de sus compañeros.