Se acabó el curso baloncestístico 2018-2019 para el Barça Lassa, y como al final de cada campaña es hora de hacer balance. Ha pasado casi una semana desde la derrota en la final ACB ante el Real Madrid y en frío es más fácil analizar con perspectiva lo que ha ocurrido.

A comienzo de temporada los objetivos marcados eran volver a estar entre los 8 mejores en Europa, regresar a una final ACB y tratar de levantar un título. En base a esto y viniendo de donde se viene la temporada se puede calificar como positiva.

Balance general

La Copa es un título muy particular que dice poco, aunque en este caso sí es de valorar el camino hasta la final y cómo el equipo demostró personalidad para sobreponerse a un partido que tenía perdido hasta acabar ganándolo.

La ACB será la gran espina de este equipo, pues después de estar liderando la tabla toda la temporada con una marcha extraordinaria quedarse sin F4 sumió al equipo en una depresión que le costó el liderato y el factor cancha, a la postre fundamental. Incluso así el Barça compitió la final y solo el desgraciado último minuto del segundo partido privó a los de Pesic de tener el título cerca.

En Europa el equipo se comportó de la manera que cabía esperar, mostrando por fin personalidad para imponerse en canchas complicadas, en finales de partidos apretados y asomarse por fin a una F4. Lo impidió un Efes que dejó sin Liga ni Euroliga al poderoso Fenerbahce de Obradovic. Poca broma.

Así pues, el Barça se dejó dos competiciones ante el que luego sería subcampeón de Europa y ante el equipo de leyenda como este Real Madrid de Pablo Laso. Perder ante ellos con el factor cancha en contra era lo normal, aunque si uno quiere tirarse de los pelos puede retroceder al partido en la cancha de Efes que dejó al Barça sin 4ª plaza, sin F4 y seguramente sin liderato ACB.

El Barça ha sido el equipo que se suponía iba a ser cuando se apostó por el continuismo de Pesic. Duro, intenso, serio y reconocible. Ha sido un equipo académico que ha pecado de poca creatividad y que ha sobrevivido gracias a la defensa, aunque ante los dos verdugos no ha sido suficiente.

Ha sido un equipo coral donde han destacado por encima de todos Ante Tomic y Thomas Heurtel, los dos grandes generadores de los de Pesic. Algunos han respondido por encima de lo esperado y otros se han quedado por debajo, así que ahora sí es oportuno pasar las notas de final de curso a la plantilla del Barça:


– Thomas Heurtel (9): El francés ha cuajado la mejor temporada de su vida, siendo el artífice del único título del equipo y de que se haya competido por los otros dos. Su gran debe ha sido la serie ante Efes, donde fue claramente superado por Micic y Larkin. Su renovación es cuestión de estado y un dilema grandioso.


– Kevin Pangos (4): Rara vez ha restado, pero rara vez ha sumado lo que debería. Se le comprendía que tardara en arrancar tras pasar de Saras a Pesic, pero no ha crecido y ha terminado la temporada con malísimas sensaciones. Se ha visto a un jugador sin confianza, timorato y además la comparación con Heurtel lo mata. Mala pinta también para el año que viene.


– Pau Ribas (5): Empezó la temporada lesionado y su vuelta reactivó al equipo en un muy mal momento, pero luego no ha tenido demasiada continuidad, a veces sin saber la razón. Quizá Pesic le ha mimado en exceso o está peor de lo que pensábamos cuando renovó por tres años. Camino de ser un marrón más que una solución.


-Kyle Kuric (7): Aterrizó con muy buen pie y gracias, porque las bajas iniciales le dejaron como uno de los referentes y estuvo a la altura. Luego tuvo un bajón lógico y más tarde muchas idas y venidas producto de las a veces extrañas rotaciones de Svetislav Pesic. Ha demostrado que un jugador así hay que tenerlo en plantilla, incluso jugando menos que este año.


– Jaka Blazic (5): El culé esperaba un Nunnally y se encontró con él, así que la decepción para empezar fue grande, aunque su rendimiento ha sido más que digno, sobre todo al principio. Finalmente ha ido evaporándose, de más a menos, pero es un jugador útil para equipos Euroliga. ¿Vuelta a Estrella Roja?


– Adam Hanga (7): El húngaro ha sido pieza clave en el tono general del equipo, y aunque a veces ha recordado al jugador de Baskonia no lo ha hecho de manera regular. Es fundamental su agresividad, defensa y también su personalidad cuando no se encuentran opciones en ataque, pero no es una buena noticia que no pocas veces ejerza de base.


– Víctor Claver (8): Sin ninguna duda su mejor temporada en el Palau y seguramente la mejor desde que volviera de USA. Su impacto ha ido más allá de los números, aunque también es verdad que se ha mostrado más agresivo de cara al aro que años anteriores. Eran todo dudas sobre su capacidad para emplearse como «3» a tiempo completo y las ha disipado todas. Mérito suyo y de Pesic. Ahora toca renovar y habrá que ver si sigue sin pisar el puesto de «4».


– Rolands Smits (6): El letón está verde. Lo ha evidenciado en los minutos que ha jugado, pero del mismo modo ha quedado claro que Pesic le tiene fe y que tiene un potencial más que interesante. El técnico balcánico le ha puesto a prueba en partidos importantes, prueba de que seguramente le veamos más el año que viene.


– Chris Singleton (4.5): Ha sido el jugador más utilizado por Pesic y parte importante de la identidad general del equipo, pero no es suficiente. Se esperaba mucho más de él, sobre todo en cuanto a aportación en ataque y en los partidos más comprometidos, pero ha sido decepcionante. Ha anotado porque tiene mucho talento y ha defendido por momentos porque tiene aptitudes, pero lo ha faltado regularidad y sobrado apatía, en ocasiones. Otro quebradero de cabeza su continuidad.


-Pierre Oriola (5): Peor temporada que la anterior, y seguramente ha tenido que ver que haya jugado más encorsetado que en la 17-18. Se ha empleado casi siempre como «4», y como «5» por las bajas o la necesidad de buscar más movilidad, pero no se ha encontrado nada cómodo. Su situación es comprometida, porque seguirá habiendo otro ala-pívot por delante y viene por detrás Smits, así que si todo va bien seguramente el andorrano camine irremediablemente a ser el 5º interior y no el 3º o 4º. Cara de Jordi Trias.


– Ante Tomic (8): Otra temporada más solo contra todos. Menos mal que se le renovó, porque de otro modo no se sabe cómo hubiera atacado este Barça de Pesic. Ha tenido tramos mejores y otros peores, como siempre, y ha acabado desfondado, como siempre también. Espera a Brandon Davies con los brazos abiertos.


– Kevin Seraphin (2): El francés puso interés a la hora de perder peso para mejorar el estado de esa rodilla, pero seguramente no tenga solución. Al margen de los problemas físicos es evidente que ni siquiera cuando ha estado finísimo en ataque (lo ha estado en varios momentos estos dos años) ha compensado todo lo que resta atrás. A ver qué equipo se atreve con él…


– Artem Pustovyi (4): Cuando se le firmó no se entendió su fichaje y, ahora, casi un año después sigue sin comprenderse su llegada. No es un crío, no se le han dado excesivos minutos pese a que se sabía que se le iba a necesitar y tampoco ha roto cuando ha participado. Si sigue jugará menos que esta temporada y si no saldrá cedido.


-Svetislav Pesic (8): El Barça ha sido un equipo reconocible y competitivo durante todo el año. Cuando se ha caído se ha levantado. Ha ganado a los equipos inferiores y ha caído ante los superiores, generalmente. Esta normalidad se la ha dado el entrenador balcánico, que ha convertido al Barça en un equipo tras años deambulando. Ha sido un equipo previsible, sí, con problemas evidentes para anotar cuando los triples no han entrado, aunque ya se sabía que Pesic iba a priorizar la defensa sobre el ataque. También se le pueden reprochar algunas rotaciones extrañas, principalmente en el puesto de escolta, el más endeble del equipo, así como los problemas permanentes para defender situaciones de pick and roll rival (Larkin al margen).

El proyecto es suyo. Cuando regresó en febrero de 2018 hizo crecer al equipo y esta temporada el equipo ha dado el paso que todos esperaban. El guión hasta ahora se ha cumplido y Pesic seguirá para seguir escribiendo páginas y dar más pasos. Sabe que el club va a hacer un esfuerzo para darle un equipo (esta vez sí) para ganar, así que va a tener que lidiar con esa presión.


Mal haría el barcelonismo en valorar la actual temporada mirando de reojo el palmarés o lo que era la sección hasta hace no tanto. A Pesic y al equipo hay que valorarlos por el crecimiento que han experimentado y que no debería parar aquí. Cada vez que el Barça ha ganado  ha sido cuando ha invertido dinero en el equipo, como todos, y tiene pinta de que esta junta no va a escatimar en los últimos años de mandato.