El Barça de fútbol sala ya podemos decir que piensa en el presente que se le presupone: el de ganar títulos. La Copa de España fue la confirmación a esta magnífica sensación a lo largo de esta temporada. El equipo de Andreu Plaza tiene muchísima fiabilidad y en los torneos cortos y citas importantes saca su mejor versión.

El equipo azulgrana arrancaba la Copa con el campeón del año pasado. Jaén medía la seriedad azulgrana que se vio manifestada con un contundente 3-0 y clasificación para la siguiente ronda. En semifinales esperaba Osasuna Magna, que actualmente ocupa la tercera posición de la LNFS, al que superaron por un dominador 1-3. Tras meter seis goles y solo encajar uno, el Barça Lassa se enfrentaba al otro equipo más en forma del fútbol sala español. ElPozo Murcia era el finalista tras superar a Movistar Inter. La final fue un partido igualísimo que acabó del lado azulgrana gracias a un 1-2 final. El Barça levantaba el primer gran título del año.

Como lo consigue es donde me quiero parar a reflexionar. El Barça de Andreu Plaza tiene al mejor pívot del mundo actualmente. Ferrao es el jugador más dominador jugando de espaldas, fijando los cierres rivales y definiendo cara a puerta. Y ese aspecto es el que más está exprimiendo Andreu Plaza. Hay pocas rotaciones y muchos balones para el control y, o bien jugar de cara para el jugador que llega o bien que se le juegue la pantera de Chapecó. Como he dicho, ese aspecto acompañado de que el Barça tiene una gran plantilla debido a su poderío económico en el fútbol sala, le permite competir a gran nivel y luchar por títulos cortos. Pero el cuesta muchísimo tener regularidad en competiciones como la LNFS.

De hecho, el siguiente partido de la competición doméstica después de la Copa de España, el Barça Lassa perdió en la pista del Palma Futsal debido a la falta de rotaciones en pista y de ideas. Perdió ante un equipo serio, bien plantado y que supo anular la jugada comentada de Ferrao. Esa derrota hizo que perdiera el liderato en favor de ElPozo Murcia, un aspecto que puede ser clave para el futuro playoff por el título.

¿Que le falta al Barça Lassa para poder tener más claridad en el juego, poder culminar mejores rotaciones y generar más peligro? Pues si hemos comentado que la posición de pívot la tienen cubierta con el mejor, la posición de cierre es la más ‘floja’ y la capital para crecer como equipo. En esa demarcación tiene a dos especialistas en plantilla: el primero es Aicardo(recientemente renovado por dos temporadas más, hasta 2021) que ha dado al club siete años de gran nivel, ganando todos los títulos posibles y aclimatándose a la idiosincracia. Pero también ha alternado con muchas lesiones y que ya cuenta con 31 años en sus piernas, la renovación comentada será seguramente el último contrato con el club azulgrana. El segundo es Boyis, que llegó como uno de los mejores cierres de la temporada pasada en la LNFS militando en Jaén Paraíso Interior pero que en su primera temporada como azulgrana no ha acabado de hacerse importante para Andreu Plaza y el juego de su equipo.

El Barça Lassa tiene que plantearse seriamente reforzar esa posición de manera prioritaria. Es verdad que ha fichado a Marcenio, pero no es un especialista y cuenta ya con 31 años, que aportarán experiencia pero no proyecto a medio plazo. Hace falta que Boyis asuma galones en su segunda temporada como azulgrana(esperemos que no salga) y que un jugador como Adri Ortego aproveche su cesión al Osasuna Magna para ser importante en un equipo que lucha por acabar entre los cuatro primeros de la LNFS y volver al Barça como un cierre con más experiencia y poder asentarse en el club y no volvamos a vivir la desilusión de este año. Además en la liga española hay opciones como Tomaz(Palma Futsal) o Darío(ElPozo Murcia) que deberían ser opciones de la secretaría técnica para apuntalar la posición de cierre. La pésima noticia que fue para el proyecto que la lesión grave de Douglas(el mejor cierre del momento) hace poco menos de un año cuando iba a fichar por el Barça tiene que solventarse este verano. Para el fortalecimiento del equipo y para dotar al sistema de juego de más variantes y rotaciones. El futuro de los títulos pasa por ahí, porque las diferencias entre ElPozo, Barça e Inter serán mínimas y equipos como Palma, Osasuna Magna o Jaén cada vez acortan más las distancias.