Por @PapitoOscar

Alguna vez hemos hablado de la importancia del lateral en el fútbol moderno. Donde los espacios y el tiempo de reacción son cada vez más reducidos, el lateral cobra importancia en todas las alturas del juego.

Ayuda en la salida de balón, crea superioridad en el medio del campo y rompe la línea defensiva al espacio cada vez con mayor proliferación. Esta ha sido la definición de lateral Barça estos últimos años, sobre todo en la banda izquierda, donde dicha zona del campo ha tenido su copyright en Jordi Alba, propietario ad eternum de esa parcela.

Cuando el Barça ha considerado que había que buscar un sustituto que le diera aire al de Hospitalet, la apuesta ha sido buscar un carrilero con proyección y que conozca nuestra Liga. Nadie mejor que el dominicano con pasaporte español, Junior Firpo. Con Junior ha habido ciertas dudas, casi más técnicas que de interpretación del juego. Pero nadie se pregunta si los mimbres son los idóneos; carrilero en el Betis de Quique Setién, buen trato de balón, llegada hasta línea de fondo y dueño de la parcela izquierda del césped del Villamarín de banderín a banderín.

La teoría nos indica que el sustituto elegido parece el idóneo, la práctica, a día de hoy, nos deja varias dudas que trataremos de exponer:

En el Betis, la profusión de este para jugar con tres centrales, restaba protagonismo al dominicano en la salida de balón, le hacía digamos, prescindible. Algo que en su actual club, salvo las contadas excepciones cuando el mediocentro, usualmente Busquets, se incrusta entre los centrales, no ocurre y el pie de Jordi Alba es un arma eficiente ante la presión rival. Algo de lo que adolece nuestro protagonista; no arma la pierna a la velocidad exigida.

La incorporación al centro del campo, así como al frente de ataque, cuando de estar pegados a la cal se refiere, no tiene nada que envidiar a la pieza original, tanto en timing como en velocidad. Poco a poco interpretará que el peso del lateral a veces debe buscarse en el juego interior para dejar el espacio al “extremo” y que su llegada al área rival no debe de ser sistemática, sino en contadas ocasiones, bien sea para fijar al lateral contrario y dejar ese espacio mortal de necesidad entre el central y el dos rival, bien sea para romper la línea defensiva rival al espacio, siendo esta una de las mejores armas del ataque azulgrana cuando hablamos que el quarterback es un tal Leo Messi.

Pero no solo de características atacantes vive el lateral del S. XXI. Defensivamente un lateral debe estar pendiente de su palo, sobre todo cuando de un balón al segundo poste se trata. Rápido en el cruce cuando el equipo defiende con muchos metros entre la defensa y el portero alemán. Contundente en el choque… toda una serie de características que todavía deben ser mostradas por el reciente veinticuatro azulgrana y que no ha podido evitar salir en alguna de las fotos, dícese Granada, donde ha mostrado que todavía le queda mucho que aprender en ese terreno…

Lo positivo es su personalidad; sobradas muestras ha dado en estos pocos partidos que eso no va a ser un hándicap a la hora de vestir esta camiseta y aunque solo sea por eso, ya sabemos que crédito va a tener durante un tiempo. De él dependerá refrendar dicho crédito demostrando la calidad que se le dilucida.

Como siempre comento, tengamos paciencia porque la teoría es buena y los mimbre están ahí, ahora solo será cuestión de tiempo ver cómo se posa esa calidad en un jugador capital para el interés de Valverde.