Aún recuerdo mis años de colegio, incluso de instituto, cuando el uso de la regla de 3, era no menos que la salvación a todos nuestros problemas, la panacea ante el perverso profesor de matemáticas que no quería sino acelerar y poner al 120% el funcionamiento de nuestra CPU. Todos los maestros me decían lo mismo, “¡no utilicéis la regla de 3, porque os podéis equivocar!”

La verdad, es que pocas veces me equivocaba, pero con el tiempo supe entender el por qué, la regla de 3 es como el Neymar-Suárez-Messi, una forma de hacer las cosas que simplifica todo mucho y quizás, no te permite avanzar en otras. En el caso del filial, no sería la regla de 3, que también, sino de los tres.

El origen del gol

Si bien el filial parece que dejó apartada su política de rotaciones del inicio de curso, cabe volver a reseñar el esquema y nombres usados por Pimienta para lo que sería la goleada culé. Con este once saldría el B:

Como se precia, el portero sigue siendo Peña, y la columna vertebral la misma, salvo dos excepciones (¡y qué excepciones!), Miranda por Villarrasa y la crucial vuelta de Riqui por McGuane. Mújica también comenzaría como titular, pero el papel de Marués me gustó bastante.

Pese a que el artículo no quiere ensalzar la figura de Puig, su ascensión en el equipo empieza a ser transcendental, con lo que la inclusión y titularidad, está empezando a virar el rumbo del filial no de manera tan directa (goles y asistencias), sino de manera indirecta.

Como ya comentamos aquí, el filial estaba careciendo de un hombre de banda izquierda que hiciese realmente daño desde esa zona. Tras las numerosas oportunidades de Ballou, Pimienta da entrada a Collado, y todo parece que empieza a encajar.

El espacio de “Los tres”

El movimiento de Collado por Ballou da y quita cosas, pero al filial le está sentando fenomenal, ya que es aquí donde entra en juego otro beneficiado de manera colateral, Monchu. El canterano destacó el pasado año desde el pivote, sin embargo, está entendiendo a la perfección lo que demanda su posición y su rol. Es importante remarcar lo de su rol, porque pese a que el año pasado destacó en el pivote, su rol está siendo casi de mediapunta o «interior ascensor». Con él, el filial dibuja en ataque algo parecido a esto.

Como se ve en el dibujo, el filial forma una especie de tripleta en la mediapunta con las figuras de Collado-Monchu-Carles Pérez. Aunque esta disposición que a priori parece un 4-2-3-1, es más un 4-3-3 asimétrico, en el que existe una fluidez en los movimientos de los 3, bastante armónico. Esta fluctuación, tiene una base fundamental en el entendimiento entre Riqui Y Monchu, así como su entendimiento a la hora de rellenar los espacios.

Figura capital, está siendo Busquets, que no solo está ejerciendo de pivote, sino de ejercer de tercer central en ocasiones cuando la salida lo demanda. Además, Oriol está exhibiendo una gran capacidad para compensar los movimientos de un Riqui que cada vez se siente más cómodo en la base, ofreciéndole líneas de pase.

En esta disposición, Collado entiende muy bien su rol, esperando abierto cuando corresponde, y migrando hacia zonas interiores con y sin balón. Collado no solo sabe infiltrarse muy bien por detrás de la línea de medios, sino que además sus movimientos hacia atrás para asociarse con Riqui suelen ser muy sigilosos, siendo indetectable ahí y generando volumen de juego cuando se requiere. Otra faceta por la que Collado no se ahoga ahí, es su conducción no en diagonal,que es lo que le diferencia de su “hermano” Carles. Aleñà es imparable en especial cuando tiene la diagonal, pero Alex maneja muy bien el regate y conducción hacia afuera (pie natural) e incluso hacia dentro, cuando recorre la orilla del área.

Siguiendo con sus compañeros, Monchu está demostrando ser un jugador bisagra de gran valía. No es el mejor interior de los culés, pero su ritmo y motor le hacen abarcar mucho campo, ejerciendo de sostén en defensa, y de interior adelantado en ataque. Monchu desde esa posición si activa sus pases tensos en diagonal (hacia lateral) y su pase picado. Desde esta posición, cuando recibe de espaldas, sabe devolverla y dar continuidad al juego, algo que mejora aún más la ubicación de jugadores en el balcón del área. Y claro, al no ser un jugador eminentemente de jugar entre líneas, cuando él baja, es Riqui quien sube, creándose un efecto “pistón” entre ambos. Su coordinación de movimientos, hace que cuando uno bajo, el otro sube en busca de ese espacio generado en tres cuartos.

Por último, el protagonista de “Los tres”. Carles a diferencia de Collado, si se ubica más como extremo, es más zonal, pero sabe cuando y como hacerlo. Su compañero Guillem, es menos profundo que Wagué, es por eso, que cuando el filial no tiene desordenado al rival, Carles suele partir desde fuera y ensanchar el campo. Desde aquí, o estira al rival desde el regate o intimidación, o suele diagonalizar para soltar hacia uno de los interiores. Sin embargo, esto que suele hacer Carles con asiduidad, no es lo que está dotando al filial del factor diferencial, si no su acierto de cara al gol y, sobretodo, sus movimientos/desmarques sin balón.

Estos desmarques sin balón, los cuales no buscan recibir en ventaja entre línea, sino rajar al rival desde el centro, está haciendo que los centrales no solo tenga una referencia (Mújica), sino dos. Carles Pérez está siendo la profundidad que el nuevo esquema del filial necesita.

Bonus track

En este fragmento de video, se expone casi a la perfección lo comentado con anterioridad:

  • Riqui y Monchu se distribuyen la base y la zona más adelantada
  • Oriol Bsquets acude a la llamada “central” y permite la subida de Araujo
  • Collado acude en la ayuda a Miranda y no solo se la presta, sino que además hace algo comentado, conducir por dentro y dividir el balón
  • Una vez el balón se divide, es Monchu y posteriormente Riqui quien cargan el área.
  • Carles Pérez ejerce como distractor

Esta vez, resaltar la presión adelantada y la calidad de la jugada generada, en la que se ven detalles como:

  • El intercambio de posiciones entre Riqui y Monchu
  • La inteligencia a la hora de presionar de Oriol
  • La amenaza de Monchu y el desmarque de Carles ante el pase de Riqui

Otra de las claves, es la forma en la que se pierde el balón, el rival está totalmente asfixiado y se la tiene que jugar a un detalle técnico alto. Carles mezcla la anchura con un desmarque de ruptura posterior.

La movilidad y recorrido de Collado, la visión de juego de Oriol y el desmarque sin balón del propio Collado. Unido a un posicionamiento que asfixia al rival tras pérdida.

En esta ocasión, se ve como ambos interiores apoyan la salida de balón, siendo los laterales los que ejercen de “ensanchadores”. Riqui aparece por esa zona izquierda y es capaz de fluir por todo el medio. Collado realiza un primer desmarque arrastrando su marca, Monchu hace un segundo desmarque y es Wagué el supuesto receptor del pase.

Presión altísima para recuperar la pelota. Influencia del central zurdo en salida de balón interior y activación de Monchu en la frontal del área.