El Barça tenía un grupo muy duro este año en la Champions League y lo solventó con una suficiencia casi insultante, por momentos al menos, lo que hizo olvidar la dificultad de gran parte de los duelos en los que los de Xavi Pascual lograban sobrevolar a sus rivales, perdiendo tan solo dos partidos, en Alemania ante el Rhein-Neckar y en Hungría ante el Veszprem. Pues bien, un dato que habla de la dureza real de ese grupo es que los cuatro primeros clasificados son los que llegan a la Final Four de Colonia; los culés, los magyares, el Vardar macedonio y el Kielce polaco.

Hoy martes se realizará el sorteo que deparará los emparejamientos de semifinales de Colonia, pero la exuberante actuación de los de Xavi Pascual ante la mayoría de sus rivales en la fase de grupos hace pensar en cierto favoritismo del Barça Lassa. Pero ese nunca es tal en un formato como la Final Four, habrá que ganarse estar en la final, ya que los otros tres equipos son estupendos conjuntos que han dejado en el camino a equipazos como el PSG.

Un caso muy especial el del cuadro francés, donde milita el gran Viran Morros y el todavía más grande Nikola Karabatic, un auténtico equipón que se había mostrado superior a todos sus rivales y que parecía ir dirigido a un duelo épico con los azulgranas en algún momento de la competición, pero que su espectacular trompazo en Polonia ante el Kielce, donde perdió de 10, le dejó con pocas posibilidades de remontar y nadando en París para morir en la orilla del Sena, ya que se impuso por nueve en la vuelta. Un mal día, eso es todo lo necesario para quedarse fuera.

El Barça tiene tiempo de prepararse, la Final a Cuatro se jugará el 1 y 2 de junio y los de Xavi Pascual van a poder prepararse como es debido, teniendo los deberes más que hechos en las competiciones nacionales. Será necesario un buen trabajo defensivo para imponer el ritmo rápido que está dando tan buenos resultados a los blaugranas, y también una circulación fluida y acierto en el lanzamiento exterior cuando los ataques sean más estáticos, todo ello dando por descontado un alto porcentaje de acierto de Gonzalo bajo palos. Pero la ocasión de sumar la Décima para el balonmano culé parece poco menos que inmejorable.